🔚 | Si Supieras

C A P Í T U L O ²⁹

Estaba en mi cama arrumbada, metida en mis pensamientos, Richie no a vuelto y de verdad quisiera que lo hiciera. Tal vez y ayer no fué lo correcto tomar así esa situación, creo que los dos no supimos controlarnos y todo se fué al carajo.

Sonó el timbre.

Richie.

Me paré rápidamente de la cama, con toda la esperanza de la vida de que fuera Tozier.

Vamos, tienes que ser tú.

—¡Voy!.

Abrí la puerta. Y sí, era él.

— ________ yo... — estaba ahí, tenía un pequeño ramo de flores en sus manos — lo siento mucho.

— Richie... — me lancé a abrazarlo.

Este accedió a el. Nos estuvimos ahí por unos cuántos minutos, pero después nos separamos.

— Pasa...

Se adentró y esperó a que yo lo hiciera.

— Traje este ramo para ti, espero que te guste — estiró su mano con las flores y esperó a que yo las tomara — quiero que me perdones.

Tomé las flores y me senté en el sofá, después este lo hizo.

— Creo que los dos cometimos el error de tomar así la situación — dije.

— Si... Está más que claro, pero... creo que yo... no lo sé, yo fuí quien se alteró y empecé todo.

— No, está bien, no pasa nada, ahora solo disfrutemos que nos queda menos de un día — sonreí y voltié a verlo.

Tomó mi mano y la entrelazó, sonrió y juntó nuestras narices.

— ¿Estamos bien? — asentí — ¿Eres mi novia de nuevo?.

Solté un pequeña risa nerviosa — Sí Richie, novios de nuevo.

— Bien...

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— ¿Estás lista? — asentí.

Tomó mi mano y nos lanzamos callendo al agua de la cantera.

Richie decidió traerme a la cantera y disfrutar un buen rato, solamente nosotros dos.

Richie al mirarme con el cabello mojado rió.

— ¿Qué?, ¿Qué pasa? — fruncí el seño sonriendo.

— Nada, mi amor —se dirigió hacia mi y me tomó de la cintura dándome un pequeño beso.

— ¿Por qué te ríes de mi? — pregunté un poco desesperada.

— Eres muy bonita — me escondí en su pecho y lo abracé por el cuello.

— Tu también eres bonito — sonreí.

— ¿En serio? — asentí.

Estuvimos un rato platicando y andando por cualquier lado del agua.

— ¿A qué hora te irás? — preguntó.

Mordí mis labios pensando en que sería muy pronto.

— Mi padre dice que me iré en la madrugada, yo le pregunté porqué en la madrugada si podría ser más temprano... Me da mucho miedo ir con un "chófer" que mi padre mandó, es decir... No lo conozco, no le tengo confianza, no nada — su mirada bajó — y... hasta que punto mi padre llegó para mandar a un chofer, es decir, ¿Le fué muy bien en su trabajo que ya tiene el suficiente dinero para mandar un transporte hasta acá, por mi? — tomó mi mano — Tengo miedo.