Es una hermosa mañana, las siete para ser más exactos. El sol está en su punto, con esos rayos de sol golpeando cálidamente en la ventana, los pájaros cantando alegremente y el viento soplando con suavidad. Sí, una hermosa mañana, lastima que no tengo el tiempo de disfrutarla con un café en el balcón ya que estoy corriendo por todo el apartamento huyendo de Jimin.
Creo que no le gustó la broma que le hice, es decir, fue muy divertido poner mayonesa en lugar de pasta de dientes.
–Espera, tiempo fuera, ya me cansé–, digo mientras me recargo en el sofá y tomo algo de aire.
–Ven acá bruja!–, me grita y arroja uno de los zapatos que tiene en mano.
Esquivo hábilmente su poderoso misil y continúo corriendo, ahora en el comedor.
–Ya dije que lo siento–, rio porque me acuerdo de su expresión de asco al sentir el sabor de la mayonesa,
–Pues deja de reírte!–, me regaña y lanza el zapato que le quedaba. Logra darme en el abdomen, sujeto este y me doblo a la mitad mientras me quejo. –¿Estás bien?, ¿Te lastimé?!–, se preocupa y se acerca para revisarme.
Comienzo a reír y después me pongo derecha, él me observa con enfado y solo rueda los ojos. –Ni siquiera me hizo cosquillas, tienes la fuerza de una niña de tres años–, me burlo. Jimin vuelve a rodar los ojos y solo se aleja. Oh no, se enojó. –Yah, Jimin no te enojes, lo siento, pasó un tiempo desde la última broma–, voy tras él hasta que llegamos al baño.
Me ignora y solo toma una pasta de dientes nueva. Me acerco a su lado y me siento en el lavabo, tratando de hacer una expresión de cachorro.
–Vete, no funcionará–, Dice y lleva su cepillo de dientes a la boca,
–Haré la cena esta noche, lasaña, ¿Qué te parece?, Mejor, ¿Qué tal si te llevo el almuerzo al trabajo?–,
Él hace un parpadeo doble, lo tengo.
–La cena suena bien–, dice simplemente y escupe la pasta dental.
–Bien entonces, lasaña será–, le doy un beso rápido en la mejilla y bajo del lavabo de un salto. Él solo sonríe y niega levemente, sabe que siempre logro su perdón.
Salgo del baño y ahora voy a la cocina para desayunar algo. Jimin siempre se arregla desde temprano antes de irse al trabajo, siempre se esmera en verse lindo para su gran amor.
Jimin está enamorado de su jefe desde hace unos meses. Él dice que es muy amable y atento, siempre tiene una sonrisa y le gusta ayudar. No lo sé, pero creo ver flores a su alrededor cuando me habla de él.
–Ya me voy–, anuncia mientras toma su mochila de trabajo,
–Ten un buen día–, le digo desde la cocina.
Él solo sonríe y se despide con la mano, después se pone los zapatos y sale de casa.
Es tierno, tratando de conquistar en silencio a su jefe.
.......
Son las nueve y yo estoy llegando a mi trabajo. Entro en el restaurante-bar y voy a la parte de atrás donde están los cubículos.
–Buenos días Eunji–, saluda Jungkook, el baterista y líder del grupo,
–Hola Kook, ¿Te hiciste otro tatuaje?–, noto la nueva tonalidad de colores en su brazo y con total confianza lo tomo y lo inspecciono,
–Hice algunas modificaciones, ¿Te gustan?–,
–Me encantan, tienes que llevarme con tu tatuador, estoy pensando en darle un poco de color a la libélula–, señalo mi pecho, ya que ahí se encuentra mi tatuaje de libélula,
ESTÁS LEYENDO
Ménage à trois
FanfictionEunji y Jimin, compañeros de apartamento y buenos amigos. La personalidad extrovertida de Eunji contrasta con la personalidad introvertida de Jimin. Eunji vive bajo sus propias reglas y a su ritmo, no tiene tiempo para citas, le gusta divertirse y...