Querido Mehmed, extraño tus cartas, tus palabras y poemas, mi amado hermano, te extrañamos en el palacio, mi madre reza por tu regreso, por un poco de esperanza en su alma, mi padre ya no es el mismo, tengo una hija, llamada Ayşe siempre le cuento historias sobre ti, ella se emociona con tu llegada al palacio... Mi corazón te necesita, el Imperio te necesita...
Atte. Mihrimah
Cartas parecidas viajaban, la sultana nieta del gran sultán tenia pocos días de haber nacido, como era de esperarse, sus abuelos y su padre la llenaban de regalos, algo que a la sultana Mihrimah, la llenaba de felicidad.
— Tú mi adorada hija, eres tan hermosa como tu madre, mis bellas sultanas, llenan mi corazón de alegría y colores
— Ella es el fruto de nuestro amor...
— Claro que lo es, y como ella habrán más Mihrimah, hasta que llenemos el palacio
— No juegues con ello
Mientras jugaban con su bebé, una carta llego al palacio de los nuevos padres, algo que el Bey tomo la carta y cuando la comenzó a leer, sonrió, a lo que con emoción le hablo a su esposa.
— Es una carta de nuestro príncipe Mehmed
— Léela quiero saber de mi hermano
— Bien...
Mi hermosa hermana, la sultana del Sol y la Luna, lamento las pocas cartas, pero necesitaba el tiempo para poder levantar mi ego como príncipe, pero ya estoy de vuelta, quiero darte a conocer unas grande y esperadas noticias, dentro de unos años regresare a casa, y más fuerte que nunca, ser esclavo durante tanto tiempo me dio a entender muchas cosas que necesita nuestro impero.
Atte. Mehmed
— Malkoçoğlu necesitamos apoyar a mi hermano, necesitamos mantener el contacto para protegerlo hasta entonces, mi hermano es el unico que merece el trono...
— Sabes que siempre te voy apoyar Mihrimah, mandare una suma de oro junto con unos guardias a cuidar de Mehmed, no te preocupes por ello
— Gracias... necesito a mi hermano de regreso...
Mehmed, hermano mío, me alegra mucho que me hayas escrito, mi amado esposo y yo estamos contentos, te apoyaremos en todo, por ahora toma el oro y a los guardias para tu cuidado, quiero que será un gran príncipe y en algún momento un gran sultán como nuestro padre.
Atte. Mihrimah
La carta fue enviada junto con el oro y los guardias, a lo que la sultana miro a su esposo, con una sonrisa, ambos sabían lo que les esperaría de ahora en más, ese mismo día fueron al palacio de su padre el gran Sultán, para los rezos mensuales hacia el "difunto" príncipe Mehmed.
ESTÁS LEYENDO
El Regreso De Mehmed | El Sultán
AvventuraSehzade Mehmed, príncipe sin rivales. Pero que tal si él jamás murió, su hermana Mihrimah Sultan sospechaba desde hace años atrás y lo ayudo a huir de una muerte segura, para años después regresar más fuerte que nunca, la lado de su esposa. ¿Cómo se...