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-Ya casi llegamos, por favor no te desmayes.-Harry asintió aunque Ginny estaba sumamente preocupada al ver lo pálido que estaba, tocaba su cara mientras intentaba mantener la vista sobre la carretera, habían logrado escapar, no sin haber asesinado a un guardía antes y robar un coche unos cuantos metros más adelante, se estaba dirigiendo a su casa ya que debía asegurarse de que su familia estuviera bien y pedirles ayuda para salvar a Harry.

Los kilómetros se hacían eternos a pesar de haber sobrepasado el límite de velocidad desde el primer momento, pero eso no evitaba que divagara acerca del error que acababa de cometer, su mente estaba hecha un caos.

Su padre había trabajado para Ben Cross desde que ella nació, casi que una mano derecha y a cargo de la seguridad de Jane Cross, podía estar segura que representaba más una figura paterna para esa chica que para ella misma, siempre preocupado por el bienestar de ella, al igual que Harry, que a pesar de poder rebajar su pena al delatarla o al menos dar su paradero para evitar su sufrimiento, lo había tomado, solo por amor.

Ella la odiaba, esa mujer había robado a su padre, traicionado a Harry y sentenciado a su familia a la muerte, claro que tan pronto se presentó la oportunidad para saber su paradero la había tomado, aguantando experiencias horribles en la cárcel y terminando enamorada del hombre que menos debía.

Ahora además era una asesina y había echado toda su vida por la borda pero había decidido tener una sola cosa en mente, aún estaba con vida y sí tenía suerte, Harry también.

Llegó a una cabaña escondida a unos cuantos kilómetros, su madre, su padre y su hermana se estaban hospedando allí, sabían que no podrían esconderse por mucho tiempo de Ben, pero al menos era el lugar más seguro.

Aparcó frente a la casa y empezó a hacer sonar el claxon, logrando una reacción por parte de Harry y que su padre saliera de la casa con una escopeta en la mano.

-¡Rápido, ayúdame!

Afortunadamente, su madre había tenido experiencia como enfermera y curando las múltiples heridas de su padre al enfrentarse contra los enemigos de Ben Cross, así que logró sacar la bala con éxito y utilizo a su hermana como donante de Harry para brindarle un poco de la sangre que había perdido.

Ginny no estaba segura de si sobreviviría pero tenía esperanza de que sucediera y con eso bastaba.

-¡¿En algún puto momento te paraste a pensar en el problema que nos metiste?! Ahora no solo nos busca Ben, la maldita policía, los federales, hasta el puto presidente, Genevieve. ¿¡Por qué mierda lo salvaste!?

Ella intentó contener las lágrimas porque estaba segura que había pasado el peor día de su existencia y las magulladuras de su cuerpo aún dolían pero aún así le contesto a su padre con toda la calma que pudo reunir.

-Tu fuiste él que nos metió en este problema, tal vez con Harry afuera podamos matarlo o él nos diga finalmente el paradero de Jane, en la cárcel no podía hacer nada, deberías estar agradecido por todo lo que hemos hecho por tí, ni siquiera lo mereces.

-Definitivamente no entiendes nada, Genevieve. Mañana nos vamos a primera hora y tu amiguito nos dará toda la información que necesitemos si no quiere morir, le causó mucho sufrimiento a esta familia y a Jane.

-¡Me importa un carajo lo que le causó a Jane! Deja de hablar de ella como si fuera tu puta hija, yo soy la que escapó de una cárcel en medio de una redada por ustedes.-las lágrimas no tardaron salir y se fue directamente al piso de arriba, no sin antes intentar ser consolada por su madre sin éxito.

Fue al cuarto donde se encontraba Harry con una intravenosa y el pecho al descubierto con sus múltiples heridas.

Ginny suspiró y cerró la puerta con cerrojo, tomó un balde con agua junto a un trapo y se acercó para poder limpiarlo.

ode to harry (one shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora