Ana seguía sin dar crédito. En cuanto el anciano terminó de dibujar ese extraño símbolo en el suelo todo a su alrededor cambió. No había ni rastro de la montaña, ni de la cabaña, ni siquiera de sus caballos. El sol resplandecía con fuerza sobre aquel prado inundado de color. Verde, amarillo, rojo... Nunca había visto tanta luz ni tanto color en toda su vida.
- ¿Qué es esto? ¿Dónde estamos? - Dijo aún estupefacta. -
- ¿Qué clase de magia es esta? - Dijo asustado Chobee. -
- Esto es una lata. - Soltó con desdén Shikazane. -
- Nos ha embrujado... Nos ha teletransportado con magia. - Seguía diciendo con un claro tono de miedo Chobee. -
- Tranquilos. No nos hemos movido de dónde estábamos, ni os he hechizado. No del todo. - dijo el anciano que notó como Chobee se estremecía. - Estamos dentro de un recuerdo. A partir de ahora, os iré mostrando todos los recuerdos de Kaitsja Uchiha. Dejó todas sus memorias dentro de mi callado, con las instrucciones necesarias para desbloquear cada recuerdo y en qué orden deben ser vistos. Este es el primer recuerdo que quería mostraros así qué...
- ¡Venga chicos! El que llegue último al río es un sapo verrugoso.
Los doce soldados se asustaron al oír esa extraña voz. Y entonces lo vieron. Era un muchacho, de unos 9 años de edad. Su pelo negro crecía en cresta y sus ojos marrones mostraban felicidad. Tras de él, otros tres chicos llegaban corriendo. Lo primero que notó es que todos vestían de forma muy parecida, con ropas parecidas a kimonos, de colores oscuros predominando el azul.
- Tranquilo, Senbei. - dijo el que estaba más cerca del primer chico. Era más alto, de unos 11 años. - ni aunque te diera media hora de ventaja llegarías antes que Madara o que yo.
- Déjale que se lo crea Izuna. - comentaba con alegría el que era mayor de todos, de no más de 13 años. Todos se parecían mucho, aunque este llevaba el pelo más largo. - venga Senbei te doy unos metros de margen. - el pequeño Senbei echó a correr como alma que lleva el diablo mientras Izuna refunfuñaba algo y salió corriendo tras de él. Madara, sin embargo, se volvió. - Vamos Kai, no te quedas atrás.
- Ya voy hermano.
Esa era la voz de Kaitsja. Ana se acercó a él mientras este, el más pequeño de todos intentaba seguir el paso de sus hermanos mayores. Sus ojos marrones eran grandes, su pelo negro corto y su cara redonda y alegre. Nadie podría haber dicho que estaba ante el mayor guerrero de la historia, pero, al ver a su antepasado, del que tanto había oído hablar, le tembló todo el cuerpo.
El pequeño Kaitsja correteaba distraído, parecía más interesado en explorar aquel prado que en la competición con sus hermanos mayores. Cuando pasó delante de ella se dio cuenta de que los 4 hermanos llevaban bordados en la zona de la espalda el símbolo que ella misma habría querido llevar desde que tenía uso de razón. Un abanico de papel con la parte superior de color rojo y la inferior de color blanco. El símbolo del Clan Uchiha.
- ¿Pueden vernos? - preguntó Inojin. -
- No. - dijo el anciano. - son parte de un recuerdo, no podemos interactuar ni influir en nada de lo que pase aquí.
Ana se dio la vuelta dando la espalda al anciano para contemplar a sus antepasados corriendo por el prado. Aquel prado descendía hasta adentrarse en un bosque que parecía lleno de vida. Ana distinguió álamos, abedules y olmos entre otros árboles. Se escuchaba el cantar de varios pájaros, aunque no pudo ver ninguno. El grupo siguió a los chicos mientras corrían entre los árboles descendiendo hacia el río que sonaba a lo lejos. De repente, Izuna se subió a uno de los árboles y comenzó a correr por las ramas, adelantando a Senbei rápidamente.
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Las Crónicas de Kaitsja.
FanfictionKaitsja Uchiha es un jóven ninja del país del fuego con una carga sobre sus hombros más antigua que el propio mundo. En sus viajes, explorará diversos mundos, aprenderá sus poderes y acabará decidiendo el destino del Multiverso. Muchos milenios des...