Cap.52

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-Espero que este bien-
-cállate Paula, la vas a despertar-
-perdona, hace mucho esta durmiendo y ya me pone nerviosa-
-Estuvo expuesta al frío mucho tiempo, esta muy débil y sus posibilidades son pocas, sin embargo puede despertar-
Esa conversación entre voces que no reconocía, se escuchaban lejanas, como si hablaran a travez de un tubo y ni siquiera estuviesen en el mismo lugar que yo. No podía moverme y además del frío sentía un gran ardor en el brazo, era lo único que me hacia darme cuenta que seguía viva, el dolor. Quería gritar para que supieran que estaba bien, pero una sequía en mi garganta no me lo permitía, sentí como las personas de allí se retiraban de la habitación lo que me provocaba una sensación de angustia y soledad que no quería sentir, pero a la vez el no saber quienes eran y donde estábamos me provocaba miedo e incomodidad.
Ya había pasado un día en la misma situación y Andrew era mi preocupación en este momento, solo escuchaba conversaciones acerca de mi estado y nada sobre Andrew, lo que me preocupaba cada vez más. Cada unas dos horas entraba una muchacha con las manos totalmente frías a tomar mi pulso e inyectarme algo que no sabia que era, pero sentía el pinchazo y el liquido recorrer mis venas, una vez al día ésta desenrollaba una tela de mi brazo y aplicaba lo que calcule era alcohol por el ardor que me hacia sentir sobre una herida que no sabia como me la había hecho, luego se retiraba sin emitir palabra alguna. A lo que creía era el medio día de mi segundo día por así decirlo "consciente" de estadía en ese lugar al fin pude mover mi pie, luego le siguieron mis piernas, así hasta poder de a poco abrir mis ojos y pude ver entrar a una mujer muy linda, con una piel extremadamente clara igual que su pelo, largo y rubio y unos ojos marrones oscuros que resaltaban, ella se quedo perpleja en la puerta y luego de ver que no gruñía sonrío y grito -Papá!- un grito que me hizo retumbar la cabeza y cerrar lo poco que había abierto los ojos muy fuertemente, la muchacha se acercó asustada y se arrodillo a un lado de mi -perdóname, te asuste?- intente articular una respuesta pero mi voz no salía así que le hice señas con la cabeza para que se despreocupara, esta suspiro aliviada y un señor mayor entro por la misma puerta que ella igual de agitado -que ocurre!?- preguntó gritando de la misma manera que la muchacha unos momentos antes, haciendo que mi cabeza volviera a retumbar, la chica de inmediato chisto haciendo que el hombre la mirara confundido -no grites, despertó- dijo ella mas suave a lo que el hombre resoplo y se acercó a mi a la vez que la muchacha se levantaba y se dirigía hacia la puerta, con una amplia sonrisa el señor se sentó a mi lado y me miro a los ojos -hola pequeña, me llamo Ben y la señorita de allí es Paula- tomo aire mientas se sacaba un termómetro del bolsillo de la gran bata que traía -Recuerdas como te llamas?- dijo poniendo el termómetro debajo de mi brazo, el movimiento hizo que este ardiera y yo hiciera una mueca de dolor, seguido de un movimiento de cabeza asintiendo a su pregunta espero un par de minutos en silencio y hablo -aun estas muy débil como para hablar, trata de comer algo y no hacer mucho esfuerzo, volveré dentro de un rato para ver que sigas bien- dijo a la vez que observaba el termómetro y lo guardaba en el mismo lugar del que lo había sacado, se levanto de la cama y se fue cerrando la puerta, Dejándome otra vez sola. Pensando en nada y mirando fijo a la pared pasaron al rededor de dos horas, me trajeron comida y agua, bebí de esta porque realmente estaba muy deshidratada sin embargo no tenía apetito, así pase el tiempo hasta que el señor mayor volvió a entrar por la puerta y antes que este pudiese emitir alguna palabra lo bombardee a preguntas -¿Donde esta Andrew? ¿Cuales son sus intenciones? ¿Que hicieron conmigo? ¿Quienes son ustedes? ¿Donde estamos? ¿Que es esta herida en mi brazo? ¿Donde esta mi grupo? - tome un fuerte buche de aire y observe al señor que me miraba con cara de espanto, tratando de procesar todas las preguntas que le había hecho, este sonrío y se sentó nuevamente en la cama -no has comido nada- dijo con la voz ronca y gastada -no tengo apetito, quiero saber de mis amigos- el señor rió y al ver mi confusión me entrego el plato de comida y hablo -mientras tu te alimentas, yo te contare todo- asentí un poco desconfiada pero quería saber donde estaba Andrew y si estaba bien, así que comencé a comer y el señor empezó a hablar -nosotros estábamos de excursión, buscando suministros, tenemos un grupo relativamente pequeño pero muy fuerte- sonrío -en fin, íbamos por las calles cuando vimos un tanto apartada una galería de arte, no esperábamos encontrar nada extraordinario pero tal vez había algo que nos sirviera- yo seguía metiendo cucharadas de comida directo a mi boca mientras observaba muy atentamente al señor -entramos y encontramos un par de suministros, mínimos, así que salimos, apenas el grupo se había juntado en la puerta uno de mis hijos, Tate, pudo ver a una chica que al parecer pedía ayuda y ahí estas tu- dijo riendo -corrimos en tu auxilio y pudimos ver a un chico inconsciente así que los tomamos a los dos y los trajimos a nuestro refugio, tu herida se debe a que al desmayarte caíste sobre un machete, el corte no fue grave sin embargo te lastimaste- asentí entendiéndolo todo -Tu amigo, Andrew, esta descansando igual que tu en otro cuarto, el estaba en peores condiciones, sin embargo se recuperará y sobre tu grupo, bueno, no encontramos a nadie allí- el señor puso cara de lastima y un ardor en mi pecho se hizo presente y un dolor inimaginable que hizo que lagrimas empezaran a caer de mis ojos, no quería parecer débil, pero no aguantaba la idea de haber perdido a mi grupo, mis amigos, mi familia. Ben me miro aun mas triste y me ofreció sus brazos para unirnos en un abrazo, que en otras circunstancias no habría aceptado, el señor sobo mi cabello y luego de un rato se apartó de mi y se dirigió a la puerta -trata de descansar pequeña, luego te traerán algo para comer y ya mañana podrás levantarte y conocer el lugar- trate de sonreírle pero solo logre una mueca, el señor se iba retirando cuando paro antes de cerrar y volteándose para mirarme me dijo -por cierto, como te llamas?- lo mire y respondí -(tn), un gusto Ben- este me sonrió y ahora si se retiró de la habitación.

Over? Over. *Daryl Dixon y Tu*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora