Capitulo 18: Smoth Criminal

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—Mi abuelo me entrenaba para algún día ser el protector de la flecha sabes — El joven Eduard se acercó hacia el borde del edificio —En parte...ese era mi sueño.

—Escucha yo... — Leon se sentía mal por el chico.

—No te preocupes, entiendo que él te haya dado la flecha como última opción. Pero ya no tienes que cargar con esa carga, ahora estoy aquí y puedes darme la flecha — El chico extendió su mano pidiendo la flecha.

—Desearía que no fuera así. El confió en mí, se lo prometí y yo nunca rompo una promesa — En un momento a otro los dos estaban serios y con miradas nada amigables.

—Dámela, me corresponde por derecho.

—Un derecho que te ciega a querer confiar en otros.

—Bien, ¿quieres pelear otra vez?.

—Y tú ¿quieres terminar golpeado otra vez?.

El chico sin pensarlo le lanzó un puñetazo en la mejilla a Leon que fue capaz de hacerlo retroceder y casi caer.

Leon se limpió la sangre de la boca, levantó la mirada con seriedad dispuesto a devolverle golpe, pero su intención fue detenida al ver una silueta oscura emerger de la oscuridad detrás de Eduard que iba a atacarlo.

Leon empujó a Eduard a un lado para evitar que recibiera el ataque de la extraña entidad, pero recibiendo el ataque en el proceso.

El puño del stand impactó en el pecho de Leon haciéndolo volar y golpearse la cabeza contra un pilar quedando inconsciente. Eduard inmediatamente hizo aparecer a su stand.

 —¡Hot Space!.

El stand de Eduard se manifestó en llamas, lanzó un puñetazo que llamas que no afectó al stand enemigo. Hot Space lanzó una gran llamarada para distraer en lo que Eduard iba hacia Leon.

Las llamas no le hicieron nada al stand oscuro, pero si logró despejar la niebla de sombras que lo rodeaba revelando así la apariencia del stand enemigo. Su apariencia era humanoide, parecía el cadáver viviente de un sacerdote católico con ropajes rotos, guantes y botas de cuero estilo metalero con espinas metálicas en sus botas y antebrazos.


Eduard tomó a Leon subiéndolo a su espalda y aún indeciso se lanzó por uno de los ventanales desde el piso 18 del edificio en el que se encontraban

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Eduard tomó a Leon subiéndolo a su espalda y aún indeciso se lanzó por uno de los ventanales desde el piso 18 del edificio en el que se encontraban.

Ambos se encontraban cayendo a gran velocidad, la gran presión de la gravedad hacía casi imposible actuar para evitar la inminente caída contra el suelo para una persona normal, pero ellos no eran como las personas convencionales.

Eduard usó la mano de su stand para aferrarse a los paneles de cristal del edificio, pero no era suficiente para detener su caída, aunque se redujo un poco la velocidad. La mano de Eduard comenzaba a sangrar debido a los cristales que se rompían ante su agarre.

Leon Kennedy usuario de StandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora