Capítulo 17

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—¿Cuántos besos tendría que darte para borrarte las pecas? —preguntó Ryujin, intentando animar a su novia.

Jisoo estaba por volver a rapar su cabello a cero, para no sufrir cuando comenzara a caer por los súbitos y fuertes medicamentos nuevos. Lagrimeaba, sorbiendo su nariz constantemente, porque siempre había cuidado mucho su cabello.

Las pruebas, de alguna forma, habían dado lo justo para que volviera a tratamiento,  y mañana estaría yendo de nuevo al hospital.

—No tengo pecas, tarada —Shin río por el insulto, pero Jisoo sólo tenía un puchero y expresión triste, miró la afeitadora eléctrica con un suspiro, antes de apretar el botón que la encendía.

—Deja, bebé —Ryujin detuvo su mano para tomarla ella—. Lo haré yo, linda, así te dejo bonita, es fácil porque ya eres hermosa.

La castaña cubrió sus ojitos y sus hombros temblaron con algo de llanto, Ryujin detuvo la maquinita y la abrazó por la espalda, vio a ambas en el espejo del baño y sonrió porque en serio se veían bonitas juntas.

—Vamos, Jisu —murmuró, dejando besos en sus manos, en su cuello y en lo que llegaba a mostrar de su mejilla—, te llevaré a teñir tu cabello todas las semanas si quieres, muy pronto, muy, muy, ¿lo sabes? —la mayor sorbió su nariz, asintió levemente—. Te amo, y eres lo más bello que hay, bebé —su tono revozaba de sinceridad.

Jisoo se borró las lágrimas y se dejó abrazar hasta que se tranquilizó. La pelicorto encendió la maquinita, comenzado a dibujar cosas mientras Jisoo reía, primero con líneas, después dibujó un corazón que luego le dio forma de pene, haciendo que la otra la golpeara, seguido escribió su nombre, y mientras la pequeña se cuestionaba por qué seguía con ella, terminó por dejar toda su cabeza sin un sólo cabello.

Al mirarse, lo primero que quiso fue colocarse un gorro inmediatamente.

Ryujin la giró hacia ella, besó su frente, su nariz y sus labios con suavidad.

—Eres bellísima, Jisu.

La chica sonrió y sintió el calor subir a sus mejillas, mientras Ryujin pasaba sus pulgares por estas, totalmente enamorada, sonrió al sentirse tan feliz y verdaderamente correspondida.

Por la mañana empezaría el tratamiento, y como no podía faltar, Ryujin fue con ella, tomó su mano y murmuró un "Puedes tomar mi mano, para sentirte mejor", haciendo que riera.

Con un gorro rosa que su novia le había tejido, y tomando su mano en una habitación privada, conectada a un suero con nuevas medicinas, Jisoo comenzó su nuevo tratamiento, mientras Ryujin le hablaba de cualquier cosa que se le ocurriera, haciendo que el tiempo pasara más rápido y mejor.

Y Jisoo en serio lo apreciaba, sabía que no podía existir una novia mejor en el mundo.

chemo; jinliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora