𝐅𝐚𝐝𝐢𝐧𝐠 𝐊𝐢𝐭𝐭𝐞𝐧 𝐒𝐲𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞 [Sukuna y Yuuji AU GEMELOS]

˜"*°•.˜"*°• Capitulo 28 •°*"˜.•°*"˜

Yuuji, 13 y 14 años

A pesar de sus esfuerzos por esconder el corte que se había hecho en la muñeca, Chosō se terminó enterando de todas formas.

Fue un completo accidente por parte de él. Sucedió cuando estaban los dos en la cocina, Yuuji últimamente había adquirido la costumbre de ayudar a preparar las comidas del día debido a lo muy ocupado que Jin se encontraba con regularidad (además de que su ánimo ha estado muy bajo, perder a su padre fue un golpe directo en el corazón). Chosō le pidió que le pasara el aceite, que se encontraba en una de las repisas. Yuuji, olvidando que tenía una herida que por nada en el mundo quería explicar, levantó su brazo para alcanzarla. Esto causó que la manga de su camisa bajara un poco, pero lo suficiente como para que Chosō viera su muñeca.

— ¿Qué te pasó ahí? —preguntó Chosō, deteniendo sus movimientos para mirar la herida con una expresión llena de horror.

— ¡Ah! —la voz de Yuuji se quebró, y la mera mortificación de que su hermano vio lo que se ha hecho evitó que se sonrojara de la vergüenza—. Eh... ¡E-estaba jugando con un gato callejero cuando terminaron las clases! —dijo lo primero que se le vino a la mente. Esperaba que fuese suficiente para calmar a Chosō, pero...

—Yuuji —empezó su hermano lentamente—, esa es la típica excusa que las chicas deprimidas en Tumblr usan cuando no quieren explicar que se han autolesionado a sus familiares. Así que dime la verdad, prometo no molestarme.

Yuuji no tenía idea de que era Tumblr, ¡¿cómo diablos iba a saber que su excusa ya había sido usada por un montón de adolescentes más?! Si lo hubiese sabido antes, entonces hubiera dicho que se pasó a llevar con un fierro oxidado mientras jugaba a las luchas con uno de sus compañeros o algo así. Tener que ir a la hospital para recibir una inyección contra el tétano era mucho mejor que decirle de frente a Chosō que se había cortado durante una explosión de ira y tristeza.

—Bueno... —Yuuji desvía la mirada, no queriendo mirar a Chosō directamente—. Sea lo que sea que estés pensando es... cierto.

Un silencio se posa entre ellos, lo suficientemente largo como para que la ansiedad de Yuuji incrementara rápidamente. Cruzó una efímera mirada con el mayor, dando un sobresalto al ver que lágrimas recorrían las mejillas de Chosō.

— ¡¿Ch-Chosō?!

—Claramente te he fallado como hermano mayor —Chosō dice con tono en extremo angustiado—. Lo lamento tanto... -sin esperarlo, Chosō corta la distancia entre ellos y lo envuelve entre sus brazos.

—Ah... No, no tienes la culpa —dice Yuuji, con muchas ganas de que la tierra se lo tragase por completo.

— ¡Claro que la tengo! Debí haber notado como te sentías desde un principio —exclama, alejándose de él para sujetarlo de los hombros y mirarlo con gran seriedad—. Entiendo que la muerte del abuelo te afectó mucho, ¡pero cortarse no es la respuesta!

...Si, bueno, en parte todo esto sucedió por el abuelo, pero si tuviese que echarle la culpa a alguien no sería a su difunto abuelo, sino a Sukuna y a su propia estupidez. Por supuesto, no iba a dejar que Chosō pensase otra cosa más que esto, así que decidió dejar que hiciera sus propias conclusiones respecto a la razón del porqué hizo lo que hizo.

Chosō le habló por un buen rato, y Yuuji apenas prestó atención a la mayor parte. Estaba más concentrado en ver como escaparse de la conversación.

Eventualmente Chosō soltó un fuerte suspiro, y dejó que se fuese a su habitación diciendo que podía continuar cocinando él solo por hoy. Le hizo prometer que no lo hiciera de nuevo con la amenaza de que, si lo hacía, le contaría a Jin. Aquello fue motivación suficiente para que Yuuji se asegurase de que, en caso de que le entrara otro arranque impulsivo de emociones y tomase la navaja nuevamente, nadie se diese cuenta otra vez.