Pequeña lady Siyeon [1/?]

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EL rumor de lo que Derrrick Eckhart le había hecho a su hermanastra se había extendido como pólvora, la desaparición del joven duque así como el título paso a ser ahora de Reynold Eckhart.

Aun así, lo que le paso a Penelope fue algo que desagradablemente pasaba con mas frecuencia de la que se pensaba, la emperatriz lo sabía por su red de información.

¿Quien pudo pensar que el joven duque se atrevería a meterse en la habitación de su hermanastra en la noche por tanto tiempo? Eso fue lo que llevo a la princesa Eckhart a un profundo trauma.

O

Siyeon nace como hija de Penelope Eckhart en Eorka.

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“¿Escuchaste lo que paso?” Las damas chismearon detrás de sus abanicos.

“Pensar algo así del heredero Eckhart”

“Escuche que el duque lo mando lejos para no tener que verlo, y mando a Penelope al territorio ducal” 

Miraron al nuevo heredero, Reynold Eckhart, parado a lado de su padre mientras el emperador daba un discurso. No había rastro de Derrick ni de Penelope, pero todos hablaron de ellos. 

EL rumor de lo que Derrrick Eckhart le había hecho a su hermanastra se había extendido como pólvora, la desaparición del joven duque así como el título paso a ser ahora de Reynold Eckhart. 

La emperatriz escucho los chismes del asunto mientras sostenía la mano de su hijo, Callisto Regulus, de tres años y miraba a nadie en particular sentada desde su trono, paso una mirada rapida por el marquesado Ellen, podía ver ahí a la amante de su marido pero la ignoro. 

Por el bien de Callisto, ella debía prepararlo para ser un buen emperador en el futuro.

Recordo a la princesa Eckhart, una niña de reemplazo que fue traída cuando la verdadera hija desaparecio. La niña usaba los mejores vestidos y las mejores joyas, tenía un caracter feroz y orgullosa, si no fuera por el color tan oscuro de su cabello, podría pasar como una verdadera Eckhart. 

Claro, si sus hermanos no le mostraran tantas faltas de respeto o ignoraran su existencia, ella también podría pasar como una verdadera Eckhart. 

Aun así, lo que le paso a Penelope fue algo que desagradablemente pasaba con mas frecuencia de la que se pensaba, la emperatriz lo sabía por su red de información. 

¿Quien pudo pensar que el joven duque se atrevería a meterse en la habitación de su hermanastra en la noche por tanto tiempo?

[Meses después

Mansión principal ducal Eckhart en el terrotorio del ducado]

“¡Mi señorita! ¡Es una niña!” Exclamo Emily mientras envolvía a la bebé en sabanas blancas, la bebé lloro escandalosamente y Penelope jadeo mientras soltaba las correas de tela que había estado sosteniendo desde que empezo el trabajo de parto. 

Miro hacia la bebé, con la cara sudada y pálida, una sonrisa cansada se apodero de su cara cuando vio a la bebé en los brazos de Emily, solo para ser invadida por un profundo miedo cuando no se la acercaron. 

No, no se la podían llevar, era su bebé. 

Era de ella

No podía hablar, no podía pedir que se la regresaran, densela de vuelta, regresasela. 

“No” Susurro al borde de la inconsciencia “No se la lleven” 

Penelope cerro los ojos mientras escuchaba el llanto de su hija, no escucho a las parteras pedirle que se despertara ni a los sirvientes correr de un lado a otro con toallas y sabanas.

Historias Cortas [LMEEUFPLV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora