RACHEL:
Liam cree que me ha vuelto a ganar con solo darme la ballesta.
En parte, es así, pero esta vez voy a ser más distante con él. Quiero que vayamos despacio, muy despacio, hasta asegurarme de que confío en él.Guardé la ballesta en mi taquilla y ahí la voy a dejar hasta que la necesite. Ahí no me la puede quitar nadie.
Ahora que la vuelvo a tener en mi propiedad, no pienso dejar que nadie me la quite. Es mía, solo mía. La ballesta es mi verdadero amor. Me enamoré de ella en cuanto la vi y supe que estaba hecha para mí.Desde ayer por la noche no he vuelto a ver a Liam. Y la verdad es que lo hecho de menos. Es como un imán para mí, hay como una fuerza que nos atrae y que ha hecho que le diera una seguna oportunidad, pero temo que le coja demasiado cariño y me falle otra vez o, peor aún, desaparezca de mi vida como lo hizo Nash.
Como todos los días cuando me despierto, la cama de Liam está vacía y eso hace que me pregunte donde estará.
Cuando lo busco, no lo encuentro. Es él quien siempre me busca y encuentra a mí.
Es un tipo muy misterioso, y eso me gusta de él, pero si vamos a seguir juntos, entre nosotros no puede haber secretos, es lo principal en una pareja.
Aunque tengo preocupaciones más importantes que la vida secreta de Liam. Por ejemplo, mi hermana Roxanne. Desde hace dos días, desde que me enteré que violaron a mi hermana, mi principal preocupación es encontrar a esos chicos, que aún siguen desaparecidos.
Pero, hasta ahora, sigo sin encontrar pista alguna de su paradero. Aunque yo no me doy por vencida, jamás. Y no pararé hasta encontrarlos y matarlos, aunque me cueste la vida, aunque sea lo último que haga, esos chicos morirán. Y no lo veo como un asesinato, sino como justicia. Este mundo sería mejor sin los zombis y sin gente como esos chicos, así que, ¿por qué no matarlos a ellos también?Me levanto de la cama, entre pensamientos vengativos, y voy directa al cuarto de baño de las chicas, a darme una ducha.
El agua fría me ayuda a aclararme la mente y me relaja, me prepara para un nuevo día aburrido en La Llama.
Desde que me quitaron mi puesto de trabajo de cazadora de zombis, ya nada es lo mismo. Vuelve a ser tan, o incluso más, aburrido que cuando servía comida.Cuando salgo del baño, muy relajada por la ducha, me dirijo al comedor para desayunar pero alguien me para por el camino.
Me vuelvo en posición de defensa. Este nuevo mundo ha hecho que esté alerta a cualquier cosa y preparada para actuar rápido.
Cuando me vuelvo me encuentro con Liam, que tira de mí hacia un pasillo donde no hay nadie y sigue conduciendome por un laberinto de pasillos.
- ¿Dónde me llevas?- le pregunto un poco desconfiada.
- ¿Confias en mí?- me susurra.
- No, ya no. Si confiara en ti, no haría preguntas.
- Rachel- suspira Liam y se vuelve hacia mí parandose en seco-. ¿Cuándo vas a volver a confiar en mí?
- Cuando sienta que puedo confiar en ti. Me fallaste una vez, te liaste con otra y eso no se arregla tan rápido, con solo devolverme mi ballesta...- le digo mirándolo a sus fríos ojos negros.
- ¿Me quieres?
- Liam- suspiro-. Claro que te quiero. Confío en ti pero no plenamente.
- ¿Quieres seguir con lo nuestro?- susurra mirándome fijamente.
- ¿Por qué me preguntas tantas cosas? Tú siempre pareces muy seguro de ti mismo... ¿Por qué dudas tanto?
- Porque no quiero perderte. Quiero estar seguro de que lo nuestro es real.
- ¡Pues claro que lo es! ¿Pero qué tonterias estás diciendo?
- Quiero que confies en mí, Rachel. Y no pararé hasta ganarme tu confianza.
- Pues entonces empieza por decirme por qué nunca te veo durmiendo en tu cama.
- Ya te lo dije. Trabajo- dice y empieza a guiarme de nuevo entre la multitud de pasillos.
- No me creo que trabajes tanto. Y nunca te encuentro por ningún lado, no puedes estar todo el día trabajando.
- Sí que puedo. Mi trabajo es así- se encoje de hombros.
- ¿Y cómo puedes vivir aquí sin apenas tiempo para respirar, todo el día trabajando sin descansar?
- Puedo- susurra.
- Me estás ocultando cosas, Liam. ¿Cómo quieres que confie en ti si no paras de mentirme? No soy tonta. A lo mejor, tú lo crees pero no es así. Sé cuando alguien miente y cuando alguien esconde algo.
- Hay cosas que es mejor que no sepas- me susurra mientras camina cogiendome de la muñeca.
Yo me paro en seco y aparto mi brazo de su mano.
- ¿Dónde me llevas?- le pregunto cruzándome de brazos.
Liam se acerca a mí y pega su boca a mi oído.
- Quiero enseñarte algo- me susurra muy bajo.
- ¿El qué?
- Shh- susurra para que baje la voz y se acerca de nuevo a mí-. ¿Quieres respuestas?
- Lo que quiero es encontrar a esos cabrones que violaron a mi hermana. Y tú me dijiste que me ayudarías- le recuerdo. Se lo conté todo ayer y me prometió la venganza que tanto deseaba.
- Y lo haré. Lo que te voy a enseñar te llevará hasta esos chicos- me susurra.
- ¿En serio?- le digo sorprendida.
- Te dije que haría cualquier cosa para que volvieras a confiar en mí...- me dice sonriendo.
- Te sigo- le devuelvo la sonrisa y empiezo a caminar tras él.
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Apocalipsis Zeta - Parte 2: Cazadores de zombis
TerrorJack y Rachel, junto a algunos de sus amigos, han sobrevivido a lo peor del apocalipsis, el comienzo. Han aprendido a sobrevivir, y a matar. Su búsqueda de un lugar seguro ha llegado a su fin. Por fin han encontrado un refugio, conocido como La Llam...