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14 de septiembre de 1875

  A pesar de su clase social, Lee Minho adoraba ir al pueblo.

  Le gustaba la idea de ayudar a las personas con su emprendimiento, de observar cada nueva cosa que vendían o festividades que hacían. Disfrutaba hacerlo porque la gente también disfrutaba verlo a él. ¿Y cómo no? Con su posición de futuro Conde que pronto sería heredado por su padre, había hecho más que cualquier hombre de alta clase en Gran Bretaña.

  Minho perfectamente se podría considerar un filántropo sin intención de querer ser uno. Disfrutaba jugar con los niños, alimentar a los animales sin hogar; cualquier mujer se enamoraría de su bondad y él sabría decir que no solo por tener en clara sus prioridades amorosas. Hasta para negar lo hacía con una elegancia y atractivo inigualable.

  —¿A qué se debe la vestimenta, joven Lee? —preguntó una de las vendedoras de la feria a la que Minho le gustaba frecuentar.

  —No es nada negativo, señora Baker —le calmó Minho mientras miraba las rojas manzanas de la vitrina de madera—. He querido probar un estilo diferente. ¿Me queda bien el azul y el negro?

  —Le queda espectacular —halagó la señora Baker y arregló el moño que sujetaba su cabello—. El traje negro en sí da una autoridad particular, pero con los diseños azules le mantienen su toque juvenil y de calma.

  Ese día, Minho portaba un abrigo negro largo debajo de un traje del mismo color. La camisa era blanca, pero su corbata era azul junto las solapas de su abrigo. Portaba una pequeña boina con una pajarita de color azul en el lado izquierdo. Dejó la boina colgando en su espalda para darle frescura a su cabello.

  —Usted sabe eso muy bien —jugó Minho y ambos rieron al unísono—. Quería venir con algo más informal, pero mi padre me dijo que me dejaría ir al pueblo solo si voy vestido como quien voy a ser pronto. Es un trato justo a mí opinión.

  —Su padre es un hombre noble, estoy segura de que lo hizo con buena intención —mientras hablaba, llegó otro cliente que pidió un kilo de naranjas y la mujer empezó a reunirlas—. Y usted cada día crece más. ¿Cuántos años ya tiene? De seguro está en la edad del compromiso.

  —Voy a cumplir veintidós el próximo mes —dijo Minho con una vergüenza cautelosa—. No sé si estoy preparado para casarme. ¿No puedo seguir dando vuelta los números de mi edad y decir que tengo doce?

  La mujer le entregó las naranjas al cliente y volvió a dirigir toda su atención a Minho.

  —Eres adorable —anunció como si no fuera suficiente cada día que se lo decía—. Espero que los próximos años todo lo que te toque en tu vida sea a tu decisión. Algo que más odio de la nobleza son sus reglas absolutistas. No quiero que caigas en eso.

  —No se preocupe, señora Baker —guardó las manos en los bolsillos de su abrigo con timidez—. Solo seré un conde por herencia. Seguiré visitándolos frecuentemente y cumpliendo mis labores previstas —sonrió con aquella sonrisa que achinaba sus ojos—. Por ejemplo, comprar sus deliciosas manzanas rojas. ¿Me da un kilo?

  Y Minho pasaba horas y horas haciendo la misma rutina con la demás gente del pueblo. Largas conversaciones, regalos y alimentos que sentía que no merecía, juegos con los niños y ayudando a quien lo necesitara. No le gustaba la idea de regalar dinero, pero le gustaba expandir la visión de quienes no veían futuro por delante. Varios de los vendedores o artistas plebeyos han encontrado su camino gracias a Minho. El agradecimiento que le tenían era algo que ni el mismo joven lograba asimilar.

  Así, como cualquier otro día, al estar a punto de caer el Sol, Minho regresaba a su mansión caminando por el jardín donde el carruaje que lo llevaba lo estaría esperando. Trataba de limpiar sus prendas para que no se notara que estuvo tirado en el suelo con los niños o acariciando perros callejeros. Al estar seguro de su apariencia pulcra, sacó una manzana de la bolsa que llevaba en su mano izquierda. Aquel potente color rojo que le confirmaba lo dulce que su jugo iba a estar. Le dio una mascada y cerró los ojos de placer. Que fruta tan deliciosa.

🌾 ⁚ My Fallen Angel 𖧹 Minsung ⭑⤶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora