Confesarse

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-No ship
-Pedofilia
-sicarios
-Ace es un sacerdote
-Esto no busca ofender el catolicismo






"En nombre del padre, del hijo y el espíritu Santo, podéis iros en paz" la voz joven y grave del pecoso recita como cualquier día en su trabajo de medio tiempo, seria e indiferente.

"Amén" el coro de la palabra 'que así sea' entra y sale por sus oídos como un ruido cualquiera.

Portgas D Ace era un joven adulto veinteañero que trabaja de suplente en una misa para ganar un poco de dinero con el que podría salir a beber con sus amigos y poder pagar sus cervezas y lujos.

No es que fuera pobre o algo, aún iba a la universidad y vivía con su padre y madre Rouge y Roger quienes fácilmente lo mantenía al ser millonarios, pero Ace prefería ganar su dinero independientemente y no por despensas de sus padres.

En lo personal él no era creyente y no seguía ninguna de las reglas que conlleva ser un padre sustituto, normalmente solo hacia compañía pero cuando el principal señor no asistía era él quien se encargaba de la iglesia, tal como ese día.

Las típica reglas de vestir formal, no lucrar, no fornicar, no procrear y entre más, estaban fuera de su ámbito rutinario de su día a día.

Su sistema ya había sido manchado por el licor, las drogas y el sexo tanto gay como hetero.

A él realmente no le importaba quien fuera, con tal de que tuviera un buen culo donde introducir su pene él estaría de acuerdo.

Cuando la iglesia estuvo vacía de religiosos aficionados se encontró estirando sus brazos y bostezando, aburrido luego de una hora de hablar, pedir ofrendas y promocionar el curso juvenil de la misa.

Sus ojos grises perezosos miran con desagrado al hombre que ingresa en las enormes instalaciones, caminando directamente a él, dejando un rastro de eco de sus ruidosas pisadas; sabiendo que para su labor de medio tiempo debía ser servicial y respetuoso para no ser despedido puso su mejor cara amigable y atendió al hombre con brazos extendidos.

El hombre era obviamente mayor que él, lloraba y sollozaba, y Ace reprimió las ganas de gritarle que se calle porque odia el ruido de la gente llorando, aún así sonrió cálidamente y rodeo con su mano la sudorosa y fría del otro.

Solo un segundo después de esto el hombre sin soltar su mano cae de rodillas y agacha la cabeza mirando el suelo llorando con más fuerza.

Simplemente patético, Ace está conciderando si su trabajo realmente vale la pena.

"He venido a confesarme padre" el hombre recita entre bocanadas de saliva y aire, sorbiendo mocos y hablando chillón por los sollozos.

Ace ignora que ni siquiera es un padre, optando por hacer su trabajo.

"No se preocupe usted hermano mío, nuestro señor Dios oirá sus plegaria y lo perdonará de cualquier pecado" Ace repite un monólogo aprendido, el mismo que Rayleigh le hizo aprenderse.

"Sigame, por aquí" Al separar las manos, disimuladamente Ace limpia la suya con su túnica guiando al lloroso hombre a una pequeña cabina de madera donde la gente se confiesa.

Ambos acaban sentados uno frente al otro, separados solo por una mesa sucia y desgastada por la falta de cuidado.

"Cuénteme usted sus tormentos y ruege el por el perdón de nuestro señor Jesucristo".

El hombre con violencia deja caer su rostro contra la mesa haciendo un fuerte ruido que causó una mueca dolorosa en el rostro del pecoso.

"Y-yo, yo.... ¡YO VIOLE A MI HIJA DE 5 AÑOS Y LA ABANDONE EN UN BASURERO! hig huuuug gio no g-geria" luego de gritar sus palabras eran incomprensibles para los oídos del peli negro.

¡𝓤𝓷 𝓣𝓻𝓪𝓰𝓸 𝓟𝓪𝓻𝓪 𝓥𝓲𝓿𝓲𝓻!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora