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Azteca estaba renuente de entrar en la habitación de España.

España había enfermado de gripe y ahora él era el único que podía atenderle.

Aún así estaba renuente a entrar en aquella habitación nuevamente.

Filipinas le había dado su libertad y la posibilidad de empezar de nuevo junto a su luna pero él, no sé sentía a gustó con la situación.

El pasado le atormenta cada que está cuerdo cerca de España.

Y no puede borrarlo de su memoria.
Aún así España le recibió con los brazos y le acogió de nuevo en su casa, en su nido e incluso en su cama.

Y no en lo pasional si no más bien en compartir el lecho.
Nuevamente.

Todo parecía ir tan bien pero no lo acepta.

Se que estás del otro lado - hablo España abriendo la puerta.

Estaba enrrollado en su cobija más caliente, tenía un sonrojó por la fiebre y su nariz roja de tanto limpiar.

Le dio una mirada cálida azteca,
Conmovido por aquella imagen.

Si no te molesta tengo hambre - pidió España tomando aquella charola que esté traía entre las manos.

Perdón yo... - no sabía que decirle.

Puedes irte - dijo España

Qué? - pregunto Azteca desconcertado.

Eres libre de irte a dónde creas conveniente - afirmó su postura.

España - suspiro cansado y frustrado - no quiero irme, no quiero dejarte, nunca lo quise - habló con su voz triste - pero tampoco me siento a gusto a tu lado - España le miro algo triste por aquellas palabras - y no me refiero a que tú me hagas sentir incómodo, me refiero a que yo no quiero incomodarte - dijo con la mirada en el suelo y con el tono de voz cada vez más apagado.

Me dijo filipinas que había algo en tu pasado que tenía que escuchar - comento España al mirar esa actitud de parte de él.

Todavía no España - pidió - porfavor -

Bien - dijo para dar la vuelta y regresar a su cama con la comida.

En el trayecto se le cayó la cobija de sus hombros soltando un chasquido con la lengua por ello.

Azteca suspiro y al verlo batallar con aquellos dos objetos entro y tomo la cobija para ponerla nuevamente en sus hombros.

Le quitó la charola para poderlo cargar y así llevarlo a la cama para que descanse.

Te contaré todo, pero necesito tiempo - pidió

Acaso 26 años no te fueron suficientes? - pregunto España en tono hiriente.

No - contesto Azteca con la voz áspera queriendo ahogar el nudo en la garganta que se le formó - ciertamente no - dijo para salir a paso lento y pesado de la habitación.

España estaba extrañado ciertamente no era el mismo lobo que se fue de su lado.

Y ciertamente parecía que estar a su lado fuera una tortura.

España bajo la cabeza un poco notando la comida.

Te acordaste como me gusta cortar las verduras - dijo con tristeza y algo de melancolía.

Este poco tiempo juntos no es como lo esperaba.
Pensó que tal vez sería más como un cachorro marcando territorio todo el tiempo, pero no, le ha dado su espacio a lo mejor demasiado espacio, ni siquiera a inundado alguna parte de su casa con su aroma.

un Omega defectuoso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora