Capítulo 10

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Kelsey llevaba trabajando un par de años conmigo, por lo que sabía mucho sobre los altibajos de mi relación. Cuando me escuchó mencionar los papeles del divorcio frunció el ceño y preguntó con cautela -Si acepta el divorcio, ¿no estaría traicionando al Sr. Suppasit? Además, si acepta, la parte que el Sr. Suppasit le dio quedará en manos del señor Mew. ¡Director, sería una pérdida enorme!-.

Yo sabía lo que le preocupaba, pero no pretendía darle explicaciones. Miré mi reloj y me percaté de que se estaba haciendo tarde, así es que concluí -Tengo mis propios planes. Apúrate y consigueme los papeles porque tengo una reunión un rato -Kelsey sabía que no le haría caso, por lo que se apresuró en salir de la oficina, algo cabizbaja.

Desocupé mi escritorio, agarré las llaves del auto y esperé a Kelsey en las escaleras. Afortunadamente, fue rápida y me trajo los documentos de inmediato.

Me entregó el expediente y trató de aconsejarme, diciendo -Director, creo que no es el mejor momento para que usted solicite el divorcio...-

-¡Está bien!-, la interrumpí y entré en el ascensor. La miré y la tranquilicé -Tú concéntrate en tu trabajo; yo sé qué hacer-.
Antes de que pudiera decir más, la puerta del ascensor se cerró.

Bajé al estacionamiento y conduje hasta el lugar en donde me encontraría con Josiah.

El Northern Heaven era un restaurante elegante. El interior era sofisticado y los platos exquisitos. Era bastante costoso, por lo que estaba orientado a clientes adinerados, pero el ambiente era tranquilo y relajante.

Dado a que había hecho una reserva previa, fui a mi mesa directamente, pero para mi sorpresa, Josiah había llegado temprano.

Iba vestido de manera informal, pero su ropa era impecable. Estaba sentado elegantemente junto a la ventana y golpeaba distraídamente la mesa con sus delgados dedos.

-Siento llegar tarde!-, le dije, me senté frente a él, apurado y le hice una seña al camarero para ordenar.

Al verme, Josiah arqueó una ceja, se rio suavemente y dijo -Un elegante joven me ha invitado a comer, así es que no tengo apuro- era raro verlo sonreír. Le entregue el menú y le respondi sonriendo -¿Alguna vez que te han dicho que te ves muy bien cuando sonries?".

Sonrió otra vez, pero no tocó el menú e hizo un gesto para que fuera yo el que pidiera. Entrecerró los ojos, me miró fijamente y contestó -No, tú eres el primero que dice eso-, eso me hizo sonreír de verdad, pero no agregué nada más. Me concentré en pedir algunos platos, pensando en que podría gustarle más.

Después de devolverle el menú al camarero, tomé un sorbo de agua y él siguió mirándome en silencio.

Me senti obviamente observado, por lo que posé el vaso en la mesa y pregunté -¿Tengo algo en la cara?- las comisuras de sus labios se curvaron afablemente y lucia de buen humor -Esta es la primera vez que como con el esposo de mi mejor amigo, se siente...-, dijo y dejó la idea inconclusa.

Luego de un momento terminó, diciendo -bastante bien- se decía que los pájaros con el mismo plumaje vuelan juntos, Mew siempre había sido frío e indiferente, por lo tanto, las personas que lo rodeaban eran inusuales.

No le pedí detalles, ni le di vueltas al asunto. En vez de ello, lo miré y fui directo al grano. Le dije -Necesito pedirte un favor. ¿Me ayudarías, doctor Saunders?- Arqueó una ceja y se inclinó hacia atrás. Luego preguntó sin sacarme los ojos de encima: -¿Qué puedo hacer por ti?-.

-Necesito un medicamento post-abortivo-, dije sin preámbulos él dejó de sonreir, frunció el ceño y preguntó -¿Eso es todo?- asenti -He escuchado muy buenas referencias tuyas y me gustaría que me recetaras algunos medicamentos para fortalecerme después del aborto. ¿Me ayudas?- Josiah frunció el ceño levemente mientras me escudriñaba con sus ojos oscuros, tratando de descubrir alguna verdad oculta.

Yo estaba muy compuesto y tranquilo; me quedé en silencio y dejé que me evaluara.

Después de unos momentos, separó los labios y manifestó lisa y llanamente que estaba de acuerdo -¡Está bien!-.

-Gracias, Doctor Saunders-, respondi brevemente y me alegré de que cuando tratas con personas inteligentes no hay necesidad de dar explicaciones.

Después de que el camarero sirvió los platos, Josiah me miró y me preguntó inquisitivamente -Joven Kanawut, tú eres  muy astuto. ¿Has estado tratando de pasar inadvertido últimamente?- me reí -Gracias por ese cumplido, doctor. La verdad es que es sólo mi forma de sobrevivir. Además, es evidente que Mew y yo no calzamos y por ende no es el momento adecuado para tener un bebé-.

Él probó algunos bocados y pareció muy satisfecho. Luego volvió su atención hacia mí y me preguntó -¿Cuándo te vas?- eso me sorprendió, por lo que fijé mi mirada en la suya. Si bien estaba planeando deshacerme del bebé antes de divorciarme, no había mencionado el marcharme. Si queria irme de Bangkok pero no estaba seguro adónde y lo sorprendente, es que él hubiera adivinado mis planes. Aunque quizás era un poco obvio.

Deje los cubiertos sobre la mesa y me detuve a pensar antes de responder -Quizás en un par de meses. No he decidido adónde ir aún-.

-Puedes ir a Chiang Mai, es un lugar fantástico para vivir- sugirió. Dejó los cubiertos también y se limpió la boca elegantemente con una servilleta.

Era una buena sugerencia. Asenti y respondi -Lo considerare- Aunque Chiang Mai no era tan próspero como Bangkok, seria ideal para una vida más lenta y por ende un buen lugar.

Se suponía que yo iba a invitar la cena, sin embargo, él pagó la cuenta por adelantado. Salimos del restaurante juntos y le dije -Te debo una. ¡La próxima vez debes dejarme pagar a mi- se volvió sobre su hombro y respondió -Espero que en esa ocasión cenemos juntos en Chiang Mai- quedé atónito, así es que simplemente sonreí porque no supe que responder.

Se estaba haciendo tarde y tenía que volver a casa. ĺbamos caminando hacia mi auto cuando de repente me preguntó -¿Has decidido cuándo quieres someterte a la intervención?- me volvi para mirarlo y asenti -Mañana!-.

Dado a que había tomado la decisión, era mejor hacerlo lo antes posible. Asintió y me miró, -Mew lo sabe?-.

-No, no sabe!-, le dije vehementemente y agregué -Y no tengo la intención de decirselo- frunció el ceño pero no expresó ninguna opinión. Encendí el auto y noté que estaba parado al lado de su auto, pero yo no quería seguir hablando del asunto, así que me despedi de él con la mano y conduje de regreso a la mansión.

Diez minutos después, me detuve en la entrada de la mansión y me quedé en el auto. Saqué los papeles de divorcio que Kelsey me había dado y me puse a revisarlos.

Me sentía un poco incómodo y raro, porque en el pasado la única forma en que hubiera firmado esos papeles hubiera sido que Mew me pusiera un cuchillo al cuello. Pero ahora, inesperadamente, estaba listo para firmar ese papel, que terminaría con nuestra unión.

No me preocupaba la división de los activos, porque Mew siempre había sido generoso. Me había prometido la mansión y las bonificaciones anuales del Grupo Suppasit.

Mientras leía los documentos, me dio risa, porque quizás, él siempre había asumido que quería casarme con él por las propiedades y el dinero. También era probable que pensara que accedería si me daba todo lo que quería.
Después de una pausa larga, firmé los papeles.

Entré en la mansión y noté que el pasillo estaba oscuro. Me cambié de zapatos, prendi la luz y de pronto vi a un hombre sentado en el pasillo.

Me sobresalté al ver el fondo de sus ojos porque no supe qué estaría pensando.

Me tomó un momento calmarme y luego le pregunté -¿Por qué no encendiste las luces? ¿Ya cenaste?-.

¿Me amarás algún día? ➷❃TERMINADA❃➹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora