Capítulo 14

96 10 4
                                    

Durmieron abrazadas, Jisoo finjió no llorar y Ryujin finjió no darse cuenta.

Pasaron la mañana juntas, desayunaron e hicieron las tonterías que hacen siempre, rieron y se dijeron cosas cursis, se molestaron la una a la otra en mismas cantidades, tan rápido pasaba el tiempo entre ellas que no fue hasta que Ryujin se había acabado la última bolsa de Doritos que miró el reloj en la pared para ver que eran las tres y veintidós de la tarde.

—¡Jisoo! —la castaña se sobresaltó desde la cocina y fue corriendo hasta la sala pensando que había ocurrido algo—. ¿Has visto la hora? Llegas tarde a la quimio, idiota —se levantó del sillón dejando la bolsa a un lado y fue a buscar su abrigo, el de Jisoo y los gorros que había dejado en el dormitorio, preparando todo rápidamente porque ya llegaba con más de veinte minutos de retraso a su sesión.

—Hey, ¿qué haces? —preguntó, al verla
cargando con las cosas—. Ryujin, deja, no voy a ningún lado.

La menor alzó la vista hacia ella, tenía sus brazos llenos de las cosas, frunció el ceño.

—¿No tienes quimio a las tres? Ese era nuestro horario. ¿Te lo cambiaron?

Choi negó, pareció avergonzarse y fijó la vista en sus pies.

—Yo... Dejé de ir a quimioterapia.

—¿Dejaste? —Ryujin soltó todas los objetos, dejándolos caer en el piso.

—¡Ryuj-!

—¿Por qué dejaste? Jisoo, eres la que me obligó a seguir con la quimio. ¿Y la dejas? No esperaba eso de ti-

—¡Para, para! —alzó ambas manos hacia ella, volvía a tener lágrimas en sus ojitos, y sonrió de forma penosa—. No saques conclusiones apresuradas, no, Ryujin, deja de hablar antes de que digas algo que me lastime aún más.

Ryujin frunció el ceño y se mordió el labio para callar, notó el labio inferior de su novia temblar y las lágrimas volvieron a caer por sus mejillas.

—Y-Yo técnicamente no dejé quimio... Me dijeron que la dejara, los doctores.

—¿Qué? —ahora quería ir para allá y golpearlos por hacerle algo así, a cualquiera en general.

—E-Es que... Ya no hay nada que hacerme, Ryu —dijo, casi en un susurro.

Ryujin parpadeó, negó, intentando creer en algo de todo lo que estaba pasando, miró a Jisoo, quien sólo podía llorar, ahogando su llanto con una de sus manitos. Sus ojitos avellana la evitaban.

—¿Jisoo...? ¿Por qué? ¿Qué te pasa?

Ella negó, limpió sus mejillas, Ryujin se acercó para tomarla por los brazos, pero la mayor luchó por soltarse, cosa que hizo que la tomara con más firmeza y la abrazara contra sí.

—Jisoo, dime.

—No quiero decirte, Ryujin.

—No pasará nada si me lo dices, anda, necesito saber...

Jisoo sorbió su nariz, su cuerpo entero tembló y Shin la apretó un poco más contra su cuerpo.

—Me dijeron que ya estoy en etapa terminal... La quimio no funcionó esta vez y en realidad... Sólo lo empeoró.

La pelicorto quiso hablar, pero su voz no pudo salir, se rompió en su garganta e hizo un nudo enorme que no pudo despejar, comenzó a llorar con ella, con la chica frente suyo temblando entre sus brazos, aterrada de que ahora su más grande y puro amor la dejará sabiendo de su inevitable destino. Conservó el abrazo con todas sus fuerzas, pensando que sería el último, antes de que Ryujin la abandonara para no salir más lastimada.

—Lo siento —murmuró, con la voz rota.

Si Ryujin iba a dejarla, al menos se disculparía por hacerle tanto mal.

—Te irás, ¿no? —preguntó aunque ya sabía la respuesta—. Ryujin... Lo siento, y-yo me quedaría más tiempo, yo no elegiría esto para mí, ni para ti, ni para las dos... Por eso no quería salir contigo, porque... Sería peor, p-pero yo te amo, Ryu, e-en serio te amo y-y... Lo siento mucho.

Jisoo temblaba de forma furiosa, Ryujin se aferraba al abrazo para no caerse, y fueron largos minutos así hasta que se apartó, la más baja negó porque no quería que se fuera aún, pero Shin solo tomó sus mejillas y unió sus labios en un beso lento y salado de lágrimas, en búsqueda de un consuelo para su dolor, para el vacío en sus corazones y para las pequeñas y profundas astillas en su amor.

Jisu correspondió como si fuera el último, y cuando se rompió el beso, bajó la cabeza, rendida, ya esperando a que la dejaran de nuevo, como ya le había pasado antes.

—Te amo con todo mi ser, Jisoo, siempre lo haré —Jisoo no se esperaba esas palabras—. Y no me iré nunca de tu lado, porque eres el amor de mi vida... Y quiero estar contigo... Lo que sea que todo esto lo permita.

chemo; jinliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora