¿Qué haces cuando aquel amor que té terminó por destruir por completo en tu pasado, ingresa de nuevo a tu vida como si los años no hubieran pasado?
a) Lo recibes con los brazos abiertos.
b) Lo matas.
c) Simplemente lo ignoras, porque para ti está mu...
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❄️10 Días Antes de la Nieve Roja🐞
Narrador Omnisciente.
Al bajar del carruaje la mirada tensa de Nora miro a Mika el cuál se veía altamente preocupado no solo por lo que iba hacer sino al ver cómo sus iris paulatinamente se volvían carmesí, el abrio su boca.
— No hagas lo que creo que harás Nora. Se que aún tienes humanidad en ti, se que aún lo amas. Piensa en ello.— su tono salió al borde de la desesperación, sabía muy bien como quedaría Nora si mataba a su vinculado el había pasado por ello, y había sido como sacar a la superficie a uno de los nueve círculos del infierno, más aún sino tenías a nadie que te mantuviera cuerda.
Ella sonrió por lo bajo amargadamente, de espaldas a él con su cabello semilargo rozando sus hombros y negó lentamente. Se enderezó y miro una vez aquella gigantesca estructura más allá de aquel alto portón que los enfrentaba más allá del sendero rodeado por aquel extenso jardín, su vista se fijó en aquellas dos puertas que eran como un fuerte para cualquiera menos para ella. Cerro los ojos y agudizó su audición, como en segundos el aroma y el sonido de dos corazones retumbaron en sus canales auditivos.
Su hermana.
Vanitas.
Ella tenía en claro, desde hace más de siete largo años siempre supo que era lo que haría.
— No entres. Entras y te mato. — su tono de voz se escuchó tan frívolo tan consciso, que Mika lo supo al instante era una cruda y real amenaza que lo dejó sin aliento, inmutable y totalmente desganado.
Nora ya había tomado una decisión y el ya no podía hacer más nada
La historia con su vinculado iba a repetirse y el solo podía quedarse a esperar lo peor.
(....)
Nora ingreso a la mansión con aquella extraña sensación de ahogo en su pecho y esa constante opresión en su pecho. Ella miro al frente aquellas puertas que parecían que no tenían un final. Sacando sus dagas, se paro delante de aquel pedazo de Castillo; porque parecía uno. Sus puertas enormes se abrieron y un largo y ancho pasillo se dibujo delante de ella donde al final de este, había una especie de plataforma llena de enredaderas negras, plantas marchitas. Ella desvío sus ojos hacia los lados de aquella plataforma.
