🔚 | Si Supieras

C A P Í T U L O ²⁷

Abrí mis ojos lentamente.

Aún se encontraba dormido, se ve tan hermoso...

Recargué mi cabeza en la palma de la mano, dejando todo el peso sobre mi codo, ya que mantenía doblada mi mano.

Se ve muy lindo sin lentes, que bonitas pecas... es perfecto.

Me paré de la cama silenciosamente para que Richie no se despertara. Me dirigí al baño, tomé mi cepillo de dientes y comencé a lavar mis dientes.

Duré un buen rato en el baño, ya que me arreglé un poco, lavé mis dientes, lavé mi cara, mojé y cepillé mi cabello.

Escuché que alguien se acercaba, es obvio que es Rich.

— Hola...

— Buenos días Richie, ¿dormiste bien? — pregunté. Este entró al baño y tomó su cepillo dental.

— Sí... muy bien que dormí.

Salí del baño, me miré al espejo y vi la ropa que vestía. Era una blusa blanca y un poco larga, tembién, usaba un boxer como short, este era de Richie, digo "era" porque ahora me voy a adueñar de el.

Dejé de verme en el espejo y comencé a recoger el cuarto, se mantenía sucio con la ropa tirada y algunas cositas ahí...

Eché la ropa sucia a su lugar, puse los zapatos donde van, y, sacudí la cama, dejando el cuarto más limpio. Más tarde lo ordeno mejor, por ahora no se que valla a hacer con Rich.

El bocazas salió del baño y sin importar nada se volvió a acostar boca abajo.

— Amor...

— ¿Mm?.

— ¿Vas a dormir más? — pregunté sentandome a su lado.

— No... no — abrió los ojos y se sentó en la cama, talló sus ojos tratando de despertar. — Ya estoy despierto, nena.

— ¿Tu madre sabe que estoy aquí? — negó con la cabeza y frotó sus manos con su cara. — Esque... ¿qué almorzaremos?.

— ¿Tienes hambre, ya? — lamí mis labios un poco avergonzada.

— No, es decir...

— Tranquila bonita, yo hago de comer, no salgas de mi cuarto ¿si? — bajó de la cama y se dirigió al espejo, sacudió su pelo y subió su short de dormir, salió.

Realmente se me hace muy atractivo ver a Richie por las mañanas, su cabello despeinado, recién despierto, sin lentes, y con su voz suave y sexy. Muy atractivo.

— Buenos días mamá — escuché bajamente.

— Buenos días, cariño.

— ¿Qué hay de almorzar? — preguntó — amanecí con hambre.

— Hice wafles.

— Muy rico. —dijo — ¿me podrías dar 4?, y... hoy decidí comerlos en mi habitación, está mi película favorita, asi que...

— Sí, está bien. ¿Quieres salir al cine?, tendré 3 semanas de vacaciones a partir del lunes, y pienso que sería buena idea salir contigo... como madre e hijo...

— ¿En serio?. Genial, me encantaría ir mamá.

— Si... aquí tienes.

— Gracias, que te vaya bien en tu trabajo  — se escuchaban sus pasos subir — Yo limpio mi habitación por hoy, no te molestes en venir y hacerlo tu madre. ¡Te amo!.

Dijo y entró a la habitación.

— Aquí tienes — dejó el plato en el escritorio y cerró la puerta con seguro.