Fukumori 2

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Otro día dio comienzo en el apartamento de los más mayores y, como el día anterior, trataron de no cruzar palabra.

Fukuzawa cuidaba de Bicho mientras que Mori revisaba el correo de la mafia, nada extraño... nada hasta que Natsume tocó a la puerta, solo para entregarles una caja pesada, ¿qué llevaría?

El médico no le importó mucho y siguió con sus tareas, entre las que estaba consultas a distancia, entre ellas a los comandantes de lagarto negro.

- Hirotsu, comenzaré por ti – habló – cuando vuelva te haré el examen de próstata, pero has sufrido alguna molestia o algún ardor – Tachihara no pudo evitar reírse, recibiendo un golpe del más mayor.

- Ninguna, boss, pero temo que me comiencen a fallar las fuerzas por la edad y el machaque que llevo – y es que llevaba años sirviendo a la mafia.

- Bueno, si notas alguna punzada o dolor en el pecho avísame de inmediato, no queremos que te vuelva a dar un infarto – y es que sí, el viejo tuvo un infarto meses antes, del cual aun se desconoce la causa – joven Tachihara...

- Estoy bien, boss, no debe preocuparse, las pesadillas han desaparecido y por fin puedo dormir bien.

- Debería hacerte revisión urológica... - la cara de horror del tintado lo decía todo - ¿eres virgen?

- Obviamente no, ¿por quién me toma? Si todas están detrás de mí – una patada fue directa a su cabeza - ¡Gin!

- Esta bien... con más razón para revisarte, si sientes escozor o algún bultito dímelo, y usa protección, como dejes embarazada a alguien te asesino.

- Sí.

- Gin, te toca revisión ginecológica, lo sabes, ¿verdad? – la aludida bajó la mirada – ¿hiciste lo que pedí? ¿Yosano te revisó? – ella asintió algo roja.

- Está todo en orden.

- ¿Por qué a ella no le pregunta si es virgen? – demasiado cotilla el Michizo.

- Porque se que no lo es – y se tocó una cicatriz que llevaba en el pecho – cuando llegue os revisaré a los tres, llevad cuidado – y colgó.

- Te estás tocando la cicatriz... - habló Fukuzawa - ¿me dirás como la hiciste?

- Me arrepiento de mi pasado... ahora mismo no me atrevería a tocar a ninguna niña que no fuese Elise... pero por aquella época... - los recuerdos eran dolorosos incluso para Mori – Gin era muy dulce e indefensa, su hermano a penas podía controlar su poder, por lo que me aproveche de aquello...

- La violaste...

- Una de esas veces Dazai vino, al parecer Akutagawa lo avisó de lo que sucedía... parecía fuera de sí... me clavó una vara de metal por la espalda que me atravesó el pecho... y justo cuando pensé que moriría me salvó, dejándome un terrible recordatorio... si volvía a dañar a su niña... sufriría un destino peor que la muerte.

No se dijo nada más sobre aquello en todo el día, no era algo agradable de recordar, por lo que siguieron a lo suyo, hasta caer la noche, donde Fukuzawa decidió abrir el paquete entregado por Natsume.

Dentro se encontraban unos álbumes de fotos... llenos de su pasado junto a Mori. Mandó llamar al médico y comenzaron a ver las fotos... tantos recuerdo...

- Esta fue de nuestra primera cita – comentó el pelinegro, recostándose sobre el hombro ajeno – que recuerdos.

- Sí, cuando Elise casi me clava la jeringuilla por decir que prefería los gatos... - Mori rio. Pasaron la página, parecían una alegre pareja reviviendo viejos momentos – mira, de cuando te salvé de aquellos traficantes.

- Oh sí... acabamos haciéndolo en aquel camión mugriento... me dio infección.

- Tu comenzaste.

- Me drogaron.

- No estabas drogado.

- Oh...

Siguieron así un rato hasta que observaron un CD en el fondo de la caja, tenía como título "Dmitri Shostakovich – The Second Waltz". No dudaron mucho y colocaron el CD para que sonase.

Con una reverencia, Fukuzawa invitó a bailar a Mori como en los antiguos tiempos... algo que sin duda ambos necesitaban, volver a sentir ese amor que ninguno había perdido.


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