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JinYoung volvió a subir esas escaleras, pasando libros y a la vez guardándolos para no provocar un desorden indeseado. Salvo el libro entregado, ya no habían más respuestas. No hay rituales, no hay libros sagrados, no hay referencias. Todo esto... todas las historias, mitos y leyendas eran transmitidos de boca en boca.

— me temo que solo encontraremos respuestas en la tumba. — comentó Park, sintiendo un enorme nudo en el estómago con tal solo mencionar ese lugar maldito. — puede que en otras tumbas, pero no sé si las respuestas estén en las tumbas ya encontradas.

— todo lo encontrado hasta el momento no mencionaba nada con respecto a ese lugar, salvo en los Valles. — le dijo Lim, sacando su teléfono para revisar algunos documentos. — estamos en contra el tiempo si las respuestas están en tumbas encontradas, y habremos perdido definitivamente si están en tumbas no encontradas.

— lo sé... — murmuró el menor, sentándose en el suelo. — y eso que no mencionamos que hay tumbas egipcias en otros lados del mundo. Aunque... tal vez las únicas respuestas las tenga ese monstruo.

— ¿a qué te refieres?

— nadie sabe qué tipo de ritual estaba llevando a cabo, por lo mismo nunca se escribió algo sobre ello. — contestó el castaño.

— santa mierda...

— qué rabia que el destino del mundo dependa de solo 3 personas. — dijo WonHo con indignación, poniendo sus manos en la cintura. — ay, qué rabia.

— quiero ir al baño. — habló Park, poniéndose de pie. — las respuestas no están aquí, definitivamente. Podemos volver al hotel y comer algo antes de volver a ese sitio.

— bien. — dijo JaeBeom, extendiéndole la mano al menor para ponerlo del pie.

Ya en el hotel, hicieron lo necesario para continuar su aventura. Ojalá la fuerza del guión estuviera de su lado y esto terminara para esta tarde, sin embargo, algo les decía que esto sería más complejo. JinYoung no quería que esto se extendiera, pues quería ir a esconderse con sus gatos, mientras más fuera de casa, más sufrían sus amigos. Tan solo preocuparse por eso, lo hacía querer vomitar por los nervios. Esta situación le hacía doler tanto el estómago que apenas quería moverse, pero no podía dejar solo a JaeBeom y a WonHo.

Volvieron a la tumba mientras aún era de día, encontrando los cuerpos secos y sin vida de aquellos científicos que se quedaron atrás y no pudieron salvarse. JinYoung se agachó a su lado y cubrió sus rostros; nadie merece ser exhibido en este estado, al menos no ellos.

— ¿qué fue de su carne, de su piel...? — preguntó Lee horrorizado.

— tal vez... tal vez eso se lo llevó. — murmuró Lim con tristeza, pero no pudo a detenerse a tener un minuto de luto por sus compañeros, pues no perdería el tiempo y haría que la gente que aquí murió no haya sido en vano. Reunió linternas y un equipo para defenderse.

Del cadáver de un guardia sacó el cinturón con el arma, balas y taser; usó la tela que la ropa de sus compañeros para hacer antorchas de emergencia y también tomó cualquier cosa con filo. A JinYoung no le confiaba armas de fuego, pero sí cosas filosas para que se defendiera de esas personas que intentarían atraparlo o asesinarlo.

JinYoung miró la entrada con miedo. Posó sus manos sobre su estómago, sentía un hueco, la ansiedad, estrés y miedo lo hacían estar así. El hueco que sentía evolucionó a un nudo en la garganta y sus lágrimas cayendo sin siquiera darse cuenta, sus ojos enrojecidos por un inminente ataque de pánico que debía reprimir con todas sus fuerzas. Cuando los hombres estuvieron listos, entraron con el equipo adecuado. Las piernas de Park temblaban con cada paso que daba, como si sintiera frío y el calor se estuviera acumulando en su torso, con su mandíbula apretada y sus dientes doliendo por eso.

Lo que sentía el menor no era algo que podía reflejar JaeBeom genuinamente, como si él no supiera lo que es ser humano o el medio; no cuestionaba su valentía, pero sí cuestionaba la naturalidad con lo que actuaba en este momento, no había un terror a la muerte, cuando de esto se trataba: si esa cosa ganaba, todos morirían. Tal vez sea porque Lim no tenga un motor de vida, sino que vive a base de su autoestima, ¿era acaso un gusano solitario?, ¿tenía un motor de vida genuino o solo se mantenía a base su ego? JinYoung sabía que el motor de su vida estaba en sus gatos y en su amor a la vida misma, no toleraba la idea de que otros salieran lastimados si algo le sucedía, pero JaeBeom era todo lo contrario, alguien que se desligaba de su humanidad y por eso no temía morir, ganara o fracasara, le daba igual, viviera o muriera, le daba igual. Tan siquiera, ¿tenía un interés en seguir con esto o solo ve en esto como el descubrimiento del siglo?, ¿lo veía como un acto de amor a la humanidad o solo como una historia que aparecería en un cuadro pequeño en un libro de historia?

No podía entrar en su mente o tan siquiera preguntarle el origen de su valentía, pero no era el momento. No había nada nuevo en lo ya visto cuando entraron, pero sí encontraron otras cámaras que anteriormente no estaban allí, o al menos, no estaban abiertas o visibles cuando ellos entraron. Lim no estaba seguro de haberlas visto antes; seguramente estas cámaras fueron abiertas por esa momia o el culto en sí. El lugar estaba lleno de sarcófagos, apilados uno tras otro, con un pequeño espacio, como si estuvieran esperando para ser abiertos para servir a su amo, cubiertos de telarañas y en las redes estaban atrapados escarabajos del desierto, sin embargo, había algo más allá de ellas. Las paredes tenían inscripciones, geroglíficos que revelaban más información de la esperada. Allí estaba el ritual a seguir para volver a dormirlo, no tan solo el conjuro, sino que también las instrucciones a seguir.

Y aquí había algo esencial que debían cumplir: mantener a JaeBeom con vida, porque él sabía leer toda esa inscripción.

— JinYoung, creo que debemos ir a buscar esas cosas que robaste. — habló Lim, alumbrándolo. — las necesitamos.

— lo sé... — murmuró. — iré solo, ustedes atraigan esa cosa hasta acá.

— no confío en que vayas a volver. — lo acusó el mayor. — WonHo irá contigo para asegurarse de que devuelvas esas cosas.

— No, JaeBeom. — le interrumpió el castaño. —  eres el único  que sabe cómo leer esa inscripción y debes permanecer a salvo, mientras que yo puedo morir y no significaría nada; él puede cuidarte.

— vamos a ir los tres, para asegurarnos de tener esas cosas y estar a salvo los tres.

— tú no lo conoces, no sabes de lo que es capaz de hacer. — casi sollozó por los nervios. — si te metes entre su dinero y él, no dudará en eliminarte. No ve en la gente su humanidad, ve un objeto que puede utilizar a su favor, yo soy prueba viviente de ello. Va a asesinarte a sangre fría y entonces será imposible dormir a esa cosa.

— aja, entonces, si no están esas cosas, ¿crees que pueda dormirlo con una canción de cuna? — alegó el mayor.

— son piedras que protegen el sarcófago, que hacen que no salga, como un seguro a una puerta con llave. Él estará dormido y las piedras pueden llegar después. — concluyó. — sé que no confías en mí, pero... no quiero que nadie muera, no quiero que mueras... — murmuró, empezando a llorar en silencio, un ataque de ansiedad. — hallaré la forma de hacérselas llegar, pero, por el amor a la vida, no se enfrenten a él.

















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Ya estamos entrando en la recta final :^

Sepulcro {JJP}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora