Capítulo 34

33 9 0
                                    

Rachell Bail.

Siento el corazón salir de cuerpo cuando veo a Adriel apunto de saltar de la terraza.

Gracias a mi intuición y a qué no lo pude encontrar en ningún otro lugar de la casa llegué hasta aquí, pensé que estaba leyendo para desestresarse, pero no... Allí está él, con las piernas temblorosas, diciendo cosas que no entiendo...

Siento que me desarmo cuando él hace un ligero movimiento hacia delante...

- ¡ADRIEL NO!

Antes que pueda inclinarse por completo lo tomo de la mano y lo halo hacia mí.

- ¿¡No Rachell qué has hecho!?- dice él mirandome con desprecio y decepción.

- Salvando tu puta vida, ¡que al parecer yo valoro más que tú!

- CÁLLATE TÚ... ¡TÚ NO SABES NADA!

- ¿Y qué se supone que no es lo que sé Adriel? ¿O acaso querías quitarte la vida por Andrea?

- ¿Qué?¿Estás loca? Por esta misma razón te digo que no sabes nada Rachell, yo... Yo no estoy bien.

- ¿Por qué no me habías dicho nada?

- Rachell yo...

Él se sienta y toma mis manos y me mira directamente a los ojos.

- perdóname... Necesito que me perdones- dice mientras su voz se entrecorta y lágrimas comienzan a salir de sus ojos.

- ¿Pero A-adriel a qué te refieres?

- Lo siento por quedarme callado, perdóname por no decir nada, perdóname por lo que estoy haciendo... Soy un monstruo y necesito... Necesito tu perdón.

Cada vez me confundo más.

- Adriel no puedo perdonarte de algo que nunca has hecho, no sé... No sé de qué hablas.

Él me abraza y entierra su cara en mi hombro.

- Sé que no lo sabes, pero dímelo Rachell, dime que me perdonas por favor.

- Adriel yo... Necesito que me expliques.

- Rachell solo dilo.

Miro al cielo como si allí encontrara respuesta a lo que estoy sintiendo en este momento, porque no comprendo absolutamente nada... ¿De qué habla Adriel? ¿Por qué debería de perdonarlo?

- Ojitos por favor...

Yo me despego de él y lo miro directamente a los ojos.

- Adriel te amo, no sé qué pasa contigo pero juntos podremos salir de esta- lo beso y lo abrazo.

- Siempre me haces feliz ¿Cómo podría pedirte perdón por eso? ¿Pensabas irte... Irte y dejarme sola? Eso sí jamás te lo hubiera perdonado, ¡JAMÁS ADRIEL SCOTT!

Él solo me mira con dolor en sus ojos y toma mis manos.

- No lo volveré hacer...

Claro que no.

- ¿Vamos abajo sí?

Él solo asiente y vos nos incorporamos y bajamos.

Nunca lo había visto así, nunca lo había visto tan asustado, tan tristes y sobretodo de una manera tan vulnerable... De verdad me partió el corazón verlo tan débil.

Siempre me lo pregunté, ¿Qué hay dentro de él?

en su cuarto él se sienta mirando hacia la pared, como si pensara.

-¿Y no tomas pastillas?- pregunto sentándome a su lado.

-Las tomaba... deje de hacerlo- responde sin siquiera mirarme.

Tecla a Tecla (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora