Soukoku 5

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Al fin eran libre, el doble negro volvería a reinar en las calles de Yokohama... o eso pensaban todos.

- ¡Qué árbol más maravilloso para ahorcarse! – sí, Dazai volvía con sus intentos de suicidio, cosa que enfadó a Chuuya, quien le dio una gran patada, haciéndolo caer de cara.

- Maldita momia suicida... - y comenzó a irse sin decir más, no se quedaría para descubrir si el castaño cumpliría su promesa o no.

- Te prometí no matarme.

- Lo sé... por eso me voy... - eso confundió al contrario – la próxima vez que nos veamos cumpliré tu sueño y te mataré – eso consiguió hacer sonreír a Dazai, quien veía como el pelirrojo desaparecía en la distancia.

Ambos sabían que, si volvían a verse, no se matarían, pero quién sabe, el destino es caprichoso.


Solo un diamante puede pulir a otro diamanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora