˜"*°•.˜"*°• Capitulo 21 •°*"˜.•°*"˜

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Megumi, 11 años

El lugar nuevo donde vivían ahora era en una muy pequeña casa (si es que podría llamarse casa) dentro de un barrio angosto no muy lejos de Shinzuku. De hecho, era tan pequeña que solo tenia una habitación, una cocina y un baño.

Toji, para dar la ilusión de que había una sala, instaló una larga puerta biombo oriental que separaba en dos secciones dicha habitación. Daba suficiente espacio para una sala, el cuál fue decorado con una mesa kotatsu, una televisión en la esquina y una estufa de kerosene.

Puesto que todo eso era literalmente lo que tenían en posesión, tuvieron que conformarse.

Vivir con Tsumiki sin su madre al lado era sumamente reconfortante, la asfixiante presencia de aquella desagradable mujer ya no manchaba las habitaciones y ambos caminaban con más seguridad al entrar a la cocina o a la sala principal.

Toji se dio cuenta, en parte, de la actitud animada de los dos. Sin embargo, lo atribuyó fácilmente al hecho de que ya se habían ido lejos de donde vivían anteriormente, ignorante ante otros casos posibles como trauma o cosas parecidas. Después de todo, él mismo había crecido en un ambiente donde lo encadenaban como un perro si se atrevía a mirar mal a su padre.

Habían ciertas reacciones y comportamientos que para él eran normales, pero para otras personas resultaría preocupantes.

Poco después de mudarse, Toji soprendió a ambos al enlistarlos en una escuela a tan solo cuatro cuadras de la nueva casa. Tsumiki se había emocionado al escuchar las noticias, dándole un fuerte abrazo a Toji para posteriormente abrazar a Megumi.

― ¡Vas a ir a la escuela, Megumi! ¡Por fin iremos juntos! ―exclamó con felicidad.

Megumi se alegró también al escuchar eso, pero no compartía la misma emoción de su hermana.

Aquellas noticias se repitieron en su cabeza por el resto de la semana como una mantra, nervios que se convirtieron en ansiedad al ver su nuevo uniforme y utiles escolares. Nunca habia tenido cosas así en su vida, y no dejaba de sacar sus cuadernos y lápices nuevos durante la noche para observarlos en silencio mientras todos dormían.

Aquella ansiedad se debía a la inseguridad de ir a un lugar donde estaria lleno de niños y niñas. Megumi estaba consciente de que era diferente al resto de los chicos de su edad, pero aún no sabía de que tanto lo era.

Tuvo suerte de haber quedado en el curso que correspondía con su edad, gracias a las enseñanzas de Tsumiki... aunque con duras penas. La profesora que había supervisado su examen de admisión le habia dicho a su padre sobre como tenian que trabajar mejor ciertos aspectos, dejándo a Megumi más nervioso aún de no lograr sus espectativas.

Tsumiki le aseguró muchas veces de que todo iría bien, la escuela no era tan mala siempre y cuando no se metiera en problemas y durmiera bien durante las noches. Megumi solo podía asentir, sin decir una palabra.

En una de las noches donde no podia dormir, sacó su mochila nueva que era de un lindo color negro, recordando como Toji le mencionó que lo cuidara muy bien ya que tenia que durar hasta graduarse. Suspiró, pasando las manos por el suave material del cual estaba hecha.

.... ¿De donde habia sacado el dinero su padre para todas estas cosas?

Aquella pregunta surgió tan repentinamente que llegó hasta marearlo. No se habia detenido a pensar con tantas cosas ocurriendo al mismo tiempo, la sorpresa, anticipación y nerviosísmo ahogando toda duda respecto a como llegó a entrar a una escuela.

¿No que la educación era cara? Su padre solía decir eso, años atrás, cuando Megumi aún le preguntaba cuando sería su turno de ir al colegio. La mochila, los cuadernos, el estuche, los lapices, gomas de borrar... el uniforme, nada de eso era barato. Además, no era solo eso, sino que por primera vez en toda su vida Megumi vio un refrigerador lleno.

𝐅𝐚𝐝𝐢𝐧𝐠 𝐊𝐢𝐭𝐭𝐞𝐧 𝐒𝐲𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞 [Sukuna y Yuuji AU GEMELOS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora