Tokyo Revengers OneShots | Headcanons

02 | Ken Ryuguji

~ T/N

Llegué a casa de la universidad, estaba muy cansada, pero debía prepararme para trabajar. Dejé mi mochila repleta de libros en la cama y me dirigí al baño a darme una ducha caliente, me tomé mi tiempo, ya que aún tenía una hora y media para llegar. Salí y me puse unos pantalones negros tipo sastre, un corset rojo y mis zapatos de tacón negros. Recogí mi cabello con una toalla, para que se seque un poco y empecé a hacer mi maquillaje con paciencia, al terminar, sequé mi cabello con ayuda de un cepillo y secador y ya estaba lista. Tomé mi abrigo, mi bolso y llaves para dirigirme al Night Safari.

Bajé del metro y caminé las pocas cuadras que me faltaban para llegar al club, una vez ahí, entré por la puerta del costado para encontrarme con mi jefa, quien ya estaba esperándome.

-Llegaste justo a tiempo, ya estaban preguntando por tí, el escenario está listo, sube ya- me recibió mi abrigo y bolso para ponerlos a un lado del escenario.

Tomé un poco de agua y respiré hondo. Me subí al escenario y caminé lento hacie el centro de este, sonde había un pequeño banco de asiento acolchado y un micrófono delante de éste.

-Buenas noches- escuché una pequeña ovación de parte de las personas del club, aún era un poco temprano por lo que casi no había mucha gente borracha -mi nombre es t/n, y estarán conmigo las siguientes dos horas, espero poder ser de su agrado- las luces se apagaron y de pronto un foco iluminó mi silueta.

La música empezó y con ella mi señal, tomé el micrófono entre mis manos y crucé mis piernas antes de empezar a cantar.

~Draken

Este fue un día de mierda, terminé con Emma por fin, Mikey la encontró in fraganti con un chico en su cuarto, completamente desnudos. Esa fue la gota que colmó el vaso, sabía que ella me engañaba pero nunca la había visto haciéndolo, ni Mikey. 

-Ya estuvo Emma, admítelo, ya no me amas- dije sin siquiera verle la cara

-No Ken, te juro que aún te amo, sólo no sé lo que pasó, por favor perdóname, es la primera y última vez lo juro...- trataba de bajar mi rostro para verla pero no me moví ni un centímetro.

-¿Acaso crees que soy idiota? Sé que no es la primera vez Emma, no soy estúpido, por favor recoge tus cosas y vete, no quiero tener que ver tu cara una vez más- tomé sus brazos y alejé sus manos de mi cara para ir hacia la puerta de mi departamento -regresaré mañana, espero lleves tus cosas contigo, lo que sea que dejes, juro que lo quemaré en el patio- dicho eso, salí de casa, subí a mi moto y comencé a manejar sin rumbo.

Me odiaba, odiaba el hecho de haberla amado tanto tiempo y ella me correspondiera así, por mi mente no dejaban de pasar todo tipo de pensamientos; ¿acaso se aburrió de mi? ¿Ya no me ama? O peor, tal vez nunca me amó y solo me usó como un pasatiempo. Después de horas de manejar por la carretera, decidí encaminarme hacia la tienda de masctotas de Baji y Chifuyu, seguro que ellos tenían muchas cosas que hacer y yo necesitaba mantener mi mente ocupada. 

-Oi, Draken-kun- saludó Chifuyu mientras cargaba un cachorro hacia su jaula, donde habían más cachorros parecidos

-Por dios Draken, te vez del carajo, ¿qué diablos te pasó?- preguntó Baji, como siempre sin una gota de pudor, sólo chasqueé la lengua y me dejé caer en una silla junto a la puerta.

-Tu también te ves de maravilla, amigo, ¿cambiaste de shampoo? Como que tu cabello perdió un poco de brillo- dije dejando mi casco al lado mío.

Baji abrió sus ojos como platos y salió corriendo hacia el baño a verificar el estado de su preciado cabello de propaganda de shampoo caro, Chifuyu y yo nos partimos a carcajadas al ver la reacción del pelinegro.