Parte II: Capítulo quince.

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XV

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XV. Decisiones y consecuencias


Viena;
Austria, 2022.

—Según Internet, si no quieres al bichito debes realizar el aborto antes de la semana catorce —me informa Lisa leyendo un artículo en su teléfono y acariciando mi espalda que aún tiene espasmos debido a los vómitos de cada mañana— Ya tienes al men...

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Según Internet, si no quieres al bichito debes realizar el aborto antes de la semana catorce —me informa Lisa leyendo un artículo en su teléfono y acariciando mi espalda que aún tiene espasmos debido a los vómitos de cada mañana— Ya tienes al menos diez semanas, debes decidir pronto.

Me levanto del frío suelo y tiro de la cadena para luego refrescar mi rostro lleno de sudor. Lavo mis dientes para quitar aquel asqueroso sabor del vómito de mi boca y me dirijo a mi habitación para lanzarme sobre la cama y quedarme allí todo el día, como he hecho en las últimas semanas. Reviso mi teléfono, esperando encontrar algún mensaje de Charles, pero recuerdo la última conversación que ambos tuvimos e intento convencerme que lo mejor es que ninguno de los dos mantenga contacto. Ya es un mes sin saber absolutamente nada de él. Un mes en donde tengo algo dentro de mí creciendo y, lamentablemente, aún no sé que carajos hacer.

Por un momento creía estar segura de renunciar a ello, pero con el pasar de los días ya no me siento tan decidida.

Quisiera que nona estuviera conmigo, esta situación me supera y sé que ella me hubiese hecho sentir mejor. Lágrimas comienzan a mojar mis mejillas y me siento una estúpida al no saber controlarlas. Lisa, que por cierto ha sido un gran apoyo estas semanas, se sienta a mi lado y acaricia mi cabello con delicadeza. Eso sí, sin despegar la vista de su teléfono mientras observa un video con la mandíbula casi desencajada por la impresión.

—¿Qué miras? —le pregunto contagiada de pronto por la curiosidad. Su rostro de verdad demuestra tanta sorpresa que quisiera quitarle el teléfono de las manos para ver lo que le tiene tan anonadada.

Ella posa su mirada sobre mí y parece reaccionar de pronto, por lo que bloquea su teléfono y lo deja sobre el mueble ubicado a un lado de mi cama— Nada, un video de unos tipos peleando —le resta importancia y cambia drásticamente la conversación— ¿Has pensado ya que hacer?

¿Cómo evitar un amor prohibido? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora