Pasión y más pasión

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Severus Snape


Caminaba rápido por los pasillos con la rara sensación de que alguien me seguía, Sentir esos oscuros ojos sobre mí, me parecía ser sincera la sentía hace días. Rápidamente regrese a las mas mazmorras.

...

A la maña siguiente acomode mi uniforme, delineando mis curvas, mis muslos, mire y acomode mi cabello platinado. Lo hice una coleta alta y pinté mis labios de un color rojizo, para balancear mi pálida piel.

—Eres la típica Black ejemplar, dale, debemos ir a clases del gruñón.

Gire, mirando a mis espaldas a mi primito, el pequeño Malfoy de 5 año sonríe mientras toma mi mano y caminamos a la clase de nuestro jefe de casa. Pero claro, primero pasamos por el GC.

Allí estaba otra vez esa sensación, unos ojos clavados sobre mí cuello, mire a todos en aquella gran sala, pero nada, nadie estaba allí, nadie me observaba así que simplemente me levante y me fui a mi clase. Fui la primera en llegar y al momento otra persona entra conmigo, sus ojos ónix me pervirtieron con la mirada, me sentí húmeda al momento y cuando menos lo esperé lo sentí cerca.

—Q-que agradable olor profesor...

Elogie al sentirlo sostener mi cintura y su otra mano acariciar con suaves roces mi muslo izquierdo, trague grueso y un quejido leve me hizo mantener la postura recta.

—¿Sabes que es peligroso estar a altas horas de la noche fuera de su habitación, señorita Black? ¿O acaso sus padres no le dijeron? Eso podría traerle problemas conmigo señorita.

Así que era el, el profesor Severus Snape, ¿desde cuándo? ¿Cómo? Antes de poder decir algo me aparte ya que tanto Gryffindor como Slytherin empiezan a llenar el salón por lo que el profesor y yo tomamos nuestra respectiva distancia.

La hora fue muy incómoda, sentir la mirada del profesor, sus ojos eran indiscretos, y para decir verdad la mía igual, sentí que nos desnudábamos con la mirada, mientras me imaginaba cada parte de su piel, ¿cómo carajos? ¿Por qué él? Agh.

Día tras día nuestra tensión fue aumentando, nuestros encuentros nocturnos entre pasillos siempre acababan en pequeños roces, acorralamientos y hasta una vez casi metió sus dedos, dios, ¿Cómo ese señor podría saber tanto de la intimidad? Podría recordar como si fuera ayer (Si fue ayer).

Ayer en la noche...

Caminaba tarde por los pasillos, un corto vestido que a duras penas estaba bajo mi culo, no lo sentí venir cuando me acorralo y mi mejilla dio (no tan duro) contra la dura pared de piedra. Apretó mis caderas y sentí como mi feminidad apenas cubierta por la lencería negra rozaba la ceda de sus suaves pantalones.

—¿No hable contigo de ir tarde a fiestas? Linda es tarde, no puedo cubrirte siempre.

Oh si, nuestra confianza ha llegado al nivel de llamarlo Sev y como acaban de oír el me llama Linda, un apodo simple y muy muy común, pero créanme, sentir como ese apodo sale de sus labios, como su dulce y gruesa voz pronuncian ese apodo, Wow.

—¿Puedo?

Pregunto luego de unos largos segundos de silencio, sus manos estaban sobre mis muslos y los apretó con fuerza, a duras penas pude mascullar.

—Si.

Fue más una súplica que un permiso, sus dedos helados como hielo palparon mis labios íntimos, como me moje extremadamente rápido, me mordí el labio para evitar el jadeo que salía de mis labios, sus dedos se movían lento y presionaban fuerte la punta sensible de mi clítoris, rogué para no correrme enseguida, bajo más hasta que casi los metió pero Sev escucho pasos y simplemente beso mi mejilla para perderse entre las sombras, carajo.

Harry Potter [One Shots] ||+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora