ː͡➘₊̣̇ 02 | ☪

47 7 0
                                    

  La primera vez que Minho vio un ángel fue a la edad de siete años. En aquella época no comprendía muy bien el concepto, lo recordaba porque fue lo único que le quitó la pena de ver a su madre perder la consciencia vital con cada hora que pasaba.

  Creyó que solo era una muchacha hermosa de cabellos colorines que le daba el último adiós a su madre, pero lo que más llamó su atención fueron las alas que cubrieron a su progenitora en señal de protección. Hasta el día de hoy, Minho seguía sin entender el propósito de aquel ángel o si tenía un nombre en específico. Cuando se lo comentó a su abuela materna, ella se puso a llorar y, al decirle a su padre, este le explicó que era normal para un niño de su edad ver cosas así.

  Y no había que esperar grandes respuestas. Actualmente la normalización de las creencias a deidades se limitaba a la creencia de la monarquía, cosa que Minho no le quedaba de otra que aceptar por su posición dentro de la nobleza. Muy dentro de sí, Minho veía la bondad en las personas y la protección que los ángeles les daban, lo que le confirmaba que, en efecto, eran reales. Y si los ángeles lo eran, Dios también. Dios se preocupaba por las almas libres en la Tierra.

  —¿Cómo te llamas? —preguntó Minho tras ayudar al ángel rubio a quedarse de pie. Sus alas resultaban más grandes que su cuerpo y le pesaban.

  —Jisung —susurró el joven. Minho aún sostenía sus hombros por si llegaba a caerse.

  —¿Cómo llegaste aquí?

  —Me perdí —volvió a decir con un tono bajo—. No sé cómo regresar.

  —¿De dónde vienes?

  —Yo debería hacerte preguntas a ti —dijo Jisung de forma antipática y trató de quitar las manos de Minho—. ¿Cómo puedes verme?

  —¿No debería poder?

  —Los humanos no pueden hacerlo —explicó—. Estuve sollozando porque nadie me veía. Fuiste el único que me escuchó.

  Entonces, Minho se dio cuenta de una verdad impalpable.

  Por eso sus parientes no le decían a Minho que todo era producto de su imaginación, porque nadie veía ángeles como si nada y por algo su existencia seguía en cuestionamiento. Aun si Minho quisiera decirles a todos que acababa de hablar con un ángel llamado Jisung, nadie le creería.

  Minho quizá era uno de los pocos con ese don y le pareció increíble y aterrador a la vez. Aceptaba el precio por saber una verdad que años llevaba deambulando en su cabeza, pero le dolía que no fuera un conocimiento universal.

  —Ha sido así desde siempre —mencionó Minho y soltó a Jisung para ver si se podía levantar por su cuenta—. Siempre sentí que estaba conectado de alguna forma a "su mundo" —no sabía si era correcto llamarlo así—. Esto me lo comprueba y... estoy... feliz.

  Inconscientemente Minho esbozó una sonrisa. Dicha sonrisa causó una sensación en el corazón de Jisung que aumentó sus latidos y sus mejillas volvieron a sonrojarse. No era normal ser sensorial emocionalmente para un ángel y envidiaba a los humanos por eso. Para su sorpresa, el comportamiento de su cuerpo lo hizo sentir con tanta vida que se cuestionó por un segundo si seguía siendo un simple ángel caído del cielo.

  Los casos en que los humanos podían ver a los ángeles solían ser por la fe que entregaban a Dios. ¿Tal vez este simple humano entraba a esa categoría? A Jisung le emocionó de solo pensarlo y ni siquiera lo conocía lo suficiente como para asegurar cosas tan rápido.

  —Tú... ¿Cómo te llamas? —preguntó Jisung, ahora, tímido.

  —Minho —respondió y no supo qué más agregar—. ¿Necesitas que te siga ayudando?

🌾 ⁚ My Fallen Angel 𖧹 Minsung ⭑⤶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora