Esos documentos tardaron otro mes, serían dos meses, no podría sostener la mentira a tal grado si seguía así, asiqué tuve que comer más de lo debido a escondidas, lo que se asomaba no era un embarazo, era grasa, y lo que sentían eran mis tripas rugir, y eso les hacia creer que era un movimiento de un feto, eran muy ingenuos.
Hasta que un día, llegó a mi con los documentos listos, dándome en las manos, ahí lo decía, era dueña de todo, tomaría lugar meses después de que naciera el "niño".
Mis tres preciados meses, y salíamos al centro, debía ser real, y los disparos no se hicieron esperar, lastimosamente, salí herida, lastimaría al idiota que lo hizo, aunque eso hizo que fuera más creíble, un embarazo perdido, todos muertos, quedando yo como dueña y señora de todo.
Algo que Koko se encargó rápidamente, cuando salí un mes después, llegué hasta ellos, a los brazos de Mikey.
— Es bueno volver, empezaban a sospechar que alguien se robaba la comida.
— ¿Era comida? Creí que de verdad te embarazaste – miré a Ran topar mi estómago ahora ya plano.
— Pues claro, debía hacer algo, aunque sea un poco creíble, ¿qué clase de persona crees que soy? La próxima te casas tu.
Sanzu había sido quien lo disparó, asiqué lo golpee, por su culpa me hirió también a mí, pero bueno, no entendía porque lo hacía el precisamente, pero no era algo que me interese mucho ahora.
— Mikey, hay algo que debo decirte – estaba en uno de los descansos que se tomaba para ver si todo estaba bien, o para escapar.
— ¿Qué ocurrió?
— Vi a Emma – sus ojos inmediatamente se posaron en mí, no había vuelta atrás – estábamos en un parque, me quedé sentada en una banca mientras entrevistaban a..., bueno, se me acercó, charlo un poco conmigo, y bueno, yo...
— ¿Le dijiste sobre mí? ¿qué tanto hablaste? – su mirada era acusatoria, no sabía y por un momento temí.
— Nada, dije que no la recordaba, que no recordaba más allá de mi nombre, y ahora con lo ocurrido, sabrá que estoy muerta, o que quizás sobreviví y desaparecí.
— Ya veo...
— Solo ocurrió eso, quiso hablar más, pero no le permití.
— ¿Cómo estaba?
— Su vientre está grande – mi voz se entrecortó – en su dedo llevaba un anillo, su cabello igual de largo y rubio, sus ojos brillaban, ella es feliz.
— De acuerdo.
Sólo eso, dos palabras, no necesitaba nada más, al principio Mikey se negó a que sea parte de esto, cuando ganamos, no me permitió ser parte de Bonten, pero no me alejaría, y ahora..., puedo ver el arrepentimiento en sus ojos, y la culpa de no pasar con Emma me carcomía, pero era por su felicidad, Kai Muto había muerto, ya no existe, jamás existió.
Mikey no había dicho palabra alguna de aquello, y yo me enfoqué en los trabajos que teníamos, pero pronto una próxima presa se posicionó en mi vista, dos hermanos, eran interesantes, no eran poderosos, pero si tenían una considerable fortuna, algo que a Koko lo fascinó.
— ¿Cuánto crees que tenga?
— ¿La chica? Bueno, por ser mujer ocurre dos opciones, es muy mimada, y del uno al diez, debe tener un 7 de fortuna, y si no es así, al menos un 4, en cuanto al hermano, es obvio, es el primogénito, debe tener un 8, son buenas presas.
— Será interesante tenerlos, evaluaré su fortuna.
— ¿Quieres que te lleve comida?
— Algo que sea fantástico para combinar con dinero – reí un poco, Koko sin duda tenía un fetiche por el dinero.
Preparé algo ligero, y se lo llevé, apenas hablamos y parecía encantado, asique sería la encargada de hablar en la próxima reunión, pero antes...
Un cambio de identidad.
Mi cabello al natural, lastimosamente con extensiones, y mis ojos con lentes de contacto, no sabía que el café y el azul combinaran bien en algunos casos.
Sin duda alguna no llamaba la atención, pero, el como iba vestida y el auto que me cargo, era demasiado obvio.
— Mikey, ¿qué tal me veo? – apenas lo volvía a ver después de algunos días, fue sencillo infiltrarme.
— ¿Y ahora qué quieres?
— ¿Por qué cada que me arreglo piensas que quiero algo?
— Porque nunca cambias estilo así de la nada.
— Bien, ocurrió algo, pero, aun me falta un par de detalles, te lo diré en la reunión.
— De acuerdo...
Un hombre soltero, una mujer soltera, padres desesperados por un buen partido para sus hijos, la mujer queriendo nietos, el hombre queriendo a un próximo sucesor, familia desesperada, me gusta.
— La cuestión es simple, tienen casi o tal vez el mismo poder económico que los yakuza, buscan casar a uno de sus hijos, lo harán apenas vean a la mujer indicada – me miró y sonrió, y luego miró a los hombres con una mueca – o tal vez un hombre.
— Yo me apunto, esas familias nunca se dan cuenta – alcé mi mano cuan niña pequeña era.
— ¿Qué? ¿por qué? – miré a Sanzu – que lo hagan los Haitani, son los que mejor porte tienen.
— ¿Por qué no puedo hacerlo? Mikey está de acuerdo, asiqué lo haré, no mandas sobre mí.
— ¡Claro que lo hago!
— No eres nada de mí, no pienso hacerte caso sólo porque actúas como un idiota hermano celoso.
— ¡No me comporto como un hermano!
— ¡Pues demuéstralo! ¡Porque si no me consideras como tu hermana entonces no tengo el porque obedecerte!
— ¡Yo sé cómo diablos me comporto!
— ¡Pues no lo parece! ¡Aclara lo que dices! ¡Yo no soy de nadie para que vengas a intervenir!
— ¡Eres mía! – lo miré algo atónita por ello – te dejé ir porque siento que no te merezco, ya hiciste una estúpida misión de casarte, deja que otro lo haga.
— ¿Qué? – ahora era yo la que no podía articular ninguna palabra, siendo Kakucho quien me ayude a sentarme.
— Estoy de acuerdo, con la chica será más sencillo, Ran lo hará, es quien más sutileza tiene, bien, Koko, prepara todo.
— ¡Sí!
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Dark Look - Sanzu Haruchiyo
Fiksi PenggemarLe parecían marcas bonitas, nunca se cansaría de verla y apreciarlas, pero, a su dueño le incomodaba bastante. Lo había conocido de una forma peculiar, llegó a ser cercana a él, pero, ¿qué era ese sentimiento? no lo sabía. Siempre quería estar a su...