Capítulo 3 - hacemos una parada en la selva -

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Azimo junto con los demás vieron el mundo hecho de arena dorada encima del mapa, en el mismo se mostraba un grumo de la misma que representaba la nave en la que estaban viajando y a una distancia prudente estaba a quien buscabas.

— ¿es cierto que ese sujeto es más poderoso que Rebellhis? —pregunto Tarik sin dejar su expresión seria y los brazos cruzados?

— No, no lo es —respondió Ázimo Kudsai y el resto del equipo pregunto sorprendido—, a ver muchachos, pónganse a pensar, puede que Deyxam sea el espíritu de Azuro, pero no tiene experiencia ni habilidad con ninguno de los Sunjeki's, literalmente hablando... Rebellhis lo destrozaría sin moverse.

— ¿entonces para qué buscamos a ese inútil? —pregunto Tarik de nuevo.

— Cuida tu lenguaje muchacho, o tendré que abandonarte donde caigas... bueno, y lo buscamos para entrenarlo y advertirle de Rebellhis, si lo encontramos antes podremos esperar su encuentro y será más fácil derrotarlo.

— Kudsai —dijo Terion poniéndose frente a él— ¿usted cree que esta sea la guerra del espíritu de Azuro?

— No, la guerra con la que nace destinado ese espíritu lo condena a morir en el fin de la misma... en simples palabras, el espíritu de Azuro nace para ponerle fin a una guerra con su vida.

Tarik no parecía tener interés en la conversación que se estaba desarrollando, con los brazos cruzados se alejó del grupo y se fue a un borde del barco para observar el paisaje que atravesaban, a la distancia iniciaba una ciudad.

Saria recapacito en el chico nuevo y fue a su lado de una manera silente.

— Mi nombre es... Saria, mucho gusto —le dijo extendiéndole la mano.

— Yo soy Tarik —respondió el chico de vestimenta negra.

— Hemmm, si, je, ¿Qué Sunjeki te dieron los dioses?

— Yo no necesito regalos como esos, ustedes son simples esclavos de sus poderes, y yo me perfecciono a cada momento.

— Eso no responde nada —dijo Saria enojada.

— Mírate, no te he visto la cara ni un solo momento desde que estuve en este barco y puedo decir de ti que eres el integrante más débil del grupo —entonces Saria se enojó y estuvo dispuesta a darle un golpe—, pero te digo una cosa, a pesar de estar ciega, eres la que más puede ver de todos ellos.

— ¿eh? ¿A qué te refieres?

— Demira, está cegada por su ego, piensa que es la más fuerte, y Terion está cegado por el orgullo, todavía quiere a Demira, pero no lo admitirá por el odio que tiene dentro, quiere encontrar a Rebellhis y destrozarlo.

— Pero tú acabas de decir de forma egoísta que eres más fuerte que nosotros.

— Yo no lo dije por que sea egoísta, lo dije porque es verdad.

Entonces Tarik se apartó de Saria, dejando a la vista una ciudad, la ciudad central de argentina, ahora mismo el barco tenía rumbo al amazonas, el lugar donde decía el mapa que ahora se encontraba Deyxam.

— Hola Terion —le dijo Demira acercándosele— este... je, je, hace mucho que no hablamos ¿no?

— Sí, creo que ya perdí la cuenta del tiempo —dijo Terion, ahora estaba serio.

— ¿Qué has estado haciendo todo este tiempo?

— Escucha, sabes... no tengo intenciones de nada con esta misión, me alegra volver a trabajo con nuestro equipo y en parte me pone feliz volver a ver a Deyxam, Pero tengo que aumentar mi entrenamiento, así que...

Escuadrón Infernal - La corona de fuego -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora