𝑴𝒊𝒄𝒉𝒊 - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆

Capítulo 8

—Hola —dije tímidamente mientras salía de la habitación.

Aún no superaba que Roseanne me haya visto prácticamente desnuda.

—Hey ¿Quieres algo para tomar? —dijo con media sonrisa y yo sólo asentí.

Es un poco incómodo usar ropa, pero debo de acostumbrarme.

—Mmm, puedo hacerte una chocolatada, mate cocido, té, café, café con leche, maté, leche, maizen- —la interrumpí.

—Una chocolatada está bien —dije y me senté en la silla.

Ella asintió y sacó la leche junto al chocolino para hacerlo, vi que sacó dos tazas así que supuse que ella también iba a tomar conmigo.

—¿Jennie, te gustaría salir algún día a pasear? —preguntó mientras dejaba la taza frente a mí.

—Me encantaría... Pero debería de ir en mi forma gatuna, ya que no aguanto ni dos horas en esta "forma"... —expliqué mientras bebía de mi taza.

—Claro, no hay problema —dijo con una sonrisa e imitó mi acción.

Al probar la chocolatada un recuerdo vino a mi mente, era yo de niña estaba en el jardín merendando junto a mis compañeros, ellos me veían raro.

Vi a Roseanne sonreír en grande.

—¿Q-qué ocurre? —pregunté girando un poco la cabeza.

—Es que apenas tomaste un sorbo tus orejas se levantaron así —indicó usando sus manos como si fueran orejas y las puso rectas.

—Oh, es que hace mucho no tomaba una chocolatada —dije con una sonrisa.

—Bueno, debes saber que puedes usar las cosas de la cocina si tienes hambre —murmuró con una sonrisa y bebió de su taza— Mientras no quemes nada está bien —dijo mientras se levantaba para buscar galletitas en la alacena.

—Me parece bien —dije, poco a poco podía sentir como la tensión había se iba.

Roseanne era muy amable, tuve suerte de encontrarla.

Luego de charlar un rato con Jennie tuve que ir al supermercado.

Nos habíamos quedado sin galletas, sin fideos e incluso sin café. No sé en qué momento paso todo eso, pero seguramente Lisa se robó alguna de esas cosas.

Así que ahora me encontraba haciendo una extensa fila para sólo llevar tres cosas.

¿Debería comprar algo más? Mmh es que traje el dinero justo...

Así que sólo me quedaba esperar a que la aburrida fila se acabe.

—Rosie~ —al escuchar que me llamaban por mi apodo me giré encontrándome con Sana.

—¡Hermanita! —exclamé, no éramos hermanas ni nada pero me gustaba decir que lo éramos.

Ella se acercó con una sonrisa y me abrazo.

—¿En serio estás haciendo una fila tan grande para comprar sólo eso? —preguntó Sana con una sonrisa.

—Sip, es que sólo necesito esto ya que alguien cofcofLisacofcof se robó esas cosas la otra noche —dije fingiendo toser lo que causó una risilla de Sana— ¿Y Tzuyu? —pregunté mientras movía las cejas.

Sus mejillas se tiñeron de un leve rojo.

ㅡ—T-todavía se está quedando en mi apartamento, pero ahora le agarro un resfrío así que vine a comprar un té que me recomendó mi madre para eso —explicó mientras sacaba una cajita de té de su bolsa.

—Oh, espero que se mejore —dije con una sonrisa.

—¿Tanto tiempo llevamos hablando? Ya te toca —dijo Sana con sorpresa al notar que ya era mi turno.

Me acerqué a la cajera.

—Serían **** —murmuró y yo saque mi billetera para pagarle.

Me despedí de Sana y me dirigí al departamento que quedaba a sólo cuatro cuadras.