Un Guerrero diferente.

En medio del huracán.

Ya alguien lo dijo una vez.

Temanle, huyan de el, al final el destino siempre llega.

Si, el tipo era un genocida que eliminó la mitad del universo, pero de que tenía razón sobre eso, tenía razón.

Y para dos seres que apenas y habían oído hablar uno del otro asta hace poco, que fueron nacidos en mundos diferentes, sus destinos finalmente se entrelazaron.

Por un lado May-Leé, un tigre de las nieves.

Antigua estudiante del palacio de jade e hija adoptiva del maestro Shifu, desde joven le fue impuesto la grandeza y se le dijo que era la única que podría alcanzar el máximo nivel del Kung fu.

Entrenada desde hace años.

May-Leé _ "¿que rayos es esa cosa?, jamás había oído o visto algo parecido",- pensó con curiosidad.

Por el otro lado Dan, el humano.

Alguien proveniente de otro mundo sin siquiera quererlo o esperarlo, desde el momento que llegó fue subestimado y despreciado por quienes se supone deberían ayudarlo.

Solo dos días de entrenamiento.

Dan_ "estoy jodido",- pensó al ver el estado en el que estaba Shifu.

Ambos se siguieron viendo durante un periodo corto de tiempo, analizando todo uno del otro, cada rasgo, gesto e incluso su postura , todo solo para poder predecir el resultado de una pelea.

Al final ambos solo soltaron un suspiro, irritado y desganado respectivamente y finalmente, alguien dijo algo.

Dan_ entonces,- dijo finalmente llamando la atención de la chica,- tú eres, ¿Cómo era?,- se preguntó confundido,- ¿Tai Lung?,- pregunto no muy seguro.

May-Leé _ es May-Leé, en realidad,- respondió con cierta diversión,- y supongo que tú eres, el Guerrero Dragón,- dijo con peligrosidad.

Dan_ eso dicen,- contestó mientras empezaba hacer unos estiramientos antes la mirada burlona de la chica,- pero tú puedes llamarme, Dan,- comento con tranquilidad.

May-Leé _ como quieras,- dijo con simpleza,- y dime Dan, ¿Que se supone que eres exactamente?,- pregunto con genuina curiosidad.

Dan_ lamento decepcionarte linda,- dijo mientras movía su espalda de un lado a otro,- pero soy un simple humano,- dijo para finalmente terminar su estiramiento.

May-Leé _ con que un humano, ¿Eh?,- dijo de manera pensativa, tratando de recordar si alguna vez escucho algo así,- no, realmente jamás había oído escuchar de algo como tú,- dijo con seriedad,- nisiquiera en los pergaminos que se dicen tienen todo el conocimiento existente,- dijo cruzandoce de brazos.

Dan_ ¿Que pergaminos?,- pregunto confundido.

May-Leé _ los de ahí,- dijo señalando una pila con varios rollos, justo detrás del altar del rollo del Dragón.

Dan_ pensé que esa porquería era mera decoración,- dijo exaltado.

May-Leé _ claro que no,- dijo con un bufido,- se cree que son mil rollo, pero son un poco más,- dijo encogiendose de hombros,- cada uno de ellos tiene secretos e información sobre el mundo y su historia, todo visto por Oogway, y ese vejestorio robo mucho oxigeno,- dijo de manera burlona.

Dan_ así que esas cosas contienen información antigua,- susurro pensativo,- "talvez, solo talvez, en uno de esos pergaminos se encuentre la forma de volver a mi mundo",- pensó con seriedad.