Epílogo

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Omnisciente.

El agente Stevens perturbado y con Miles de dudas se dirige nuevamente al hospital psiquiátrico donde estaban internados los hermanos Torres, Rachell y Augusto.

Ya adentro le hace una pequeña interrogación a la señora psicóloga que los evaluaba.

— Hábleme de los cuatros— exije el agente.

— Los torres... Ellos estuvieron aquí desde que Carolina tenía solo 3 años y su hermano 7, sus padres no se creían capaces de poder controlar a sus hijos, ya que Carolina estaba diagnosticada con esquizofrenia y Aarón con psicopatía. El joven Augusto llegó acá cuando tenía 10 años, su padre era una persona pública y no sé podía dar el lujo de que fuera visto con un niño anormal, esas fueron sus palabras, ya que sus actos de maldad remetían a rumores que hasta ya para ese entonces había matado a alguien. El años siguiente a ese ingreso una niña de hermosos ojos verdes, Rachell Bail, diagnosticada con estrés postraumático y sociopatia.

— ¿Y de qué hablaban durante sus terapias?

— Oh no, eso no se lo puedo decir por asuntos de confidencialidad, pero algo si le puedo mostrar.

La psicóloga abre una de sus gavetas y saca un papel doblado y se lo entrega al agente.

— Está carta es una reflexión que hizo Rachell antes de salir de acá e irse a vivir nuevamente con sus tíos, ella decía que quería ser escritora y qué mejor libro que el de su vida. Ella me dijo que este sería su prólogo.

El agente Stevens desdobla el papel y comienza a leer.

Para todas esas lectoras y lectores que saben que nada dura para siempre, y que el final es parte del comienzo, que tanto la vida y todo en nuestro alrededor es pasajero y todo termina para dar comienzo aquello que aún no ha empezado su camino, que aunque el camino sea corto hay que disfrutarlo al máximo, aunque todo al final desvanece sabemos que mientras estuvo nos impulso en nuestro propio camino, dejándonos lecciones, derrotas, victorias, felicidad, tristeza, amor, odio, desilusión, ilusión, pero sobretodo nos hizo crecer como personas, porque sabemos que no debemos aferrarnos a nada porque todos estamos en un autobús, y no sabemos en qué estación nos toque bajarnos. Vive cada momento como si fuera el último, porque la vida es corta, pero más corto son los momentos en los que somos felices.

Es muy... Profundo para alguien como ella, parece un análisis de una persona normal.

— No, es falso como toda su vida... Yo estuve allí, el día de la competencia, pensé que de verdad había cambiado, que era diferente, pero al ver todo el horror supe de inmediato que había sido ella... Y lo comprobé cuando me entrego esto.

Ella le entrega otra hoja al agente.

— Y me dijo que ese era el nuevo prólogo de su historia, el prólogo real...

El agente Lee lentamente y mira a la psicóloga.

— Pero cómo puede ser esto posible si ella no se presentó en la escuela ese día.

— Sí lo hizo, me entregó ese papel y me perdió que no lo leyera hasta después de la competencia, luego dió media vuelta y se marchó.

El agente con una nueva evidencia pero más confundido que nunca, se levanta y agradece a la Sra Louren por la información.

— Muchas gracias por este aporte...







⚒️¿Fin?⚒️

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Tecla a Tecla (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora