Extra

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Sanzu

— Sanzu.

— Mi rey.

Podía sentir el ambiente tenso, estaba muy seguro que esta vez, mi rey no será piadoso, pero, ¿qué esperaba? No he visto a Kai en meses, ¡meses!

— Pedí que esto sea limpio, Sanzu.

— ¡Lo limpiaré!

— Más te vale, Kai viene en unas horas.

Eso, había hecho que se me subiera el ánimo, volvería a ver a mi hermosa Kai, deseaba ver sus ojos.

— Pero si no está limpio, no la verás, y nada de drogas.

— ¡Si mi Rey!

Kai se fue por asuntos de Bonten, mi rey dijo que era una misión super especial y meticulosa que solo ella podía hacerlo, en un momento creí que debía tratarse con hombres, pero luego ella misma me dijo que no era así.

Confiaba en ella, no lo niego, pero, su ausencia me mataba, se ha ido por tres jodidos meses, no me es suficiente con hablarle por teléfono todos los días, necesito verla.

Y que Mikey prohíba mis pastillas no ayuda, al menos drogado el tiempo pasaba rápido.

— Vaya, ¿te ha castigado? ¿dónde dejaste tus porquerías?

— Porquerías la mierda que comes.

— Y la que tu queridísima Kai come también.

— ¡No metas a Kai en esto!

— Ya cálmate perro rabioso, tomate una pastilla, necesitas relajarte.

Con Ran aquí es imposible relajarme, ¿por qué justo ahora debía dejar ir a esa mierdecilla?

Sólo quería ir a casa y ver su sonrisa.

Pero incluso el reloj pasaba muy despacio...

Al menos mi trabajo estaba hecho, supongo que podré tomarme una.

— Mikey, te traje esto – esa era la voz de mi hermosa Kai...

— Gracias Kai.

— Ahora, ¿dónde está mi dulce favorito?

— ¡Kai! – la llamé entrando por la puerta, verla con su cabello al natural al igual que sus ojos, esos verdes orbes brillantes.

— ¡Tutti fruty! – la extrañé demasiado, me importaba un bledo como me llamó frente a los demás, sólo quería tenerla en mis brazos

— Mi dulce Kai, te extrañé, ¿trajiste algo para mí?

— Te traje algo que verás después.

— ¿De verdad? lo esperaré.

— Si, si, mucho amor por aquí, ahora, mi hermosa Kai, ¿me trajiste algo? – y Ran interrumpiendo nuestros momentos.

— Ran..., claro, hay una revista porno por ahí.

— Eso es cruel.

— Gracias.

Fue inevitable no reírme, pero...

— Sanzu, ¿ya lo hiciste?

— Si mi rey.

— Bien, ahora, Kai, tu nueva misión...

— Pe-pero mi rey, Kai acaba de llegar – su mirada dio miedo – pero, Kai puede hacerlo.

Dark Look - Sanzu HaruchiyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora