21 de agosto.
A las 10 ya me encontraba lista y preparada. Me había puesto una falda de vuelo con flores de diferentes tonos de azules y rojos y para la parte de arriba un top palabra de honor vaquero, con una cremallera en el centro. Me puse unas sandalias y cogí mi mochila de cuero marrón.
Era un día muy especial y sobre todo tenía que causar buena impresión.
Vi aparecer a Owen con unas gafas carrera puestas, unos vaqueros rotos y una camiseta negra que se le ajustaba a su cuerpo perfectamente. Todo un Dios griego.
-Llegas tarde Bennett. -Le sonreí pícaramente, como si quisiera fastidiarlo.
-Resulta, señorita Swan, que las 10 y 1 minuto no es tarde. -Me devolvió la misma sonrisa que tenía puesta yo en los labios y decidí que sería mejor no caer en su juego si quería pasar una mañana agradable. -Por cierto, te queda muy bien la coleta.
-Gracias... -Vaya, eso sí que no me lo esperaba.
-¿Y qué lugar es ese al que tienes que ir y qué te va la vida en ello? -Nos acercamos al coche de Owen y entramos.
-La escuela de danza Rosemont. Creo que las pruebas fueron hace unas semanas y yo me enteré hace dos días... Y ya estamos a jueves, como no entre, me muero.
-Vaya, asique bailarina... Eres todo un mundo. Probablemente te hagan una prueba y probablemente te cojan. -Sé que lo decía para animarme porque hasta él sabría lo difícil que era entrar ahí. -Summer, tú explícales que viniste hace poco y ya está, asique no pongas esa cara, ¿qué bailas?
-Ballet contemporáneo, moderno, un poco de todo... Una mezcla, ¿sabes cómo te digo? Está teniendo muchísimo éxito este tipo de baile y la escuela de danza Rosemont es la mejor de todo el estado. Tengo que entrar como sea.
Me dejé llevar por mis pensamientos mientras observaba como el coche arrancaba, la verdad es que llevaba esperando este momento mucho tiempo. Había sido una idiota al no mirar las fechas de las pruebas pero la mudanza y los papeles de la universidad también me habían tenido muy ocupada.
El viaje se me hizo demasiado corto, Owen apenas había hablado y yo tampoco, digamos que los dos estábamos a nuestras cosas... ¿Qué le rondaría por la cabeza a este hombre?
-Ya hemos llegado Summer, aquí está tu querida escuela de baile.
La fachada del edificio era increíble, toda de ladrillo rojo y en un lateral adornada con una enredadera de un verde intenso. Tendría como cuatro plantas por lo menos y las ventanas eran enormes. Ni si quiera había visto por dentro el resto y ya estaba enamorada de este sitio.
-Gracias por traerme, ¿me acompañas? -Le sonreí de forma gratificante, la verdad es que me sentía muy cómoda con él y que me hubiese traído aquí sin apenas conocerme decía mucho de él.
-Pues claro, quiero ser el primero que te vea cuando te digan que estás dentro. -Owen empezó a andar y como vio que me quedé quieta tiró de mi brazo para que me moviese. -Venga Summer, no me has hecho venir hasta aquí para ahora quedarte ahí parada ¿no?
Empecé a andar y al final acabé con Owen en frente de la recepción. Podía volver a reafirmar que la escuela era una pasada, muy clásica pero a la vez con toques modernos, un poco lo que transmitía la gente que bailaba aquí. Además, toda la luz entraba gracias a unas cristaleras que había en el techo.
Simplemente increíble.
-Hola, soy Summer Swan, me gustaría saber si ya se han hecho todas las pruebas para la escuela y en el caso de que se hayan hecho me gustaría saber si hay alguna posibilidad de entrar, he llegado hace poco aquí y…
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Llévame hacia ti.
RomanceSummer era una chica sencilla, sin más preocupaciones de las que podía tener una chica de 18 años, hasta que un día un trágico suceso marcó su vida para siempre. Una nueva ciudad, un verano por delante y sobre todo chicos nuevos que cambiarán su vid...