C A P I T U L O ¹⁰

1.3K 62 38
                                    

—¡Despiertateee! —abrí mis ojos.

Ben me estaba sangoloteando tratando de despertarme.

—¿Qué pasó? —dije media dormida.

—¿Enserio no te vas a meter?.

—Ash, ya les dije que hasta que llegue Richie —me senté en la toalla.

—¿Enserio sigues pensando que vendría? —asentí.

—¿Pues cuanto dormí?.

—Como 30 o 40 minutos —contestó.

—¿Y que hora es? —pregunté.

—Las 3:30.

—Aún puede llegar —dije.

Tengo esperanza a que venga, aún.

—De todos modos si no me meto no importa puede...

—¡Hey! —voltié hacia donde venía ese grito.

Era Richie.

Sonreí—¡Richie! —Me paré y fui corriendo hacia el.

Lo abracé.

—Llegué —dijo para después abrazarme.

Sentí su respiración muy relajada, así que supongo que no pasó algo malo.

Cuando nos separamos me vio de arriba para abajo.

—Que rico —fruncí el ceño.

Reí—¿Qué rico qué?, idiota —le dí un pequeño golpe en su brazo.

—Que rica estás —me tomó de los hombros y me hizo dar vuelta para quedar a su lado.

Puso su brazo sobre mis hombros y mi cuello y comenzamos a caminar.

—Ya llegué, vírgenes —avisó.

—Pensamos que ya no llegarías —dijo Beverly desde adentro del agua.

Richie hizo un gesto de sorpresa.

—Estaba ocupado —me senté en la toalla esperando que el también lo hiciera.

Se recargó en un tronco de un árbol que daba sombra, y después yo me  acosté en su pecho.

—¿Ocupado?, ¿Haciendo que? —preguntó Stan.

—Jalándomela —volteé a verlo, estaba a punto de estallar de la risa.

—Idiota —dijeron.

—¿Te vas a meter? —le pregunté ignorando lo de antes.

—No trage ropa.

—Mm, bueno, yo iré —me paré y me acerqué a la orilla del agua.

—¡Si _________, vente! —Stan dijo emocionado.

—¡¿Oye idiota por que quieres que valla?! —gritó desde donde estaba —seguro me la vas a violar.

Se paró y se quitó la camisa, se quitó el short que traía de mezclilla y dejó ver uno de tela.

—¿Vamos? — dijo estando a mi lado.

Asentí.

—Ay, está algo fría —Richie me miró y sonrió, después me tomó de la mano y me ayudó a hundirme más.

Sentí el agua fría en la espalda.

—¡Ah! —voltié.

—¡JAJAJA! —era Stan.

—¿Por qué andas tan voladito con mi viejita? —Está enojado o que.

—Ni que _______ tuviera 80 años, que horrible apodo —soltó.

🔚 | Si Supieras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora