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JinYoung se había quedado dormido, aún estando esposado y en una posición incómoda, pero la expresión de descanso era único en su rostro

Lim había conducido hasta su casa, en un lugar a salvo por el momento. Allí, HoSeok bajó al menor y lo llevó entre sus brazos, sin atreverse a despertarlo, hasta el cuarto de invitados, del que JaeBeom tenía una llave para dejarlo encerrado y, a su vez, darle ese mínimo tacto humano que Lee decía.

El castaño ya estaba en pijama, pero su espalda estaba llena de sangre y tierra, así que JaeBeom la levantó para examinarla. Tenía la espalda llena de raspones, quemaduras por roce y cortes con piedras que aún estaban incrustadas en cada extremo de la herida. Suspiró agotado y fue por el botiquín. Ni siquiera usó algodón, solo vertió el líquido en toda la espalda, haciendo despertar al menor con un grito lleno de dolor que lo hizo volver a llorar por el ardor.

— cálmate. — ordenó el mayor. — solo limpiaba tus heridas.

JinYoung se apoyó sobre sus ante brazos y giró la cabeza para mirar a Lim, quien no expresaba nada, solo quería seguir con lo suyo. Apenado, cubrió sus labios con sus manos y se dejó someter. Yodo y alcohol, luego limpió con agua caliente y con una pinza le quitó las piedras. Park rasguñó las sábanas, mordió la almohada e incluso mordió sus labios para no emitir ruidos molestos, solo un par de gimoteos y jadeos,

— ya está, llorón. — le dijo como si nada. — más te vale no manchar el colchón con tu sangre o tendremos problemas. — cuando JaeBeom salió del cuarto, HoSeok iba con una sopita maggie con huevito y un vaso con agua. — ¿y tú qué?, ¿eres su niñera o qué?

— no, no lo soy, soy humano. — contestó. — y tú, no por ser una persona eres menos monstruo que la cosa que liberamos. Si JinYoung es un niño tratado, entonces todo lo que crees saber de él es mentira.

— ay, pobre de mí. — comentó con sarcasmo, volcando la bandeja. — lo que hizo no tiene mi perdón, para mí la historia es sagrada, este era mi momento, no tan solo me estaba robando algo importante a mí, sino que también le estaba robando algo importante a la humanidad. Esto era de todos.

— esa historia no era más importante que su vida o la de sus gatos. — alegó con el ceño fruncido, recogiendo la bandeja y el plato que, por suerte, no se había roto. — es una lástima que esta sea tu verdadera cara.

WonHo se retiró a la cocina y preparó un poco más de sopa. El que no vea con buenos ojos lo que JinYoung había hecho, no lo hacía querer hacerle daño de forma irreparable como Lim quería hacerlo. La comida era algo que a nadie debía de negarse.

Cuando la sopa estuvo lista, entró al cuarto donde Park estaba de prisionero y lo despertó para que comiera. Él lo miró con ojos tristes y aterrados, se notaba en todo su ser, en su cuerpo que estaba agitado y tembloroso, angustiado por esta situación.

— come un poco, lo necesitarás. — le indicó, dejando la bandeja en la cama. — te ves agotado.

— solo quiero que esta pesadilla acabe para ir a buscar a mis gatos. — dijo con tristeza, incapaz de mirar la comida. — no sé cómo acabé dentro de esa tumba, pero estaba tan aterrado de lo que podría pasarme, que en ningún momento dejé de pensar en mis gatos. Mi amo los echaría a la calle o los asesinaría a sangre fría; él es un sádico, vi muchas cosas que él hizo que me da miedo morir y no poder cuidar de mis gatos.

— entiendo que una mascota es un ser amado, pero, siguen siendo unas mascotas.

— no son tan solo eso. — Lee veía venir esa respuesta. — mis padres me vendieron a él, abandonándome en un callejón, donde los encontré a los tres, desde ese entonces no me he vuelto a separar de ellos. Son lo único humano con lo que he tenido contacto. Mi amo coge frente a mí, sadomisó a muchas personas mientras yo lo veía, aún cuando era menor de edad. Ellos son mi único escape de la realidad he tenido desde que caí en esta oscura vida.

Lee forzó una sonrisa lastimera, porque esto era lo único que podía sentir en este momento.

— come, ¿sí? Mañana tendremos un día ocupado.

Lo dejó solo, saliendo del cuarto y cerrando con llave, por las indicaciones de Lim.

◇◇◇◇

Durante media noche, Lim aún no reconciliaba el sueño, no podía dormir por la falta de respuestas. Las necesitaba. Intentó leer todo lo posible para saber a lo que se estaba enfrentando, pero era difícil solo. Sabía que el castaño podría ayudarlo, ya sea para que tome notas o haga preguntas estúpidas que luego tenían una respuesta interesante. Pero no confiaba en él. 

Para colmo, las luces comenzaron a parpadear. Ni de chiste era porque no pagó la factura de luz, era esa cosa que estaba aquí, buscándolos. Se puso de pie y corrió al cuarto del menor, abriendo la puerta de forma estrepitosa. El castaño se despertó asustado. Lim no perdió el tiempo y lo tomó del brazo para arrastrarlo hasta el cuarto de WonHo y refugiarse los 3 juntos.

— ¿qué pasa...? — preguntó asustado Park.

— esa cosa está por aquí. — contestó Lim, prendiendo la linterna de su celular, pero el aparato se apagó de la nada. WonHo abrazó a JinYoung, quien temblaba al ver toda la habitación oscura. La luz que se filtraba por la ventana empezó a recorrer el cuarto como un farol alumbrando a través de la tormenta.

Los ojos del menor se llenaron de lágrimas, empezando a recorrer sus mejillas, respirando agitado.

La luz blanca filtrada se volvió más tenue, anaranajada, deteniéndose en una esquina. Poco a poco, se proyectó una sombra, que lentamente se fue materializando, hasta volverse esa momia. Eso intentó alcanzarlos, pero los 3 se levantaron para irse a la puerta, pero esta estaba cerrada completamente, imposible de abrirla.

JinYoung se apartó de los mayores y fue a la ventana, era el primer piso. Intentó abrirla, pero la criatura lo tomó de la cintura con sus huesudas y secas manos, dejándolo contra una esquina. Deslizó su espalda por la pared, totalmente intimidado y aterrorizado por eso que lo sujetó, que intentaba acercar sus asquerosos y podridos labios hacia él.

JaeBeom se dio venció con la puerta y tomó la silla para golpear al cadáver viviente, alejando a Park de él, luego tiró lo que quedaba del mueble por la ventana, rompiendo el vidrio. Los 3 lograron escapar de la casa, mas no de esa cosa, que ahora se extendía a un séquito, un culto dedicado a él. 

— miren cómo me importan una mierda estos cristianos. — dijo Lim irritado, tomando la mano del castaño para que no se quedara atrás hasta llegar al auto. — vengan a lamerme las botas o le mandan un saludo al de abajo. — murmuró, pisando el acelerador a fondo contra esas personas para atropellarlas. JinYoung cubrió su rostro con sus antebrazos, llorando asustado y temblando.

Estaba aterrado, triste y cansado. Quería que toda su miseria acabara acá. Este era su límite y ya no quería más.

Sepulcro {JJP}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora