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-Creo que aquí es.-Harry asintió mientras se ponía unas gafas de sol y veía la casa que le había descrito Joe, la casa de Jane.-Vamos.

-No, nena, es mejor que te quedes aquí.

-¿Por qué?-ella le hizo un puchero y él le sonrió, tomando su mano y besando el dorso para convencerla.

-Es mejor así, es por tu seguridad, no sabemos que vaya pasar.-Ginny suspiró pero aún así asintió haciéndole caso y él le agradeció.-No tardaré, a lo mejor encontremos una solución rápida a esto.

-Bien, ten cuidado.-ella dejó un beso sobre sus labios y él asintió, tomó el arma de la guantera y la metió dentro de su pantalón antes de salir, atravesando el lujoso vecindario hasta la puerta principal.

Tocó el timbre y suspiró, en los años que había imaginado su reencuentro con Jane nunca fue de una manera pacífica, es más, en ocasiones dudaba que tuviera a su hijo, pero ahora que sabía de su existencia y de la mujer de su vida esperándolo en el auto, las cosas habían cambiado.

-¡Un momento!-Harry escuchó una voz acercándose junto a unos pasos, la puerta se abrió y encontró a una jovencita de unos 10 años recibiendolo en la puerta, con un increíble parecido a Jane.-Hola ¿A quién necesita?

Él aclaró su garganta y se quitó las gafas de sol, no sin antes haberle dado un vistazo a la casa o al menos lo que podía divisar.

-Estoy buscando a Jane Cross.-ella asintió mientras lo miraba de una manera bastante arrogante, con demasiada seguridad para tratarse de una niña.

-Llamaré a mamá, espere aquí.

Harry se quedó sorprendido cuando ella le cerró la puerta en la cara pero pasó su mano por su cara intentando no desistir, seguía siendo aún mucha información que procesar, Jane tenía otra hija.

Volteó su rostro para ver la camioneta aparcada a unos cuantos metros, divisando a Ginny que lo miraba con atención.

La puerta se abrió nuevamente y pudo verla nuevamente cara a cara.

-Hola Jane.

Pudo ver como el color se iba de su rostro y como inmediatamente lo tomó del brazo, obligándolo a entrar a la casa y cerrando la puerta de repente.

Le hizo una rápida seña para que lo siguiera a la cocina pero Harry pudo ver la mirada expectante de la hija de Jane, definitivamente los estaba vigilando.

-¿Qué haces aquí?-él se dedicó a observar todo el lugar en busca de alguna señal de que su hijo estuviera allí sin prestarle realmente atención.-Te estoy haciendo una pregunta.

-Te compraste una linda casa con el dinero que robamos.-le sonrió incrédulo, observando su rostro, sorprendido de como ya no le afectaba en lo absoluto, más allá de causarle rabia y disgusto.

-¿Cómo te escapaste? Te juro por Dios que sí mi padre sabe dónde estoy te voy a matar.

-Como si no lo hubieras intentado ya sin éxito, Jane. No me jodidamente amenaces luego de que me tuviste 14 años encerrado en una puta cárcel.-la empujó haciéndola chocar contra el refrigerador y divisando una cara de terror.-Vine a ver a mi hijo y a presentarte tus opciones, acá yo elijo que va a suceder contigo.

-Eres un imbécil, sigues arruinandome la vida.

-De verdad tienes audacia al decir esa mierda, muéstrame la casa y actúa con naturalidad, recuerda que también me debes dinero.

Jane asintió y lo guío fuera de la cocina, en la sala aún se encontraba la niña que lo miraba con desdén y pudo divisar a un chico en el patio jugando con un perro.

ode to harry (one shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora