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Sólo asentí, quería decir muchas cosas, pero simplemente nada sucedía, y pronto, entró Mikey, mi instinto despertó, asiqué me aferré a él, mientras correspondía, sólo aquí me sentía segura, sólo así, me sentía protegida.

— Despertaste, avisaré a Mucho que estas aquí – tomé su mano negando, mi cuello dolió por la fuerza que hice al negar – está bien, no se lo dire.

Me aferré a sus piernas mientras Draken lo peinaba y hablaban de Tenjiku, asiqué eso era, mi hermano permitió aquello, él no me protegió...

Hasta que la puerta se abrió, era Emma, venía con una chaola de comida, asique mientras hablaban me ayudó a comer, aun me dolía la boca.

— Mucho, Sanzu, traidor – tres palabras, diferentes expresiones – Tenjiku.

— Kai..., ¿él te hizo esto?

Miré mis manos con detenimiento, salí escapando de él, y encontré otro infierno, para luego sentir unas manos cálidas, haciendo que la mirara, Emma era muy buena, y las primeras lágrimas empezaban aparecer mientras me abrazaba y sólo podía esconderme en su pecho, sentía mi garganta desgarrarse, mis mejillas mojadas mientras los temblores y recuerdos llegaban a mí.

— Mucho y Sanzu se unieron a Tenjiku, me dijo que vaya con él, y sólo le dijo que cierre la puerta cuando se vaya, y yo salí con mis cosas, las dejé en un hotel, luego salí y me emboscaron, me golpearon, y luego... - agarré mi cabeza con fuerza, dolía demasiado – luego hicieron eso, pero, en ese momento no sentía los golpes, lo siento, no debí salir, no debí haberlo hecho.

— Hey, ahora estas aquí, y no permitiré que nadie te haga daño, me tienes a mí – miré a Emma, también lloraba.

— No llores – limpié sus mejillas, aunque también lloraba.

— Kai... - miré a Mikey por un momento.

— Como hermana de Yasuhiro, quiero acompañarte en esta situación, déjame ir contigo, déjame pagar la traición de mi hermano,

— No debes hacerlo, Kai, ese día me lo dejó en claro – lo miré un momento, era demasiado bueno – tú no tienes nada que ver.

— Pero...

— No hay peros que arreglen las cosas o aminoren lo que sentimos por aquello.

No dije nada, y solo me volví acostar sobre su regazo, quedándome nuevamente dormida, estaba muy cansada, y quería que cuando desperté, haya sido una pesadilla.

Era tarde, y trataba de ayudar a Emma, pero no dejaba que lo hiciera, mientras su abuelo trataba de que esté cómoda, sabía lo que sucedía, apenas había logrado expresar una parte de mí, sentía que pronto volvería a explotar.

Al día siguiente, fui con Emma y Mikey, irían al cementerio, y yo no quería alejarme de ellos.

Se convirtieron en mi refugio, en mi seguridad, en mi cueva de protección, me sentía más segura a su lado, cuando llegamos vi a un chico con el uniforme de Tenjiku, asiqué me sujeté más fuerte de Mikey, y él lo notó, tomé a Emma agarrándola de su brazo, y pidiendo que nos vayamos de ahí con Takemichi, pero no podía irme tan fácil.

— Oye, tú eres hermana de Muto, ¿verdad? – no me atrevía a verlo, y Mikey se interpuso – deberías venir con tu hermano, sería genial tenerlos.

Negué y salimos rápidamente, los recuerdos chocaban en mi cabeza una y otra vez, y de sólo mirar a Emma, de sólo imaginar que ella podría estar en peligro me carcomía la cabeza, me hacía querer encerrarla para que no la pase nada.

Comenzó hablar con Takemichi, pero Emma tubo sed, asiqué la acompañé, y Takemichi entró en sus recuerdos, lo ignoré, no era de mi interés, miré como una motocicleta se acercaba, uno de ellos tenía un bate, y mi instinto volvía a mí, la abracé contra mi pecho, lanzándonos al piso, pero no fui muy rápida, tenía un leve raspón en su cabeza, toqué su rostro, estaba caliente, mis lagrimas aumentaban cada vez más, mientras la movía.

— Emma..., despierta, por favor, abre tus ojos – mi voz entrecortada, mis lagrimas saliendo y mi cuerpo temblando – abre tus ojos, por favor, no me dejes, no lo hagas, no puedes dejarme sola, no se hacer nada si no estás aquí, Emma...

— ¿Qué sucedió? – miré a Mikey.

— No despierta..., aún sigue caliente, Mikey, hospital – en la tomó de inmediato, y sólo pude seguir a su lado, busqué algún taxi, pero no había nada, pero Emma despertaba – Emma, estas bien.

— Me duele la cabeza, oh si, una motocicleta me golpeo, pero Ai me empujo, y luego te golpearon – la miré un momento, ella sonreía – estas bien.

— No me dejes Emma, no cierres tus ojos.

— Cuídense ambos, Takemichi.

— ¿Sí?

— Cuida a Mikey, por favor – miré sus ojos cerrarse, tomé su mano sintiéndola en mis manos.

— No cierres tus ojos, ya casi llegamos, aguanta por favor, no lo hagas – ella sólo me miraba con una sonrisa – aguanta, un poco más...

Cuando llegamos la llevaron de inmediato, y luego, me llevaron a mí también, era un caso delicado, asique me examinaron, se sorprendieron que no haya tenido una hemorragia, y en ese instante, prepararon todo, pedí ver a Mikey.

— Ai, estarás bien.

— Tengo miedo, no me dejes sola, no lo hagas – tomé su mano aferrándome a ella – Emma, tampoco me puede dejar.

— Ella está bien, no te dejará, estaré aquí cuando despiertes, todo estará mejor.

Asentí, y lo vi más lejos de mí, y la oscuridad había caído, sólo sentía leves cosquilleos, sentía muchas cosas, veía mucho de mis recuerdos, y en ninguno, había sonreído mucho, sólo cuando estaba Mikey, y luego apareció Sanzu..., ¿ellos eran mi felicidad?, luego apareció Emma, mirándome con dulzura, y su comida sabía rica, ni siquiera éramos cercanas y me cuidó, lo hizo. Sin juzgarme o mostrarse asqueada.

Cuando abrí mis ojos, sentía que me sujetaban una mano, mi cuerpo dolía un poco, pero el sedante era genial.

— Has despertado – Mikey estaba ahí, y sólo lloré, había estado aquí – tranquila, ya pasó todo, todo se terminó.

— Mikey, ¿qué sucedió? – mis ojos seguían apañados, pero me sentía mejor.

— Pasaron muchas cosas.

Dark Look - Sanzu HaruchiyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora