Sehzade Mehmed, príncipe sin rivales. Pero que tal si él jamás murió, su hermana Mihrimah Sultan sospechaba desde hace años atrás y lo ayudo a huir de una muerte segura, para años después regresar más fuerte que nunca, la lado de su esposa. ¿Cómo se...
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El viaje hacia la provincia del príncipe comenzó, todo iba de manera normal, cuando llegaron fueron recibidos de manera cálida, como era de costumbre la sultana caminaba con un porte de superioridad, hasta que paso frente al harem, todos al verla se sorprendieron, aquella mujeres que estuvieron cuando ella era la única mujer del príncipe, las nuevas como la padre de la pequeña sultana, no sabía quien era y por que estaba ella allí, nadie quería hablar de eso.
— Esa mujer... ¿Quién es? — Dijo una de las mujeres —
— Ella es la Sultana Dinley, es la esposa del príncipe... aunque no sabemos que hace ella aquí, según lo que escuche la expulsaron y el príncipe ya no esta atado a ella — dijo una de manera tranquila —
— Saben chicas yo quiero ir a saludarla, además quiero ver la reacción de Defne cuando se entere que la van a sacar de esos aposentos que tomo sin permiso~ — Una de las antiguas sirvientas más fieles de la sultana —
Cuando ellas llegaron se pusieron en una esquina mientras la sultana miraba a la puerta ella tenia algo de nervios al regresar a sus aposentos, así que los abrió pues no había nadie cuidando la puerta, y al abrir las puerta vio a una mujer con un bebé en sus brazos.
— ¿Quién eres tú? — Pregunto enojada la concubina —
— Quien debe de preguntarte eso es a ti, y más pues estas a mis aposentos, así que largo de aquí — dijo la sultana ya enojada pues era obvio que ella era la madre del hijo de su esposo —
— No me ire de mis aposentos, ¡Y más si una criada como tu lo dice!
— ¿Criada? Ja! ¡Yo no soy una criada! Yo soy la Sultana Dinley! la madre del Principe Adam, hijo único de Mehmed!
— Eso no es cierto, yo soy la única mujer de su alteza!, soy la madre de su hija!
— Bueno niña tonta, tu solo fuiste el despecho de una sola noche, pues yo soy su esposa legal, jurado ante Alá, así que vete de estos aposentos — dijo de manera seria —
En ese momento las mujeres que conocían a la sultana y le sirvieron una vez entraron e hicieron una reverencia.
— Mi sultana que bueno verla de nuevo en el palacio, desde que se fue, su alteza perdió su fuerza
— Chicas... A mi me pone feliz verlas... pero ahora tengo que sacar a esta mujer de mis aposentos y cambiar todo
— Yo no me moveré de este lugar, por que son míos!
— Calla Defne, mejor vete de aquí! — dijo una de la mujeres —
Las discusiones llegaron a que la sultana Dinley fuese bofetada por la concubina, a lo que esta solo suspiro y le regreso la bofetada, para así mirarla de manera seria, el príncipe entro a los aposentos y al ver todo la concubina se hizo la victima y fue a los brazos de este.
— Su alteza... expulse a esta mujer por favor... me golpeo y dice que es su esposa y madre de su único hijo...
— Defne... ¿Qué haces en los aposentos de mi esposa? ¿Quién te dio permiso de estar aquí? Vete ahora mismo, y tu no tienes el derecho de levantarle la voz ni mucho menos la mano a mi esposa y a la sultana más hermosa de este imperio
