𝐅𝐚𝐝𝐢𝐧𝐠 𝐊𝐢𝐭𝐭𝐞𝐧 𝐒𝐲𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞 [Sukuna y Yuuji AU GEMELOS]

˜"*°•.˜"*°• Capitulo 14 •°*"˜.•°*"˜

Sukuna, 9 años

Ahora que Nobara estaba fuera de su camino, decidió esperar a que pasaran unos días más antes de ahuyentar a Sachiko.

Yuuji sospechaba de él, a pesar de no haber mostrado ningún indicio de hsber provocado aquel... accidente. Pensó que quizás su apatía levantó algo de sospechas en su hermano, pero rápidamente se dijo a sí mismo que Yuuji hubiera sospechado mucho más de él si se hubiera mostrado compasivo.

Ese tipo de sentimientos no iban con él, y Yuuji en este punto lo sabía muy bien.

Su padre propusó llevarlos a comer ramen a un restaurante, en parte para subirle los animos a Yuuji y tener un cambio de aire. Había pasado algo de tiempo desde la última vez que habían ido a comer afuera, así que todos los demás estuvieron de acuerdo.

El restaurante era pequeño, típico de los múltiples locales en Sendai. El ramen que preparaban acá era el favorito de los gemelos, así que Sukuna se sentía bastante alegre de poder venir una vez. Sin embargo, notó como su hermano comía con desganas, no del todo animado por el hecho de haber venido a comer su ramen favorito después de tantas semanas. Sukuna, al mirar al resto de su familia, observó como no era el único que se dio cuenta.

Chosō abrió la boca para decir algo, pero fue interrumpido por la presencia de una persona acercandose a la mesa.

Era un adolescente de cabello blanco y gafas oscuras, Yuuji y Sukuna notaron como habían dos adolescentes más fuera del local, observandolo desde la ventana. Usaban los tres el mismo uniforme escolar, pero no lo reconoció como de alguna escuela de acá. ¿Quizás eran estudiantes que venían de visita?

—Heyyy, hola —dijo el chico peliblanco—. Disculpa por molestar, ¿pero que es eso?

Apuntó hacía el salero con una gran sonrisa en su rostro, los chicos afuera parecía estar aguantandose la risa.

—Uh... sal... —Chosō se atrevió a responderle.

— ¡Ah! Ya veo... —el otro se pasó una mano por el cabello—. ¿Y para que se usa?

Chosō lo miró con una expresión incrédula, mirando rápidamente a su papá por ayuda. Jin fingió que no lo vio.

—...Para saborizar las comidas.

Fue entonces que el peliblanco tomó el salero, los otros dos afuera estaban sujetandose el estómago.

La familia observó como el chico se acercó a otra mesa, comenzandó una cantidad exuberante de sal en un sándwich –que claramente pertenecía al otro cliente– y le dio un enorme mordisco.

— ¡Mmmh! Tienes razón, da mucho sabor —dijo mientras masticaba.

El pobre individuo al cual le habían robado su sandwich, se levantó de su asiento sin decir nada, pero observando al chico con uns mirada amenazante.

— ¡Ah! ¡Vale, debo irme! ¡Mis amigos me esperan!

El chico huyó del restaurante, rápidamente corriendo con sus amigos quienes explotaron de la risa detrás de él. Yuuji comenzó a reirse suavemente también, sin creer lo que acababa de ver.

—...Bueno, ¿y como les ha ido en clases...? —Chosō decidió seguir comiendo su ramen, sintiendo pena a su vez por la otra persona y su sandwich.

—Muy bien —dijo Sukuna, a la vez que su hermano respondía con un encoger de hombros.

Chosō dio un profundo suspiro, y Jin procedió a reirse a carcajadas, no aguantandose más la risa.

Sukuna se preguntó porque vendían sandwiches en un restaurante de ramen.