A la sultana no se le fue permitido despedirse de su esposo, simplemente lo alejaron de ella de inmediato, algo que no perdono ella, los días transcurrían hasta que cuando sus cosas fueron trasladadas del palacio la noticia que su padre había despertado hizo que fuese de la manera más rápida ante él.
— ¡Su majestad! — Se reverencio ante él y beso su mano — Gracias por regresarle la alegría al palacio... y al mundo entero
— Mihrimah, mi sol... ¿Cómo estas?
— Como debería de estarlo padre... me arrebataron todo lo que amaba... hasta que despertó...
— Tu madre me conto de eso... Mustafá no tenia el poder para hacer eso...
La sultana volvió a llorar en presencia de su padre, y él realmente la entendía su corazón aun era muy sensible a su corta edad.
El sultán retomo sus labores a lo que miro las cartas y hablo con la sultana que el príncipe tuvo una razón lógica para hacer eso, a lo que esta solo quedo en silencio, no menciono ninguna palabra al respecto, ignoraba a su hermano y a la madre de este.
— ¿Hermana podemos hablar? — Dijo este mientras camino al verla —
— Lo lamento tanto príncipe, pero no tengo tiempo para hablar con usted y creo que no lo tendré, si me permite — Siguió caminando pero él la detuvo —
— Mihrimah tenemos que hablar
— Yo no tengo que hablar nada con usted príncipe — Se zafo y lo abofeteo — no quiero hablar nada con usted
Se dio la vuelta y continuo su camino, cuando ella se enteraba que alguna mujer entraba a los aposentos de su hermano siempre desaparecían de maneras diferentes, mientras esperaba con el tiempo que todo su dolor acabara y así pasaron algunos años.
Los meses avanzaban con rapidez, a lo que una carta de su esposo llego a lo que leyó con atención cada palabra era lo que necesitaba.
Mi amada Mihrimah, mi sultana, mi luz y estrellas, me siento feliz de todo lo que esta por pasar... me encontró bien no tienes que preocuparte, el príncipe tiene un sequito que lo apoya y fieles creyentes del islam, pero hay algo que me preocupa... la estabilidad de estas tierras, ya que el cambio de poder apareció, y la guerra con el rey Eduardo esta por empezar, esperamos en algún momento la recuperación de su majestad.
Atte. Bali Bey
La sultana al leer la carta se puso de pie y comenzó a caminar con rapidez por los pasillos hasta llegar a la habitación de su padre, a lo que espero ser anunciada y entro a sí por fin, miro a su padre, más que nada tenia que hablar sobre esa noche y del por que su esposo enviaba oro a un príncipe desconocido.
— Mi sol dime ¿Qué necesitas de tu padre el sultán?
— Tenemos que hablar de mi hermano Mehmed...
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El Regreso De Mehmed | El Sultán
AdventureSehzade Mehmed, príncipe sin rivales. Pero que tal si él jamás murió, su hermana Mihrimah Sultan sospechaba desde hace años atrás y lo ayudo a huir de una muerte segura, para años después regresar más fuerte que nunca, la lado de su esposa. ¿Cómo se...