Tres, Cuatro, no los necesito más [2/2]

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Tres, cuatro, no los necesito mas.

"...¿Duque?" Un guardia lo llamo antes de entrar a su oficina con Iklies y Pennel "Yo, escuche de Iklies que estan buscando a una mujer de cabello rosa y ojos verdes"

"¿La recuerdas?"

"No recuerdo a ninguna mujer con esa descripción dentro de la mansión, pero... puede decirse que ella es bastante popular"

"¿Popular? ¿Que quieres decir?" Derrick pregunto seriamente.

"Bueno, no quiero decir que ustedes la conozcan o sepan algo de ella, no me atrevo, digo ¿Como la conocerían? ¿Cierto?

"Mark, ve directo al grano" Le dijo Iklies sin mirarlo.

"Bueno" Mark carraspeo "Existe una mujer con las características que me dijeron, pero ella... es una acompañante nocturna bastante famosa en el barrio rojo, y es muy exclusiva, no cualquiera puede... ya sabe, si me entiende... Una prostituta"

Derrick lo miro con furia y Mark no podía entender el motivo por el que el joven duque se enfado de esa manera.

Tampoco entendió porque fue castigado con correr mil veces alrededor del campo de entrenamiento.

La vida era cruel.

.

.

El duque bajo del carruaje apresuradamente, con Reynold detras de él. El camino era relativamente bueno, pero las casas estaban en un estado deplorable. Callisto miro las casas cayendose, a los mendigos pelear entre ellos y a las mujeres llamarlos para tener una noche a cambio de dinero.

Tendría que reparar esto una vez que volviera al palacio.

EL duque camino entre los callejones, como si recordara este lugar especificamente, antes de llegar a una casa medio derrumbada por el tiempo y con olor a humedad, sin una puerta, solo una cortina.

El duque se detuvo frente a esa cortina vieja y mojada.

"¿Padre?" Lo llamo Reynold mirando este lugar. La madera humeda, el techo a medio caer, las viejas sabanas que colgaban en las ventanas como cortinas y la mas completa en la puerta de la entrada

¿Este fue el hogar de Penelope?

"Es aquí"

La cortina se abrio y una mujer salio de la casa en ruinas. Por poco no la reconocieron, con el cabello corto por encima de los hombros, pero recogido en un moño, mas delgada, ojeras marcadas y ropa desgastada.

Pero era Penelope, su cabello magenta era inconfundible.

"Eh" Ella se sorprendio de ver varios hombres esperando afuera de su puerta, no, su cortina "Lo siento, cualquier pedido debe ser tratado con el establecimiento, ya no hago tratos directos con clientes y estoy fuera del servicio hasta el proximo año"

Su cabello magenta estaba algo... seco, su rostro mas delgado y puntiagudo, su tono de voz era defensivo y sobre todo... la enorme barriga que tenía, señal de un embarazo avanzado. Eso hizo que Reynold retrocediera un paso, como si lo que viera fuera un mero insulto. Ella lo miro, no le presto atención pero puso una mano sobre su barriga de forma protectora

Penelope no entendió porque los nobles estaban tan sorprendidos de verla, pero tampoco tenía tiempo para perder con ellos.

Aun así, fue mas amable de lo que debía y les indico.

"El burdel abre hasta la noche, pero si pueden pagar una buena cantidad, pueden atenderlos ahora"

Luego, ignorandolos de nuevo, se marcho con nada mas que una vieja canasta en sus manos.

Historias Cortas [LMEEUFPLV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora