˜"*°•.˜"*°• Capitulo 9 •°*"˜.•°*"˜

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Megumi y Tsumiki, 9 y 10 años

Caminaron en silencio los dos entre los oscuros callejones y barrios de Tokio por unos minutos. Megumi en un punto le tomó la mano a su hermana, que a pesar de llevar guantes aún podía sentir como el frío se estaba traspasando a sus manos.

Estaba cansado, usualmente a estas horas ambos se encontraban durmiendo. Tsumiki parecía estar haciendo un mejor trabajo en estar despierta y sobretodo en alerta, pero para Megumi le era más díficil.

Ignoraban a las personas que los miraban con ojos curiosiosos, haciendo lo posible para no meterse en problemas con alguien y que no llamasen demasiado la atención de algún pervertido. Toji le había advertido a Megumi numerosas veces sobre aquel tipo de gente, enseñandole incluso algo de defensa personal, así que no estaba tan asustado de ellos pues se sentía lo suficientemente capaz como para defenderse. Sin embargo, le preocupaba su hermana. Tsumiki no era una desconocida respecto a esos temas, pero no sabía como defenderse. Si lo peor llegase a ocurrir, Megumi se aseguraría de defenderla a como de lugar, incluso se sacrificaría por ella si fuese necesario.

Apresuraron su paso al ver que estaba comenzando a nevar, adentrandose en una calle vacía de personas salvo por una figura postrada en el suelo. Se detuvieron en seco al verla, Tsumiki tapandose la boca en sorpresa al notar quien era.

Toji se encontraba tirado en el suelo, totalmente inmóvil. Ninguno de los dos había visto tanta sangre desparramada antes en sus vidas, que si no fuese por la blanca nieve, facilmente pudiese ser confundida por vino. Megumi salió de su estupor rápidamente, corriendo hacia la figura inconsciente de su padre.

— ¡Papá! —exclamó con terror en su voz, arrodillandose frente a él sin importarle que sus ropas se manchasen de sangre.

Lo sacudió con desesperación, su rostro normalmente estoíco y sin mucha expresión estaba ahora preso del pánico y temor. Lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas al ver que su padre no reaccionaba.

— ¡Tsumiki! ¡Ayudame! —le gritó a su hermana, quién seguía quieta en su lugar mirando la escena con shock. Megumi se levantó para tomar el brazo de Toji e intentó arrastrarlo por el suelo—. ¡Hay que llevarlo al hospital!

Tsumiki se movió finalmente, moviendose al otro lado de Toji para sujetar su otro brazo y arrastrarlo junto a su hermano. Sin embargo, Toji era un hombre adulto con demasiada masa muscular, siendo muy pesado para que dos niños de entre 10 y 9 años lo llevasen al hospital más cercano.

Megumi se cayó al suelo, soltando el brazo de su papá. Estaba jadeando, su corazón palpitando rápidamente en su pecho. No sabía si era producto del cansancio o del miedo, pero la respuesta no era importante.

Tsumiki soltó el otro brazo también, tragando en seco. De lo poco que lo habían arrastrado, un pequeño camino de sangre se formo entre la nieve. Megumi se acercó hacia el cuerpo de su padre y comenzo a golpearlo con fuerzas en su pecho.

— ¡Eres un idiota! —le gritó con rabia—. ¡Te he dicho muchas veces que dejases las peleas y nunca me haces caso!

Fue entonces que Toji dio un quejido, sorprendiendo a Megumi al sentir una mano sobre su cabeza.

— ¿Megumi...? —dijo con voz ronca.

— ¡Papá! —exclamaron ambos niños al ver a Toji despertar. Tsumiki se sonrojó de vergüenza al darse cuenta de lo que había dicho, pero Toji no pareció importarle o simplemente estaba muy fuera de sí como para notarlo.

Aaggh... no griten, me duele la cabeza... —llevó su diestra hacía su cabeza, sintiendola empapada. Al retiarla, observó como su mano estaba manchada con sangre—. Oh, mierda...

𝐅𝐚𝐝𝐢𝐧𝐠 𝐊𝐢𝐭𝐭𝐞𝐧 𝐒𝐲𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞 [Sukuna y Yuuji AU GEMELOS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora