25 de agosto.
Me levanté más pronto que de costumbre. Apenas había podido dormir a causa de la maldita noticia de anoche. Y para colmo seguía muy cabreada.
Bajé al piso de abajo y estuve dando vueltas de un lado para otro esperando a que bajase mi madre para contarle todo lo sucedido.
No debería de tardar ya, debido a que hoy trabajaba.
En cuanto oí sus tacones bajar por las escaleras me acerqué corriendo a ella.
-Buenos días hija, ¿qué haces tan pronto levantada? -Me dijo sorprendida.
-Mamá tengo que contarte una cosa. -Le dije siguiéndola hacia la cocina.
-Se nota que has dormido mal, porque me llevas unos pelos... -Me paré un momento para mirarme al espejo y tenía razón, estaba espantosa, iba a necesitar una buena ducha después. -¿Qué tienes que contarme?
-Dios mamá es que estoy que ardo, vas a tener que llamar a la policía, inspectores, las malditas noticias o a la Casa Blanca si hace falta.
-Cálmate y dime que ha pasado que me estás asustando. -Me cortó mi madre.
-Verás mamá. Ayer... Yo, en la tele vi... -Mi madre me miró confusa. Tenía que calmarme y hablar más despacio. -Bien, ayer después de darte el beso de buenas noches bajé aquí y me encontré la tele encendida, que no sé que hacía encendida, pero bueno, la cosa es que cuando la fui a apagar empezaron a decir algo sobre la muerte de papá.
Mi madre abrió mucho los ojos y empezó a impacientarse así que continué.
-¿Y qué decían? Cómo hayan informado de algo nuevo por la tele antes que a mí, se les va a caer el pelo a todos.
-Decían que su muerte podría ser causa de un suicidio.
-¡¿Qué?! Esto tiene que ser una broma.
-No mamá, lo dijeron en las noticias.
-Es que esto es una vergüenza, se van a enterar. Voy a llamar al inspector Williams y que me aclare todo esto, sino van a tener más que problemas. Encima que lo digan en las noticias... En éste país solo hay ineptos ¿o qué?
Estaba cabreada, muy cabreada y esto solo era el principio de lo que podría pasar hoy.
Me quedé mirándola un rato más mientras seguía despotricando contra todas las personas del mundo y por fin dijo:
-Summer vístete, pero antes date una ducha hija, que así no sales de casa.
-¿Vamos a algún lado?
-Sí, llama a tu hermana también, dile que baje pero que se vista primero. Nos vamos a la comisaría. Se van a enterar de quién es la señora Swan.
Mi madre definitivamente daba miedo, parecía una conspiradora o algo así pero desde luego tenía motivos.
-¿Y tú trabajo? -Añadí antes de subir las escaleras.
-Mi trabajo... -Se quedó un rato pensativa. -¡Claro! Llamaré a Brandom y le contaré lo sucedido. No creo que me ponga ninguna pega.
-Bien, pues voy a ducharme mamá.
Subí corriendo las escaleras y entré en la habitación de mi hermana sin molestarme en llamar a la puerta.
-Buenos días princesa... -Empecé. -Es hora de ir a comisaría.
En cuanto oyó esa palabra se levantó de un brinco.
-¿Ha pasado algo? ¡¿Mamá está bien?! -Empezó a preocuparse. -¡Mamá! -Grito.
-Calla Zoe, mamá está abajo. Me ha dicho que te vistas y que bajes que tiene algo que decirte. -La explicaba mientras iba saliendo por la puerta. -¡Pero date prisa!
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Llévame hacia ti.
RomanceSummer era una chica sencilla, sin más preocupaciones de las que podía tener una chica de 18 años, hasta que un día un trágico suceso marcó su vida para siempre. Una nueva ciudad, un verano por delante y sobre todo chicos nuevos que cambiarán su vid...