JACK:
Ha pasado una semana desde que dejamos La Llama. Mercury es ahora nuestro nuevo hogar. Esto es distinto, mucho mejor. Aquí respiro más libertad. No me sentía tan bien desde antes de que ocurriera el Apocalipsis Zeta.
Los treinta y tres prisioneros se han instalado cómodamente en el cuartel y todos colaboran en mantener un orden, entre todos formamos ahora una nueva comunidad, lejos de los planes malvados de la gente de La Llama que ahora están muertos.
Hemos transformado el edificio de las celdas. Fuimos a las casas en ruinas que quedaban del antiguo pueblo que fue Mercury y cogimos algunos colchones y cosas que podrían sernos útiles de entre los restos. Ahora cada celda es el dormitorio de alguien. Cada persona tiene su propia llave de su celda y puede cerrarla o abrirla cuando quiera. La mayoría de ellos son jóvenes aunque también había algunos adultos entre los prisioneros, gente inocente a los que también tenían intención de torturar Mary y su padre en los juegos mortales.
Una semana he estado esperando que me llegara el momento de morir y convertirme, una semana me han dado de prueba. Por la noche me retienen en una celda que cierran con llave por si acaso pero hasta ahora no me ha sucedido nada. Salvo que las ronchas que me salieron por todo el cuerpo están desapareciendo y los arañazos de la cara cicatrizando.
Y cada vez me siento más bien, más energético y con más ganas de vivir, o mejor dicho, de sobrevivir.
- Bueno, hoy cumples una semana y cada día pareces estar mejor- sonríe Noah mientras Mike abre la puerta de mi celda.
- Tal vez estabas en lo cierto y soy inmune- le sugiero.
- Tal vez, no. Ya está más que comprobado. Acompáñame- me pide Noah y lo sigo, junto a su aprendiz, Mike.
Llegamos al edificio central, Noah enciende la gran pantalla.
- Mira- Noah señala la pantalla donde unas pequeñas figuras circulares se mueven-. ¿Te acuerdas de cuando te saqué sangre?
Asiento con la cabeza, fue justo cuando llegamos de destruir La Llama.
- Era para hacerte un análisis. Tanto yo como Mike hemos estado estudiándolo. Tus células estaban sufriendo una reacción alérgica. Eso quiere decir que eres alérgico a lo que causa la conversión en un mordedor. Aunque si tuviéramos una cepa de ese virus o lo que sea que causa la enfermedad y pudiéramos juntarlo con tu sangre y ver la reacción que se produce, podría confirmártelo al cien por cien.
- ¿Eso quiere decir...?- pregunto sin saber lo que quiere decir realmente.
- Que esta vez te has salvado pero que no te arriesgues- Noah me habla mientras observa la placa con mi sangre en un microscopio-. Puede que la próxima vez sí te afecte, que no seas inmune del todo y que esta vez solo te hayas salvado por las condiciones ambientales, mentales y físicas en las que te encontrab,as.
- Emmm... vale...- asiento con la cabeza.
- Que intentes que no te muerdan ni te arañen- me aclara Noah.
- Sí, sí- lo había comprendido-. Entendido.
- Bueno, pues...- Noah se saca algo del bolsillo y me lo da-. Aquí tienes tu llave. Eres libre.
Cojo la llave y me doy la vuelta para dirigirme a mi celda, ahora ya puedo abrirla y cerrarla a mi antojo.
- ¡Jack!- me llama Mike antes de salir del edificio.
Me vuelvo.
- ¿Sí?
- Hay otra cosa...- susurra él, mirando sus anotaciones en su libreta de apuntes.
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Apocalipsis Zeta - Parte 2: Cazadores de zombis
HororJack y Rachel, junto a algunos de sus amigos, han sobrevivido a lo peor del apocalipsis, el comienzo. Han aprendido a sobrevivir, y a matar. Su búsqueda de un lugar seguro ha llegado a su fin. Por fin han encontrado un refugio, conocido como La Llam...