COSAS RARAS

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JACK:

Todos le dan la bienvenida a mi prima Rachel. Todos menos yo. No hace bien en volver aquí, este sitio es más peligroso que la calle.
Por eso lo único que hago es mirar a mi prima con mala cara.
- ¿Qué te pasa?- me pregunta.
- Este sitio no es seguro. Tenemos que irnos cuanto antes. Están... están pasando cosas...
- ¿Qué cosas?- pregunta ella frunciendo el ceño.
- No pueden obligarnos a salir afuera a misiones peligrosas si no queremos. Para eso nos quedamos en la calle, que estaremos más seguros. Mira lo que te ha pasado a ti, podrías haber muerto. Solo han sobrevivido unos diez de casi doscientas personas.
- Pero yo no. Ya ves lo bien que estoy. Y no me obligaron, yo quise hacerlo. Y si estuviéramos en la calle, por la noche no tendríamos cobijo, no tendríamos un lugar seguro para dormir. Esto es perfecto, Jack. Dejate de paranoias.
- No lo entiendes, Rachel. No es lo único que está pasando. Está ese niño... y las desapariciones...
- No, no... Deja de culpar a ese niño con las desapariciones. Él no ha tenido nada que ver. Además, es nuevo, acaba de llegar- me dice Roxanne.
- ¿Pero es que no lo has visto?- replico.
- Jack, estás obsesionado con el pobre chaval. Que tenga mala pinta y a ti no te dé buena espina no quiere decir que sea un asesinoen serie  o un psicópata- me dice Maya.
- ¿Pero no es raro que el mismo día que él ha llegado haya empezado a desaparecer gente? No puede ser una coincidencia...
- Esperad, esperad...- dice Rachel frunciendo el ceño, confusa-. ¿De quién demonios estáis hablando? ¿Y qué decis de unas desapariciones?
- Un niño. De tu edad más o menos. Ha llegado esta mañana. Cuando llegué de mi misión estaba en nuestra habitación, es nuestro nuevo compañero de dormitorio. Iba vestido todo de negro, tiene una cicatriz diagonal que le atraviesa toda la cara, y lo peor de todo, tiene la mirada más macabra que haya visto en toda mi vida. Cuando lo vi me asusté y él se puso a sonreír como un loco. Se... se quedó mirándome sin decir nada. Huí de la habitación al instante, temblando de miedo, y ya me dijeron que era nuestro nuevo compañero de habitación. No me gusta nada. Dicen que es mudo pero yo no me lo creo. Creo que es un psicópata, un asesino y un mentiroso.
- Estás totalmente chiflado- me dice Rachel, mirándome sorprendida.
- Y tanto- dice Maya dándole la razón-. Tiene una mirada muy dulce, no sé de donde sacas esa idea de que parece un psicópata cuando solo parece un angelito.
- Un ángel caído. Los ángeles van de blanco. Y un ángel caído es malo- digo serio.
- Pues él será la excepción. Un ángel caído bueno. Se le ve muy amable. A mí siempre me sonríe- dice Maya.
- Y a mí- corrobora Roxanne.
- Creo que te estás haciendo una idea equivocada del chico, Jack- me dice Larry.
- Ustedes... ustedes no lo entendéis...- suspiro llevándome las manos a la cabeza-. Es un demonio.
- Bueno, dejando de lado eso... Habladme de las desapariciones que según Jack es por culpa del chico de negro- pide Rachel.
- Han desaparecido más de diez personas hoy cuando la seguridad en La Llama es inquebrantable y nunca dejan salir a nadie sin permiso. Todos han desaparecido hoy. Han buscado por todos lados y han mirado en las cámaras de vigilancia pero ni rastro de los desaparecidos- informa Larry.
- ¿Y... han encontrado a una chica en un cuarto de baño...?-pregunta Rachel.
- Sí, y te espera una buena regañina. Todos saben que has sido tú- le dice Maya sonriendo, por lo que parece de satisfacción-. Has engañado a la seguridad y eso a ellos no les gustan.
- Joder...- dice Rachel mordiéndose el labio-. ¿Me echarán?
- No lo creo. Has sido una de las pocas supervivientes de la misión a Las Vegas y has demostrado que eres una verdadera cazadora de zombis, te necesitan- dice Larry sonriéndole.
- Al final has conseguido lo que querías. Enhorabuena, prima- le susurro a Rachel en un tono seco y me voy de la enfermería.
Maya me sigue, corriendo.
- ¡Jack!- me dice parándome por el hombro en la salida de la enfermería-. ¿Pero qué te pasa? ¿Por qué te comportas así?
- Nadie me cree- respondo secamente sin apenas mover los labios.
- ¿Creer de qué? No puedes juzgar a alguien sin antes conocerlo. Y nadie ha notado que ese chico dé mala espina. Al contrario, es super dulce y amable con todos.
- Te gusta, ¿verdad?
- ¿Qué? ¡No! Bueno, es atractivo y simpático y... pero no, no lo defiendo porque me guste sino porque es como todos lo vemos. ¡Te estás volviendo loco!- dice ella, cansada.
- No has visto como me miraba- le digo mirándola seriamente.
- Jack- dice negando con la cabeza y suspira-. No eres el Jack que conocía. El Jack de antes era desconfiado, sí, pero no tanto como ahora. Además, te comportas mal con tu prima, ella es tu familia. Y también te comportas mal con los que te queremos, con nosotros...
- Tú no me quieres. Ni Roxanne, ni Larry. Desde lo que hicimos en la cueva, él ya no me ve como antes, me odia. A ti te ha perdonado porque eres una chica y no fuiste la cabeza del plan...
- Jack... no seas así... Claro que te queremos, eres parte de nuestra pequeña familia, la familia que hemos formado. Y todo el mundo se equivoca, pero siempre tienes la oportunidad de arreglarlo...
- ¿Arreglar el qué?
- Tu comportamiento- dice señalándome.
- ¿Crees que estoy loco?
- No, Jack, yo no...- pero no logro escuchar más porque salgo corriendo, alejándome de ella y de todas las personas que no me entienden.
Yo sé lo que vi y pienso demostrarlo. Aquí están pasando cosas raras, lo sé, lo presiento y pienso averiguar qué es.
Primero Kat. Después el chico mudo de negro. Puede incluso que estén aliados, que tramen algo malo.
Todos creen que son paranoias mías, que estoy loco pero yo sé que no es así.

Apocalipsis Zeta - Parte 2: Cazadores de zombisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora