Sakhir.

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Molly

Algo loco ha sucedido en los últimos días. Lewis Hamilton se ha contagiado de covid-19 y no puede correr este fin de semana por seguir los protocolos. Esta mañana se anunció que mi mejor amigo, George Russell, lo reemplazará. Conducir el coche ganador del campeonato mundial. Potencialmente obteniendo una victoria. Al menos sus primeros puntos en la F1. Estoy más que orgullosa de él por tener esta oportunidad.

Actualmente estoy caminando por el paddock ya que es miércoles y estoy finalizando mi Hourglass challenge para este fin de semana que estaremos filmando esta tarde. Los reporteros están en todas partes queriendo cualquier comentario sobre George. Nat Pinkham me llama la atención, se dirige directamente hacia mí y sé lo que viene.

–Eres una buena amiga de George, ¿no es así? –sonrío y asiento con la cabeza –¿Puedo pedir algunos comentarios sobre qué esperar este fin de semana? –vuelvo a sonreír.

–George es un conductor fenomenal y creo que les mostrará a todos de qué está hecho. Su automóvil no le permite mostrar sus habilidades. Calculo que estará en el podio si no gana este fin de semana. –sonríe.

–Gracias. –dice y asiento antes de salir corriendo.

Entro al área del hospitality y veo a Charles y Carlos esperándome.

–Perdón, me preguntaron por George. –ambos se ríen.

–Los están hostigando a todos. –dice Carlos y Charles se acerca y me da un beso en la frente. Veo que los ojos de mi español se abren como platos y sutilmente niego con la cabeza hacia él. Él pronuncia la palabra luego y yo asiento.

Una vez que hemos filmado el desafío que estaba desordenado, Charles y yo dejamos el paddock y regresamos al hotel. Es muy extraño estar en Bahréin tanto tiempo. Va a ser el fin de semana más interesante del calendario con todos los cambios. Charles toma mi mano mientras entramos al hotel.

Estamos en proceso de volver a estar juntos, pero puedo sacudirme el miedo de no volver a no sentirme lo suficiente. Sé que la situación es diferente, pero todavía no puedo quitarme los pensamientos negativos de la cabeza. Subimos las escaleras y voy a cambiarme.

–¿Quieres que ordene algo de comida? –Charles me pregunta.

–¡Claro! –le grito cuando entro al baño.

Me tomo unos minutos porque soy consciente de la conversación que probablemente tendremos hoy. Sé que se está impacientando porque ha esperado mucho tiempo para que volvamos a estar juntos. Su personalidad no es de paciencia interminable. Rápidamente me cambio y vuelvo a su sala de estar. Me ve tan pronto como entro y su sonrisa es cegadora. Sé que estoy completamente enamorada de él, pero no puedo deshacerme de mis miedos.

Charles

La veo vacilar en la puerta y sé que está pensando lo mismo que yo. Hay una conversación que necesitamos tener. Le sonrío y ella parece relajarse.

–Pedí unos nachos para ti y una ensalada para mí. –le digo haciéndole un lugar en el sofá. Ella se acomoda a mi lado.

–Este fin de semana va a ser una locura. –comenta y me río.

–Esa es una forma de decirlo, aunque George sabe lo que está pasando. –le digo sabiendo que se preocupará por él. Caemos en el silencio –¿Podemos hablar? –le pregunto y ella respira hondo.

–Seguro. –murmura en voz baja.

–Ambos sabemos que necesitamos hablar de esto, sé que eres la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida. He sido un idiota, pero todo mi tiempo sin ti solo me ha hecho más consciente de lo mucho que te necesito en mi vida. –le digo y ella me mira.

Best Friends to PR | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora