—¡Jen no corras tan lejos! —gritaba mientras intentaba alcanzarla.
Habíamos llegado a un parque y Jennie no paraba de correr por el pasto y de subirse a los árboles, aunque esto le costaba más de lo normal ya que estaba en su forma humana.
—Rosie no se si lograré bajar —gritó desde un árbol.
—¿Los gatos no caen siempre de pie? —le pregunté y ella giró los ojos.
—Si me transformó mi ropa quedará aquí —dijo y yo reí nerviosa por lo estúpida que me había visto.
—Tírate encima de mí, a esa altura no creo que te hagas daño —dije mientras extendía mis brazos.
Ella pareció pensarlo.
—Me tiro a tus brazos si luego me compras un helado —negoció y yo reí por su actitud.
—Los que quieras —dije y sus ojos verdes brillaron.
—¡Más te vale atraparme! —gritó y yo sólo asentí— Uff —suspiró y se acomodó en la rama.
No estaba tan alto, pero aun así no quería que se golpee.
—¡Cuando quieras! —grité y Jennie comenzó a contar con sus dedos.
Cuando llegó a uno se tiró. Pude ver como cerraba sus ojos mientras caía, logre atraparla pero termine cayendo de espalda.
—¡Wuhh! ¡Eso estuvo genial! —decía Jennie mientras daba pequeños brinquitos en mi regazo y movía sus manos de forma adorable— ¿Podemos hacerlo de nuevo? —preguntó mientras me miraba con sus brillantes ojos verdes.
—Claro que sí —dije mientras me sentaba y enrollaba mis brazos en su cintura, haciendo que ella quedé sentada sobre mis muslos.
Ella sonrió en grande y enrollo sus brazos en mi cuello para luego darme un beso en la nariz.
Yo me sonroje al instante, pero por suerte ella no pudo verlo ya que se había levantado para subirse otra vez al árbol.
Luego de varias horas jugando con Jennie mi espalda estaba muy adolorida y llena de pasto.
Pero ¿A quién le interesa el dolor? Pasé uno de los mejores días de mi vida junto a mi persona favorita.
Ahora estábamos yendo a una heladería que quedaba cerca del departamento
Menos mal que traje bastante dinero, pensé mientras veía a Jennie elegir una torta helada, esas cosas son muy caras.
Pero no podía decir "no" a esa carita suplicante.
—Son $15 —dijo la vendedora, y con todo el dolor del mundo extendí mi dinero— Gracias por su compra, vuelva pronto —habló con una sonrisa una vez que agarro mi dinero.
Jennie llevaba la caja con la torta helada como si fuera un tesoro, aunque con lo cara que salió podría serlo.
—¿Por qué la vendedora te sonrió? —preguntó apenas entramos al departamento.
Se veía tan tierna con el ceño fruncido y los brazos cruzados.
—Lo hace por obligación, ¿por qué preguntas? —dije acercándome a ella para abrazarla.
—Por nada —murmuró entrecerrando los ojos— Cuando era niña sólo les sonreían a gente linda o interesante —dijo apoyando su cabeza en mi pecho.
—Entonces a ti te sonreían muy seguido —dije sonriendo al ver como sus mejillas se teñían de un ligero rosa.
—G-gracias —murmuró mientras dejaba un beso en mi mandíbula— ¿Vamos a comer? Dejemos la torta helada para el postre —habló con una sonrisa.
Agarro la caja y la metió al freezer.
—¿Qué quieres comer? —le pregunté mientras revisaba la heladera.
—Sorpréndeme —dijo y se sentó en uno de los banquitos de la cocina.
Hace mucho que no hacía hamburguesas, así que cocinaría eso.
Mi celular vibró antes de que pudiera agarrar la carne picada. Me fijé de quien era el mensaje, puff era obvio de quien se trataba con sólo leer lo que decía.
Lili trola: Que geis
Yo: ?
Lili trola: Pensé que te había dicho que hay cámaras en tu cocina.
Por cierto, más les vale dejarme un pedazo de esa torta helada.
Yo: ¡¿Qué?! ¡¿Cámaras?!
Lili trola: Chu dice que también le guarden.
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𝑴𝒊𝒄𝒉𝒊 - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆
Fanfictionㅡ¡YA DEJA DE DECIRME MICHI! ME LLAMO KIM JENNIE, JEN PARA LOS AMIGOS!!! ㅡgritó la peliazul que hace unos momentos era un inofensivo gato. ㅡY-yo l-lo siento ¿J-Jennie?, pensé que no te molestaba llamarte así... ㅡmurmuró la alta mientras apartaba la m...