𝑴𝒊𝒄𝒉𝒊 - 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒏𝒊𝒆

Capítulo 19

—¡Ya llegué! —grité mientras cerraba la puerta con un poco de dificultad.

Escuché varios pasitos provenientes del pasillo así que me asomé por este, y pude ver como Jennie venía corriendo en su forma gatuna.

—Michiii —dije mientras me arrodillaba para darle mimos— Traje varios remedios y un té para tu resfriado —murmuré agarrando la bolsa donde estaban las medicinas— Si quieres ve a cambiarte para poder tomarlo —agregué acariciando su cabecita.

Ella asintió y salió corriendo a la habitación. Al poco tiempo Jennie salía de esta mientras se acomodaba la camisa.

Estornudo apenas entró en la cocina, y rápidamente me acerqué a ella.

—Jen~ Te dije que agarrarías un resfriado —murmuré mientras la abrazaba.

—Perdón Rosie —dijo separándose del abrazo para verme a los ojos.

Aparte la mirada.

—No pasa nada boba —le sonreí.

Apoyé mi mano en su frente y pude notar como esta estaba un poco (bastante) caliente.

Me fui a calentar el agua para hacerle el té lo antes posible.

Mientras que ella inspeccionaba la bolsa con remedios y algunas galletas que había comprado por ahí.

—Wah~ Este remedio dice que tiene sabor a mandarina... ¡Me encantan las mandarinas! —exclamó sosteniendo la cajita del remedio en sus mano— ¡¿Puedo tomarlo ahora?! Digo... Sería lo mejor para que empiece a hacer efecto en mi interior —dijo mientras se acercaba hacia donde yo estaba.

—Mmh está bien —dije buscando una cuchara por los cajones— Pásame la cajita —pedí amablemente una vez ya tenía la cuchara en manos— Cada 8 horas tienes que tomarlo —expliqué mientras ponía un poco de remedio en la cuchara— Di ahhh~ —pedí mientras abría la boca.

—Ahh —con suavidad lleve la cuchara a su boca para darle el remedio.
Apenas la saque de su boca ella frunció el ceño.

—Esto no sabe a mandarina —dijo mientras negaba con la cabeza.

—¿En serio? —dije dejando el remedio en la heladera.

—Sii, sabe muy mal —confesó.

Puse el té en una taza y lo llevé a la mesa.

—Tal vez esto sepa mejor y te saque el mal sabor de boca —dije viendo como soplaba un poco la taza y sorbía de esta.    

—En serio sabe muy mal —dijo Jennie dando el último sorbo a su té.

—Y huele muy mal —dije riendo mientras me tiraba un poco hacia atrás.

Desde aquí se podía oler la mezcla del remedio y el té.

—¡Ey! —se quejó para luego comenzar a reír.

De un momento a otro ella estaba frente a mí.

—¡Ya verás, sabe peor de lo que huele, te lo aseguro! —dijo apenas ambas terminamos de reír.

Iba a decir un comentario gracioso pero sus labios callaron los míos con un rápido beso.

Fue "solamente" un pico, pero siendo sincera me quedé con ganas de más así que "discretamente" dirigí mi mirada a sus labios y con suavidad tomé su mandíbula para acercarla un poco.

Ella pareció entender mis acciones acortando la distancia entre ambas y uniendo nuestros labios.

Un cosquilleo floreció en mi abdomen. ¿Mariposas?, pensé mientras llevaba mis manos a sus caderas para levantarla un poco y hacer que se siente encima de mis piernas.

Ella en cambio llevo sus manos a mi cabello para tirar un poco de él.

No les voy a mentir, mi interior estaba ardiendo por Jennie.

Debido a la falta de aire nos separamos, ambas con la respiración agitada nos miramos a los ojos y mantuvimos el contacto visual hasta que nuestras respiraciones se calmaron.

—Así que... así será desde ahora —dijo Jennie juguetonamente.

Yo sonreí ante sus palabras.

"Así será desde ahora" Me encanta esa idea.

—¡¡¡Achus!!! —mierda.