JACK:
Parpadeo sorprendido, confuso, mirando a Kat, que me mira con sus ojos misteriosos e indescifrables de siempre.
- ¿Qué...?- logro murmurar frotándome el ojo derecho, que me duele tras haberme pegado Kat un buen puñetazo.
Kat avanza hacia mí con expresión seria.
Retrocedo por el suelo como un gusano alejandome de ella y escucho las risas de los guardias por todo el pabellón.
Me levanto y sigo alejandome de Kat, que se acerca a mí dispuesta a atacarme de nuevo, ¿pero por qué? Yo no soy el enemigo. El enemigo son todos ellos, el público que disfruta con esto, que disfruta ver pelear a dos niños, porque eso es lo que somos, niños, inocentes. O esa pensaba de Kat. Ya no sé quién es. No sé si está de parte de los malos o de los buenos.Kat casi está a un palmo de mí pero no retrocedo más porque no puedo. Un paso atrás y los dos zombis que están a mi espalda me cogerán. A lo mejor eso es lo que quiere Kat, echarme a los zombis.
La miro como preguntandole qué está pasando, por qué me ataca. Es justo como la conocí pero después llegué a creer que no era así, que en realidad era buena persona, que el mundo la había vuelto así pero era incapaz de hacer daño a alguien inocente. Estaba demasiado confiado.
Tal vez me equivocaba.
- Sígueme el rollo- oigo que me susurra, un poco alto para que se oiga entre los gritos del público, pero para que solo lo oiga yo.
Me coge del cuello de la camisa y me lanza contra el suelo, al centro del cuadrante rodeado por los zombis.
Caigo por el hombro izquierdo pero no me dejo llevar por el dolor, sino por la confusión.
No logro entender del todo lo que está pasando.
Lo único que sé es que el motivo de las desapariciones es para hacerlos pelear, para divertir a los guardias y a la gente de La Llama porque todos no son guardias, logro reconocer a gente que trabaja de cocinero, soldados, militares, incluso limpiadores. ¿Pero por qué? ¿Por qué divertirse así, de una manera tan cruel?
Es cierto que ya no hay mucho entretenimiento en el mundo actual pero esto es una locura, esto es algo inmoral, no es lógico.
La Llama es un fuerte, nos dijeron que esto iba a ser seguro, pero no, nos obligan a pelearnos entre nosotros.
Nos mintieron. Solo quieren a más supervivientes para aprovecharse de ellos.
Pero sé que, además de para entretenerse entre ellos, tiene que haber otro motivo, un motivo oculto para que hagan esto, o al menos eso quiero pensar, es inhumano que solo lo hagan para divertirse.
- ¡Kat, para! ¡Tú no eres así! ¡Tú no quieres hacerme daño!- le grito mientras me levanto y alzo las manos para defenderme de ella que se acerca de nuevo para hacerme daño.
- Hablas como si me conocieras...- susurra con ojos entrecerrados, acercandose a mí vacilante.
- No quiero tener que pelear contigo- le digo.
- No lo hagas- dice y lanza su puño directo a mi mandíbula pero logro esquivarlo a tiempo, esta vez lo había previsto.
- ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué es todo esto?- le pregunto porque ella debe de saber la respuesta.
- Es tu final si no te quedas quieto.
- ¿Quieto para que me pegues?- le pregunto mientras ellas camina en círculos alrededor de mí y yo voy girando para mirarla cara a cara.
- Quieto para que te deje inconsciente- susurra sin apenas mover los labios.
- Estás loca.
- Hazme caso y cállate- me dice y se abalanza hacia mí con un grito, dispuesta a derribarme pero yo me muevo rápido y la esquivo, me pongo a su derecha y la empujo para caerla al suelo pero ella mantiene el equilibrio tras trastabillar un poco y me mira furiosa.
- Haz lo que te digo y saldrás de esta- me dice susurrando.
- ¿Y por qué no soy yo el que te dejo inconsciente?- le digo vacilante.
- Porque no. Confía en mí.
- ¿Crees que no puedo contigo?- le pregunto alzando las cejas, volviendome más furioso a cada segundo.
- Sí- se ríe ella-, pero aparte de eso, tienes que perder en tu primera ronda sino quieres verte enfrentado a otra más hoy. Y el segundo será peor, mucho peor que yo.
- Kat...- le digo negando con la cabeza-. Nadie tiene por qué salir herido.
- ¿Prefieres luchar contra los zetas? Sin armas- me dice arqueando una ceja, advirtiendome.
- Bien- suspiro y bajo los brazos, rindiéndome-. Adelante, pégame, déjame inconsciente pero que sea rápido.
Apenas me doy cuenta de que todo el público está atento a nuestra pelea, a nuestra puesta en escena, a lo que ocurre abajo. Todos están en silencio, espectantes, quieren pelea, sangre, dolor.
- No te hagas el rendido- me susurra Kat tan bajo que solo yo lo escucho-. Lucha pero pierde.
Suspiro, cierro los ojos un segundo, y cuando los abro, siento una furia y una ira que estalla en mi interior y hace que me abalance hacia Kat, sin que ella se lo esperase.
Cree que me voy a dejar ganar.
En la vida.
Se cree que puede vencerme fácilmente con palabrería barata pero no lo va a conseguir.
La gente quiere un ganador. Bien. Ese ganador seré yo.Kat cae al suelo. Le pego una patada en el costado.
El público estalla en gritos de júbilo y los miro un segundo, con asco. Dejo un segundo a que Kat se recupere, no quiero machacarla tanto pero no dejaré que me venza.
Antes de que intente levantarse del suelo, me sitúo sobre ella y le pego dos puñetazos en la mandíbula.
Kat escupe un poco de sangre y me pega un codazo en la mandíbula, me empuja fuerte y me aparta de ella.
Me levanto rápido a la misma vez que ella.
Kat me mira sin entenderme, con una expresión confusa. Yo sonrío de lado, vacilón y amenzante.
Ella creía que le iba a hacer caso, que me iba a dejar manipular por alguien que no es como yo creía que era, que solo quiere engañarme con palabras para que ella se proclame vencedora y la dejen libre.Aprovecho su confusión para empujarla pero ella sabe mantenerse y se acerca a mí con los puños preparados.
Me acierta en la nariz y siento como un líquido caliente cae, me llevo la mano a la nariz y veo sangre, sangre que me limpio rápidamente. Pero Kat aprovecha ese momento para atacar y me pega un puñetazo en la barriga que hace que me doble en dos y me entren unas nauseas tremendas.
Pero intento no dejarme llevar por el dolor, y aún doblado por la mitad, me inclino hacia Kat, dandole en la barriga con la cabeza y haciendola retroceder hasta los zombis.Quería venir para salvarla, para salvarla de un destino fatídico pero ahora quiero que muera. Es una mentirosa. Una manipuladora. Una asesina. Una tramposa.
Ella me para y me coge de los pelos alzandome la cabeza. Me golpea en el labio y siento el sabor de la sangre de la boca combinado con el de la sangre de la nariz.
Tanto movimiento empieza a marearme y me obligo a concentrarme.
Tengo que ganar. Esta gente quiere un ganador y lo tendrá. Me dejarán libre y entonces avisaré a Rachel, Maya, Roxanne, Larry y Luke y nos iremos de La Llama. Fuera correremos menos peligro que aquí.Kat, con ojos furiosos, se dispone a golpearme de nuevo pero me adelanto y le golpeo en el lateral del cuello.
Eso parece dejarla sin respiración por un momento.
- ¿Qué haces? ¡Tienes que dejarte perder!- me dice, entre dolida y furiosa cuando recupera la respiración.
- ¿Quieres ser la ganadora? ¿Quieres que te dejen libre a mi costa? Pues va a ser que no. A mí no me engañas, puta- le escupo un esputo de sangre.
- Vas a lamentar tu decisión- me dice negando con la cabeza y corre hacia mí pero me alejo de ella, en círculos.
Me alcanza y me pega una patada en la espinilla que hace que caiga de bruces al suelo pero ruedo rápido por el suelo y le hago una zancadilla con mi cuerpo que hace que caiga.
Me levanto y me sitúo detrás de ella mientras se levanta.
Le toco el hombro con un dedo, llamándola, y cuando se da la vuelta, le golpeo con todas mis fuerzas en la frente.
Los ojos de Kat parecen desorbitados y al instante los cierra y se cae al suelo, inconsciente.Entonces suspiro, cansado, y miro al público.
Me limpio la sangre de los labios y de la nariz y alzo los brazos dando una vuelta en círculo, mirando al público, sonriendo triunfante.
Ya está. He ganado.
Ya tienen su ganador.
Ahora que me suelten.- ¡Guau! ¡Ha estado muy reñido! ¡Ahora, segunda ronda! ¡Que pase el siguiente!- anuncia la misma voz grave que dio comienzo a mi pelea con Kat y el público vuelve a gritar, ansioso de otra lucha.
Pero esto no era lo que yo creía.
Tenían que dejarme libre.
Es lo que le deben a alguien cuando gana, lo he visto en las películas.
Pero esto no es una película.
Debí de haberme dado cuenta antes.
Kat me lo advirtió. Y no la escuché.
De nuevo, he vuelto a desconfiar y el mundo me lo ha vuelto a pagar.Un hombretón más grande y mucho más robusto que yo entra en el cuadrante a la vez que las cadenas de los zombis se retraen para dejarle paso.
Cuando entra en el cuadrante de lucha, las cadenas de los zombis vuelven a alargarse hasta cierto punto.
Me quedo asombrado, patidifuso, asimilando mi error.
Mi confusión.- ¡Que comience la pelea!
Un solo golpe del hombretón basta para dejarme inconsciente.
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Apocalipsis Zeta - Parte 2: Cazadores de zombis
HorrorJack y Rachel, junto a algunos de sus amigos, han sobrevivido a lo peor del apocalipsis, el comienzo. Han aprendido a sobrevivir, y a matar. Su búsqueda de un lugar seguro ha llegado a su fin. Por fin han encontrado un refugio, conocido como La Llam...